¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 19 de noviembre de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo del Tiempo Ordinario -20 de Noviembre del 2011

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (34,11-12.15-17):
Así dice el Señor Dios: «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios–. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrio.»
Palabra de Dios


Salmo
Sal 22,1-2a.2b-3.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R/.

Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R/.


Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta de san Pablo a los Corintios (15,20-26.28):

Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.
Palabra de Dios


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
Palabra del Señor


HOMILIA

El Evangelio de este domingo nos ofrece la opotunidad de meditar en aspectos fundamentales que conectan con la vida diaria del cristiano. Todos llegamos al final de una vida material y al comienzo de una vida definitiva en Dios. ¿Cómo será ese paso, ese encuentro?

La evaluación de lo que hemos hecho en nuestra vida no será, según Dios, en función de la fama, el poder o el dinero que hayamos ganado, sino de la vida entregada en especial a los más pobres y necesitados, de las obras y conductas tenidas con los que en la vida no fueron relevantes.


Curiosamente, el texto no nos habla de los grandes sacrificios y de las grandes renuncias que podemos hacer por amor a Dios, sino de las pequeñas obras que día a día podemos ir haciendo en beneficio de los que más lo necesitan.
Jesús aparece como el referente ante el cual todos seremos juzgados. Es el Señor el juez único de todas las personas y el redentor de todos los seres humanos. No nos habla de una divinidad abstracta y alejada del mundo sino de Dios hecho hombre que se entregó para salvarnos y que se quedó en Espiritu entre los mas pobres y débiles en nuestro mundo.


Este evangelio nos viene a recordar que el seguimiento de Jesús no es algo teórico sino práctico. A Jesús no se le sigue por la mera lectura de libros o teorías más o menos convenientes. El encuentro con el Señor se da en la vida diaria, en cada rincón del mundo y de nuestro interior.


Hay personas que están sumamente preocupadas de lo que van a llevar en sus manos cuando se presenten ante Dios; seran las buenas obras y la ayuda al projimo las acciones que deben determinar el encuentro final con nuestro Padre?. Cuanto más buenas obras haga, más cerca estaré de Dios?… me parece que es justo lo contrario. No me refiero al no hacer obras buenas. Las obras buenas son un distintivo clarísimo del cristiano. La fe y las obras deben ir unidas en una síntesis bien entendida del evangelio… Me refiero a que la vida del cristiano no es un acumular obras buenas para presentarlas al Señor para que Él vea quiénes somos y nos salve… Las obras del cristiano tienen que ir definidas de una entrega total y renuncia de mi mismo, por un real y verdadero vaciamiento. Tienen que darse de forma natural, a partir del Amor que tenemos a nuestros projimos...Me doy a los demás vaciándome de mi mismo, de mis intereses y perspectivas humanas. Sólo así Dios es Dios.


El día en el que muera quiero presentarme ante Dios con las manos vacías (ya Él sabe dónde fue a parar las cosas y carismas que me dio…) y decirle: mira Señor, me diste alegría y la sembré a los demás; inteligencia y la puse al servicio desinteresado de los otros; esperanza y la entregué al que la necesitaba… El repertorio con el que voy ante Dios no es de lo que tengo, de lo bueno que he hecho… Llegaré a Dios vacío, suplicante, mendigo, pobre… y Él será mi única ayuda para siempre…y lo unico que quiero tener...y tendre.

Siempre me llamó la atención que cuando una persona crece más en santidad, más pobre y débil se encuentra ante Dios.
La venida definitiva de Jesús en los últimos tiempos será ante todo un acto de discernimiento.
¿Qué vamos a heredar?: Un reino preparado para cada uno de nosotros.
¿Qué condiciones tenemos que reunir para heredar el reino?:


_No darle a las cosas mundanas nuestro corazón.

_Un verdadero amor al prójimo. Si hay verdadero amor siempre se puede ayudar, aunque no tengamos medios económicos…

Tenemos que ser dignos herederos de lo que vamos a heredar: la vida eterna.

Los justos se quedan sorprendidos porque no reconocieron a Jesús en el camino de su vida, y el Señor estaba presente en los más débiles. Los injustos llegaron a ser tales por la omisión, porque no hicieron…no esperemos estar en ese grupo...


" Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»


HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON


CRISTO VIVVE!!!

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