¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

viernes, 25 de febrero de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 27 de Febrero del 2011


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (49,14-15):

Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.» ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.

Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 61,2-3.6-7.8-9ab

R/.
Descansa sólo en Dios, alma mía

Sólo en Dios descansa mi alma ,

porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación;
mi alcázar: no vacilaré. R/.

Descansa sólo en Dios, alma mía,

porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. R/.

De Dios viene mi salvación y mi gloria,

él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón. R/.
 
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,1-5):

Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

Palabra de Dios
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,24-34):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»

Palabra del Señor
 
HOMILIA
 
 El Evangelio de hoy nos dice que no hay que agobiarse ni con el vestido ni por la comida ni por nada, que Dios nuestro padre proveerá por nosotros, que lo que tenemos que hacer es buscar el reino de Dios y su justicia y que lo demás se nos dará por añadidura. ¿Se puede entender esto actualmente, viviendo tantas carencias  y  problemas economicos?

      Pues sí. Ciertamente se puede entender a Jesús. Si nos situamos en otra perspectiva: la perspectiva de Dios Padre. Desde ella ponemos las cosas de este mundo, nuestras relaciones personales, nuestra misma persona, en el debido orden de importancia. No se trata de decir que la comida y el vestido no tienen importancia. Jesús no nos dice que hay que dejar el trabajo para dedicarse a ser un vago. Pero nos recuerda que en nuestra escala de valores la familia, por ejemplo, tiene que ser más importante que el trabajo. Y que las relaciones humanas son más importantes que el dinero o que el vestido. Y que Dios es el padre de todos y que de todos cuida. Y que nosotros somo hoy parte fundamental de esa providencia de Dios …para todos hay providencia, para los que nos rodean, para la humanidad en su conjunto, para la creación, para nosotros mismos. 

      Tener clara la providencia de Dios y la jerarquía de las cosas nos ayuda a saber comportarnos. Por ejemplo, si la persona es más importante que el vestido que lleva, está claro que debemos tratar y respetar por igual a todas las personas en su dignidad de hijas o hijos de Dios, independientemente del vestido. O lo que es lo mismo, independientemente del nivel social, de su riqueza, de sus estudios, de su poder. 

Dios no nos olvida

      El trabajo tiene su importancia. Pero no hasta el punto de entregar la vida al trabajo. Hay gente, no sólo ricos, que entregan de tal modo su vida al trabajo que todo lo demás queda en Segundo termino…las relaciones familiares, las amistades, la relación con Dios, etc.

      La crisis económica que vivimos actualmente ha tenido en gran parte su origen en la ambición y codicia de personas que estaban tan centradas en hacer dinero, en ganar mucho que les importaba nada hacer pedazos las vidas de los demás. Tomaron decisiones equivocadas que han llevado a consecuencias terribles para muchos. Es el mejor ejemplo de que este Evangelio sigue siendo muy actual. No vale la pena agobiarnos. Hay que poner la confianza en Dios y saber que El cuida de nosotros…y que nosotros somos su providencia para nuestros hermanos y hermanas y para nosotros mismos, que nos debemos cuidar , apoyar…amar porque somos hijos e hijas de Dios.

      Y con esa conciencia vamos a salir hoy a la vida a luchar por hacer de este mundo un lugar más fraterno donde las personas, todos, puedan vivir y no solamente sobrevivir. Porque esa es la voluntad de Dios. Ese es el misterio de Dios del que dice Pablo en la segunda lectura que somos administradores para todos los que nos rodean: que Dios quiere nuestra vida, que Dios nunca nos deja de su mano ni nos olvida, como nos recuerda la primera lectura del profeta Isaías. 

El que tenga oidos…que oiga.

Revdmo David Falcon.

CRISTO VIVE!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario