¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 31 de marzo de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo de Ramos _01 de Abril del 2012

Introducción por el Celebrante


¡Vengan, Vayamos con Él!
Hoy, y durante los días de la Semana Santa, vemos a Jesús en toda su flaqueza humana, tanto como la nuestra, excepto en el pecado; pero también le vemos en su determinación de amor y en su valor para cumplir la misión para la que había venido a este mundo. Finalmente vemos a Jesús en su triunfo: primero en un triunfo muy provisional y frágil cuando la muchedumbre le aclama como Mesías, pero que pocos días más tarde se vuelve contra él; después, en el triunfo definitivo de su resurrección. Vemos cómo él estaba con nosotros en las profundidades de la angustia y la soledad. Podemos comprenderle y sentir como él. Él nos invita a superar todos los miedos, el mal y hasta la misma muerte. ¡Venga, vayamos con él!
¿Cuál es nuestra postura interior?
Hoy, en este Domingo de Ramos, y durante los días de la Semana Santa, vemos a Jesús rodeado de su pueblo que le aclamó agitando palmas; le veremos portando su cruz, muriendo con una muerte ignominiosa clavado en la cruz. ¿Cuál es nuestra postura interior? ¿Con quién o con quiénes nos identificamos? Para nosotros, ¿es Jesús realmente el Hijo de Dios, que murió por nosotros porque nos amaba en extremo? ¿Hasta qué punto cambia nuestra vida, porque le conocemos? Y el próximo domingo de resurrección, ¿nos regocijaremos y le alabaremos como nuestro Señor que nos da vida?




Oración de Bendición de los Ramos o Palmas


Oremos.
(Pausa)
Oh Dios, Salvador nuestro:
Tu Hijo Jesús se dio a sí mismo el nombre de “madero verde”,
porque él es el árbol en el que estamos injertados
de forma que podemos recibir de él la savia de la vida espiritual.
Que estos ramos verdes que portamos en nuestras manos
expresen que estamos unidos a él
y que queremos vivir en él
como el pueblo al que él libera del pecado y al que da nueva vida con amor hacia ti, Dios nuestro, y hacia los hermanos.
Bendice + estos ramos vivos, para que los agitemos
aclamando a Jesús como al Señor
a quien queremos seguir fielmente
en nuestro camino hacia ti, nuestro Dios vivo.
Que él no permita que nos marchitemos como hojas inútiles y secas,
pues él es nuestro Señor y Salvador, por los siglos de los siglos.


El sacerdote rocía los ramos con agua bendita en silencio.



Oración Colecta
Oremos para que sepamos seguir a Jesús
en su camino de servicio.
(Pausa)
Oh Dios y Padre nuestro:
En Jesucristo tu Hijo nos has mostrado
que el camino que conduce a la victoria
es el camino del servicio amoroso
y de la disponibilidad para pagar el precio del sacrificio
mostrando así un amor fiel e inquebrantable.
Danos la mentalidad y la actitud de Jesús,
para que aprendamos a servir como él
y como él amar a los demás sin contar el precio.
Que así lleguemos a ser victoriosos con él,
que es nuestro Señor y Salvador
por los siglos de los siglos.

 
 
 
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (50,4-7):

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.


Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24

R/.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.

Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos. R/.

Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.

Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel. R/.
 
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):


Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.


Palabra de Dios
 
Evangelio
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):

C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Él respondió:
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»


Palabra del Señor
 
HOMILIA
 
Durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la salvación realizados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén y terminando con su resurrección de entre los muertos.


¿Qué es la Semana Santa para la gente de hoy?
Para muchos un tiempo de descanso y de diversión. Para otros un tiempo para hacer un alto al ajetreo cotidiano y para unos pocos es el tiempo de reflexión sobre Jesús y su obra, sobre su vida y su final, camino de la resurrección. Hoy la Semana Santa se vive en un contexto bien diferente a lo que era antaño, las expresiones de fe son hoy distintas, pero el contenido es el mismo.


La Iglesia nos propone al lado de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la meditación de su Pasión. Curioso equilibrio que nos da pistas más que suficientes para los cristianos de nuestro tiempo. En realidad la vida de todos los cristianos se mueve siempre entre un Domingo de Ramos y una semana de pasión camino de la resurrección.
Los judíos esperaban un Mesías guerrero; en este día vemos como Jesús entra en Jerusalén como príncipe de la Paz. Si ellos esperaban un Mesías que utilizaría incluso la violencia si fuese necesario, se nos aparece como el Mesías de la Paz.


Estamos en Domingo de Ramos cuando entramos triunfalmente en la vida de los demás. Cuando somos alguien para los otros, cuando el Evangelio no nos resulta pesado de llevar ni inconvenientes sus exigencias. Es Domingo de Ramos cuando todos nos alaban y nos admiran, cuando nuestra vida está llena de un sentido espiritual que es capaz de transmitir algo a los que nos rodean. Pero pronto llega la semana de pasión.


