¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

domingo, 21 de octubre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 29º del Tiempo Ordinario 21de Octubre del 2012

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (53,10-11):

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.


Palabra de Dios

Salmo
Sal 32,4-5.18-19.20 y 22

R/.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16):

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.


Palabra de Dios

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,35-45):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

Palabra del Señor



Homilia
¿Por todos? ¿Ha venido a dar su vida por todos? ¿Y por los terroristas y los violadores, por los ladrones y asesinos, por los ateos y por los flojos, que no saben lo que quieren en la vida...?

!!¿Por todos...?!!
Me temo que sí... Jesús vino para que todos tengamos vida y vida Eterna, disfrutando de felicidad plena. Quizás la gente que no ha descubierto a Dios todavía no ha saboreado la alegría de sentirse en familia con Cristo, la alegria de ser hermano de todos, ahí está su pena y su tristeza, muchos viven odiando o amargados que es lo mismo que vivir sin ser feliz.Ese debe de ser nuestro testimonio de creyentes en el mundo de hoy: Tenemos que ser testigos del amor de Dios que nos hace ser servidores de los demás.


Cuando alguien me decía que quería vivir como "los primeros cristianos...como los apostoles" , la verdad es que me daba risa, porque siempre venía a mi mente este evangelio de hoy. Aquellos discípulos que convivieron con Jesús, que escucharon en directo su voz y compartieron con Él el pan; que vieron sus milagros... no eran mejores que nosotros, casi les diría que no destacaban por su gran fe ni por su afán de servicio a los demás. Una cosa es estar con Cristo y otra bien distinta es seguir a Cristo. Creo que aquellos apóstoles en este día se quedaron en lo primero. Tenían la mentalidad de cualquier ser humano. Buscaban los mejores puestos no el amar más y servir mas. Pensaban solo en cual seria su recompensa, que fruto obtendrian. Así son las personas cuando el Señor no ha llegado a lo mas profundo de su ser...a su más íntimo yo.


No nos engañemos, a quien no le gusta que le reconozcan su trabajo?!!. La diferencia en la vida cristiana es que nuestro trabajo no tiene que ir unido sólo a las expectativas de reconocimiento humano. Puede ser que los demás no reconoscan tus luchas y trabajos, tus sacrificios y preocupaciones, pero ¡qué bueno es gastar la vida por los demás sin interés, sin buscar recompensa! Sólo Dios y tú saben el valor de cada cosa que has hecho por los otros. El amor de Dios, su proteccion y guia será tu salario y tu recompensa.


La gloria humana oscurece la gloria de Dios. Si te mueves en criterios humanos nunca entenderás las palabras y mensaje de Cristo. Hay que "nacer de nuevo". Muchas veces en nuestra oración diaria hacemos lo mismo que aquellos apóstoles, le decimos a Dios cuáles son nuestros deseos, qué es lo que debe de hacer El por nosotros, en lugar de ser nosotros quienes nos dejemos hacer por Dios.Quienes nos abandonemos de forma total a su voluntad...


Los otros discípulos se enfadaron con ellos porque buscaban preferencias. No crean ustedes que pensaban que era inoportuno pedirlas, sino porque cada uno la deseaba tambien para sí, con lo que los diez demostraron también su ambición. Jesús aprovechó la ocasión para amonestarles a todos.Muchas veces en nuestra querida Iglesia vemos ejemplos de personas que quieren sobresalir por encima de los demás.


La gente cuando mira a la Iglesia lo hacen con criterios sólo humanos y no debe de ser asi...Tenemos que marcar en nuestra vida eclesial diaria que los oficios en la Iglesia no son puestos de dominación sino responsabilidades de servicio. Los que son más serviciales y, por ello más útiles, son los más honorables y verdaderos dicipulos de Cristo. Para darnos ejemplo es el propio Jesús quien se pone de modelo. Él tomó la forma de esclavo y vino a servir no a ser servido.


Ojalá sepamos transmitir a los hermanos y hermanos que el servicio, en especial a los más débiles y necesitados de la sociedad, es el camino de hacer presente a Dios en nuestro mundo. Cuando nos encontremos ante nuestro Señor, no nos preguntará ni los dogmas, ni la Biblia, ni los mandamientos ni siquiera los sacramentos, sino cómo los hemos vivido en actitud de servicio y disponibilidad a los demas. Me pregunto cómo todavía hay cristianos solamente preocupados por la pureza doctrinal cuando en realidad el Evangelio nos invita a la pureza de vida y de corazón...


Recordemos amados hermanos, “Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos”,  nos dice hoy el Evangelio (Mc. 10, 35-45).

En el seguimiento a Cristo no hay puestos, ni competencias, ni comparaciones, ni pre-eminencias, ni ambiciones, ni afán de honores, de glorias, de triunfos.   El que quiera ser grande, que se humille.  El que quiera ser primero, que sirva.  El que quiera sobresalir, que desaparezca. 
Jesús nos da el ejemplo.  El, siendo Dios, el Ser Supremo, ha venido “a servir y a dar su vida por la salvación de todos”.  Es lo que se re-actualiza en cada Eucaristía.  Es lo que cada uno de nosotros debe re-actualizar en su vida:  servir, aún en el sufrimiento, en la cruz de cada día, en la muerte, para la salvación propia y de otros.

Nuestra honra no está en las honras pasajeras de los reconocimientos humanos.  Nuestra honra está en la gloria eterna, la cual ha ganado para todos con su muerte y resurrección, Jesucristo, nuestro Salvador.
La mejor manera de gastar la vida es saber que todo lo que uno ha vivido ha valido la pena, que hicimos cada cosa en su momento y que nunca dejamos temas pendientes para un mañana que no llegará. El tiempo de Dios se llama "ahora".


“Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos”, (Mc. 10, 35-45).



OREMOS!!!


Señor y Dios nuestro Jesucristo, Tú nos invitas hoy
a seguirte en fidelidad y desde la humildad,
servir a Ti y a cada hermano.

Hoy Tú nos adviertes de la tentación de superioridad,
para que huyamos del deseo de mandar, dominar,
y de imponer nuestras ideas, ejerciendo poder sobre los demas.

Tu gran Lección de Amor es ésta:
Sólo se es grande cuando servimos
a todos aquellos hermanos que nos necesitan,
y cuando acercamos tu Amor y Misericordia a los demás,
entregando con generosidad la vida y nuestro tiempo.

Hoy nos adviertes para no caer en la tentación del prestigio,
y nos pides que ocupemos siempre los últimos puestos
para así poder atender mejor a todos nuestros hermanos.

Gracias porque hoy nos recuerdas que el Seguimiento a Ti
exige en nosotros un cambio de mentalidad y de modo de actuar,
que estemos siempre en sintonía con la conversión a Ti y a tu Amor.

Ayúdanos Tú, Dios nuestro, a ser generosos y desprendidos
para entregarnos a los demás y para que con nuestro servicio
logremos embellecer nuestro mundo y nuestra sociedad.

Danos Tú, Dios nuestro, un corazón alegre y dispuesto
para sembrar esperanza en el mundo y trabajar sin cansancio
en la construcción de tu Reino de Vida y de Salvación,
para que tu Amor y Misericordia alcancen el corazón
de cada persona necesitada de Ti en su vida diaria. 



Amén


HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON



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