¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

viernes, 7 de octubre de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo del Tiempo Ordinario +09 de Octubre del 2011

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (25,6-10a):

Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. Lo ha dicho el Señor. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»


Palabra de Dios

Salmo
Sal 22, 1-6

R/.
Habitaré en la casa del Señor
por años sin término


El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.


Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.


Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,12-14.19-20):

Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Palabra de Dios

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»


Palabra del Señor



Homilía

El Evangelio de hoy se refiere al "Banquete de Bodas" preparado por Dios nuestro Señor para todos los seres humanos al final de los tiempos.  Se trata de nuestra salvación, de nuestra felicidad eterna con El para siempre en la Jerusalén Celestial, cuando Dios “enjugará toda lágrima y ya no existirá ni muerte, ni duelo, ni gemidos, ni penas" (Ap. 21, 4)  y viviremos en completa y perfecta felicidad para siempre.


Se trata del "Banquete de Bodas" (Mt. 22, 1-14).   Es la celebración de la Boda del Hijo de Dios con la humanidad.  Y a esa fiesta estamos invitados todos.  Pero en la descripción que hace San Mateo, vemos cómo algunos responden a la invitación del Señor y otros no, porque tuvieron algo más importante que hacer:  “El Reino de los Cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas  para su hijo.  Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir ... Uno se fue a su campo, otro a su negocio ..."
Y ... ¡cuántas veces no hacemos nosotros lo mismo!  Dios nos llama y en vez de atender su invitación, le damos la espalda.  Dios nos ofrece la oportunidad de ir a su Fiesta y de tener la felicidad para siempre, y ... ¿cómo respondemos?  Si nos revisamos bien, podemos darnos cuenta de la importancia que le damos a las cosas de este mundo, y de cómo postergamos o rechazamos las cosas eternas, al no aceptar las invitaciones del Señor.

¿Será que los hombres y mujeres de hoy estan tan hundidos en los negocios terrenos que consideramos que es tiempo perdido pensar en Dios y en la vida eterna?   Y ¿qué nos dice el Evangelio sobre los que no acepten la invitación al Banquete Celestial?  Es muy claro:  otros serán invitados en lugar de los que no asistan.

Otro Evangelista, San Lucas, al relatar esta Fiesta Celestial nos habla de que el anfitrión invitó luego a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos (Lc. 14, 22) .   Y ¿quiénes son esos minusválidos que el Señor invita debido a la ausencia de los invitados iniciales?  Son todos aquéllos que el mundo considera insuficientes:  los pobres de corazón, que saben que no tienen nada si no tienen a Dios; los inválidos -inválidos espirituales- que saben que no pueden valerse sin la ayuda de Dios; los cojos que saben que necesitan las muletas que sólo Dios puede ofrecerles; los ciegos que saben que necesitan la luz de Dios para poder ver. 

Los sabios según la sabiduría de este mundo, los orgullosos, los  presuntuosos, los apegados a las cosas del mundo y a los bienes materiales corren el riesgo de ser invitados y de no asistir, por no darse cuenta de que la invitación del Señor es infinitamente más importante que cualquier negocio, cualquier preocupación material, cualquier apego terreno.  Y corren el riesgo, también, de no estar vestidos adecuadamente y de ser echados fuera.
No estar bien vestidos significa no tener suficiente preparación espiritual para poder ser aceptado en la Fiesta de la Salvación, y se visten asi los hipócritas, que ademas de fingir estar preparados para ese encuentro con Dios, creen que puede disimular su mal atuendo interior.
El traje de la boda lógicamente no es algo físico sino mas bien una condición del corazón y una forma de vivir en concordancia con el Evangelio.

+¿Cómo es tu vida interior?
+¿Dedicas tiempo a prepararte interiormente?

La invitación al Banquete Celestial es para todos, pero muchos no aceptan ... y algunos no están debidamente preparados.  De allí la sentencia de Jesús al terminar esta parábola:  "Muchos son los llamados y pocos los escogidos".      

En conclusion:  El mensaje de Jesús rompe las fronteras y está abierto a toda la humanidad, sea de la raza que sea.

La invitación de Dios se hizo por los caminos y senderos y los que iban por ellos representan a los pecadores y a las personas que nunca esperaban una invitación al Reino de Dios.

La invitación de Dios es a una fiesta de bodas. La invitación es a la alegría. Es al gozo y a la paz interior a lo que nos invita el Evangelio.

Es a redimirnos desde nuestras propias miserias humanas.Es la invitacion a vivir plenamente,a bailar y cantar, en un salon lleno de luz, unidos en la fe y esperanza...gozando de una felicidad verdadera y plena.

Hay una enseñanza que nos queda de la Palabra de hoy: Una persona no puede seguir viviendo como vivía antes de encontrarse con el Señor. Debe vestirse de una nueva pureza y santidad y bondad. No tiene que ver con lo que nos ponemos para ir a la Iglesia sino con la verdadera intencion, espíritu y devocion con que que vamos a la casa de Dios.

El que tenga oidos...que oiga.

Hermano Juan Pablo CORC+Revdmo. Juan David Falcon

CRISTO VIVE!!!

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