¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

miércoles, 29 de septiembre de 2010

La seducción de Jesús


"El verdadero cristiano es alguien que ha experimentado, como Jeremías, una seducción: la seducción de Jesús. Y que pretende alcanzar a Cristo, como San Pablo, porque reconoce que ha sido previamente alcanzado por El "( Flp 3, 12)


«Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?» (Mt 16, 15).

Saber preguntar es todo un arte. Y el buen maestro conoce y tiene el arte de saber preguntar. Para abrir camino, para inspirar confianza, para dar seguridad al alumno, normalmente comienza haciendo una pregunta fácil.


Asi se comportó Jesús muchas veces. En Cesarea de Filipo, hizo una primera pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»(Mt 16,13). La pregunta era fácil de contestar. Por eso, los discípulos respondieron a coro. Pero a Jesús esta pregunta sólo le interesaba como «pretexto» y como punto de partida para otra, mucho más importante y comprometedora. Una vez que los discípulos le manifestaron las distintas opiniones que corrían acerca de él, Jesús pasó a la pregunta decisiva: «Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?»(Mt 16, 15).


Ahora los discípulos se callaron. Sólo Pedro respondió. e hizo una verdadera profesión de fe, afirmando sin vacilaciones la «identidad» de Jesús: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). Esta confesión y este reconocimiento explícito de la verdadera «identidad» de Jesús fue, para Pedro, una auténtica vivencia, en el sentido riguroso de esta palabra. Y le llevó a conocer su propia «identidad» y su misión, revelada por el mismo Jesús. Conocer de verdad a Cristo fue, para Simón Pedro, conocerse también a sí mismo. La revelación de Jesús supuso, de hecho, su propia revelación.

Preguntas actuales

Las preguntas de Jesús siguen siendo actuales. Son preguntas dirigidas a cada uno de nosotros, que resultan insoslayables, estrictamente personales, y que nadie puede responder por otro, sino que cada uno tiene que contestar desde sí mismo y por sí mismo. Pero con una respuesta no aprendida de memoria, sino nacida de la propia experiencia, como en el caso de Pedro.


Tampoco nadie puede negarse a contestar, porque sería lo mismo que responder mal, como sucede en un examen. No definirse, en el ámbito de la fe, es la manera más cobarde de definirse en contra.


La total indiferencia y la absoluta neutralidad son realmente «imposibles» con respecto a Jesucristo. Frente a Él, sólo caben la aceptacion o el rechazo. No hay término medio. «El que no está conmigo, dijo abiertamente Jesús, está contra mí. Y el que conmigo no recoge, desparrama» (Mt 12, 30). Jesús se dirige hoy a cada hombre -a cada uno de nosotros- con la misma pregunta, personal e insoslayable: «Y tú, ¿quién dices que soy Yo?». ¿Quién soy Yo para ti? ¿Qué soy y qué significo Yo en tu vida?


Y cada uno tiene -tenemos- que saber dar a esta pregunta una respuesta convencida y convincente, aprendida del Padre que está en los cielos (cf Mt 16, 17), que es el único que conoce la verdadera identidad de Jesús (cf Lc 10, 22).

«Y tú, ¿quién dices que soy Yo?» …puedes responder?

Si no podemos responder, como Pedro, desde una vigorosa experiencia personal, con verdadera conviccion, respondamos desde la fe de la Iglesia, que cada uno de nosotros gratuitamente hemos recibido; y convirtamos esa misma pregunta en petición y en súplica hacia el Senor…y en una oración confiada, intima, personal, pidamos a Cristo nos conceda la gracia de experimentarlo de verdad. Distinguiendo cuidadosamente entre CREER-que es conocer con certeza, pero sin evidencia- y SABER -que es conocer por una íntima y verdadera experiencia…y asi sin seguir traicionando y engañando a nuestro Corazon, con una elemental honradez reconocer ante El nuestra realidad espiritual, disponiendonos y abandonandonos en sus manos, para que El, con libertad total pueda infundir en nosotros, por medio de su Santo Espiritu, esa Fe inquebrantable que nos permita ver , reconocer y gritar con cabal certidumbre: Que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre, que Cristo es el Amor, la Verdad, la Vida, la Libertad, la Salvacion, que es el sentido ultimo y la razon total de nuestra existencia…vamos! Que es nuestra Felicidad plena y verdadera!.
Asi sea…
El que tenga oidos …que oiga.


Cristo vive!! Revdmo. David Falcon

1 comentario:

  1. esta es toda una experiencia i el camino es el de jesocristo el es nuestro camino y nuestra verdad y la rason por el cual vivir

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