¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 5 de marzo de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 6 de Marzo del 2011

Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (11,18.26-28):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Meteos estas palabras mías en el corazón y en el alma, atadlas a la muñeca como un signo, ponedlas de señal en vuestra frente. Mirad: Hoy os pongo delante bendición y maldición; la bendición, si escucháis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy; la maldición, si no escucháis los preceptos del Señor, vuestro Dios, y os desviáis del camino que hoy os marco, yendo detrás de dioses extranjeros, que no habíais conocido. Pondréis por obra todos los mandatos y decretos que yo os promulgo hoy.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 30

R/.
Sé la roca de mi refugio, Señor

A ti, Señor, me acojo:

no quede yo nunca defraudado;
tú que eres justo, ponme a salvo
inclina tu oído hacia mi,
ven aprisa a librarme. R/.

Sé la roca de mi refugio,

un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo

sálvame por tu misericordia.
Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor. R/.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos (3,21-25.28):

Ahora, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los profetas, se ha manifestado independientemente de la Ley. Por la fe en Jesucristo viene la justicia de Dios a todos los que creen, sin distinción alguna. Pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús, a quien Dios constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre. Sostenemos, pues, que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Mateo (7,21-27):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día, muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?" Yo entonces les declararé: "Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»

Palabra del Señor


 HOMILIA

Una de las frases más duras de Jesús fue “No todo el que diga ‘Señor, Señor’ entrará en el Reino de los Cielos”.  En el Evangelio (Mt. 7, 21-27) Jesús contrasta el cumplimiento de la Voluntad del Padre con la oración que es vacía e hipócrita.
Y continúa el Señor con una parte más fuerte aún:  “Yo les diré en su cara:  ‘Nunca los he conocido.  Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal’”.

Notemos que nos advierte que no todos los que digan Señor, Señor entrarán.  Significa que algunos sí podrán entrar ... pero otros no.  ¿Cuál es la diferencia? … Unos adoran a Dios, otros no. 
Los que podrán entrar será seguramente porque en esa oración, reconocen a Dios como “Señor”.  Lo que dicen, lo dicen con sinceridad y queriendo dar significado a lo que dicen. Eso es adorar a Dios.  Lo demás son palabras falsas.

Para orar así, hay que decirlo con sinceridad -y con gran conviccion. Hay que reconocer a Dios como “Señor”, y decirlo con convicción, porque sabemos que El es eso:  “Señor”, Dueño, Jefe.  Y nosotros lo seguimos, le obedecemos, aceptamos su Voluntad y hacemos su Voluntad.

Esa es la condición:  “entrará en el Reino de los Cielos el que cumpla la Voluntad de mi Padre que está en los cielos”.   Los que recen con palabras vacías, sin significado alguno…sin conviccion, no llevando a la practica  lo que dicen, no podrán entrar.  Así de simple y así de fuerte.

Pero hay que ver otro aspecto en las palabras de Jesús:  también contrapone el cumplimiento de la Voluntad del Padre al ejercicio de falsos carismas.  Carismas muy impresionantes -por cierto- como son el de expulsar demonios y el de realizar milagros.

Seguramente se refiere el Señor a los falsos profetas de hoy:  toda esa gama de milagreros, brujos, psíquicos, astrólogos , esotericos ignorantes y abusivos que han proliferado mucho en la actualidad y que –utilizando malamente el nombre de Jesús ... usurpando ese Nombre sagrado- engañan con curaciones aparentes, predicciones tontas, ofertas irreales, eliminación del sufrimiento, falsa paz ... y hasta números ganadores en el negocio del juego, etc. etc. etc. Abusando de la ignorancia de muchos hermanos…

Ya lo había dicho Dios desde antiguo:  “He aquí que pongo delante de ustedes la bendición y la maldición.  La bendición, si obedecen los mandamientos del Señor su Dios ... la maldición, si no obedecen ... y se apartan del camino ... para ir en pos de otros dioses que ustedes no conocen”. (Dt. 11, 18-32)

¿Nos damos cuenta los hombres y mujeres de hoy que seguir a los falsos profetas de estos tiempos es ir contra Dios y en pos de “otros dioses”;  es decir, en pos de “ídolos”?  ¿No recordamos acaso la ira de Dios cuando el pueblo de Israel adoraba a los falsos dioses o ídolos?

Con ésos será el Señor muy duro.  Lo advierte en este Evangelio:  “Aquel día muchos me dirán:  ‘¡Señor, Señor!’, ‘¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros’.  Entonces yo les diré en su cara:  ‘Nunca los he conocido.  Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal’”.

Esa será la ventura de estos falsos profetas de nuestro tiempo y los de todos los tiempos de la historia de la humanidad.  Siempre los ha habido.  Pero ... ¿y a los que se hayan dejado llevar por sus engaños malignos?  ¿Cuál será su suerte?

Muchas otras veces la Sagrada Escritura nos advierte sobre estos engaños y cómo ofenden a Dios.  Caer en eso es ser cómplice del Mal, es caer en las redes del Enemigo de Dios.  Pero la respuesta más simple está en este mismo Evangelio:  “no entrará al Reino de los Cielos sino el que cumpla la Voluntad de mi Padre”. 
 Es muy simple.  Se trata de cumplir en todo la Voluntad de Dios.  Y caer en esas falsedades malignas no es cumplir la Voluntad de Dios. 

Asi que hermano…ponte alerta!! Y escucha la voz correcta!...no te dejes engañar tan barato y de forma tan absurda!…pues no vaya ser que sea demasiado tarde…y quedes perdido, sin rumbo… y sin saber hacia donde caminar…y salvarte.  

El que tenga oidos…que oiga.

Revdmo David Falcon

CRISTO VIVE!!!

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