La Pasión y muerte de Jesús nos quiere decir muchas cosas a nuestra vida de cristianos de este momento que nos ha tocado vivir.
La Pasión que nos cuenta san Marcos es la más antigua que existe ya que es anterior a la de los otros Evangelios sinópticos —san Mateos y san Lucas— escritos más tarde.
Comienza el relato con la conspiración para arrestar y matar a Jesús. Le sigue un momento de alegría con perfume derramado y a renglón seguido la traición de Judas, La cena del Señor se continúa con la negación de Pedro desde donde se pasa a la oración en Getsemaní. De la oración pasamos al arresto y de allí al Sanedrín y a las negaciones de Pedro. Pilato y la sentencia de muerte de Jesús le llevan directamente a la crucifixión, a la muerte y a la sepultura. ¿Cuántas veces en nuestra vida sucede lo mismo? De la gloria pasamos a la soledad del dolor , de allí al juicio y del juicio a la propia muerte.


Ningún cristiano puede esperar que toda su vida sea una entrada triunfal en Jerusalén. Tenemos que asumir que también nosotros tenemos momentos de cruz, de muerte e incluso de sepultura. El Evangelio de hoy se detiene aquí, en la sepultura, que es como el interrogante máximo del ser humano. Una sepultura tapada encierra todo el misterio de la vida y de la muerte. De cara a la sepultura nos preguntamos qué sentido tiene la vida y la muerte. Jesús quiso recorrer ese mismo camino para explicarnos y hacernos ver el sentido de la vida y del proyecto que Dios tiene para con los seres humanos.


En tan pocos líneas se nos revela la vida de Jesús como la de un ser humano camino de su hora final pero llevada con una actitud de obediencia al Padre. Ser cristiano es también descubrir lo que Dios quiere para cada uno en cada momento y circunstancia.
Nos quedamos al pie del sepulcro meditando y contemplando el misterio de la muerte en la esperanza de la resurrección.

 
Concluyendo amados hermanos y hermanas, estos días de la Semana Santa se nos llama a la muerte con Cristo: a sacrificar nuestra vida por El y por lo que El nos dice en su Evangelio. No basta recoger palmas benditas este Domingo de Ramos, no basta visitar a Cristo expuesto solemnemente el Jueves Santo, no basta siquiera pensar en los sufrimientos de Cristo durante la ceremonia del Viernes Santo. Todo esto es necesario ... muy necesario. Pero todo esto debiera llevarnos a imitar a Cristo en esa cruz y en esa muerte que El nos pide para poder salvar nuestras vidas.


Y ¿qué es ese morir que Cristo nos pide? El lo determina muy bien cuando nos dice cómo hemos de seguirlo: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo”. Comprender qué significa negarse uno mismo es más o menos simple. Hacerlo es ya más difícil ... pero no imposible. Negarse a uno mismo es sencillamente decirse “no” a lo que uno desea, a lo que uno cree que es lo mejor, a lo que uno cree que es lo más conveniente, a lo que uno cree que es necesario ... cuando eso que uno desea, que uno cree lo mejor, más conveniente y necesario no coincide con lo que Cristo nos dice, nos muestra y nos pide.

Y ¿por qué es difícil negarse a uno mismo? Es difícil, porque estamos acostumbrados a consentirnos a nosotros mismos, a decirnos que sí a todos nuestros deseos, antojos, supuestas necesidades, apegos, etc. Nos amamos mucho a nosotros mismos; por eso nos consentimos tanto. El mundo nos vende la idea de complacer nuestro “yo”, con cosas lícitas o ilícitas, necesarias o innecesarias, buenas o malas. No importa. Lo importante es hacer lo que uno quiera. Y esto que está tan arraigado en nuestra forma de ser, va en contra de lo que Cristo hizo y nos pide con su ejemplo y su Palabra.

Bien están las palmas benditas y la visita a los Monumentos, pero -además de esas devociones- para seguir a Cristo como El nos pide, no nos queda más remedio que “morir con El para vivir con El” (Rom.6, 8).

HERMANO JUAN PABLO CORC_OBISPO JUAN DAVID FALCON

miércoles, 28 de marzo de 2012

S.S.Benedicto XVI: visita apostólica a México_«continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia»

I.- Mensaje a las autoridades en la ceremonia de Bienvenida en el aeropuerto internacional de Guanajato (viernes 23-3-12)




"Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad".









"Como peregrino de la esperanza, les digo con san Pablo: «No se entristezcan como los que no tienen esperanza» (1 Ts 4,13). La confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza de quien cree. Y, sabiendo esto, se esfuerza en transformar también las estructuras y acontecimientos presentes poco gratos, que parecen inconmovibles e insuperables, ayudando a quien no encuentra en la vida sentido ni porvenir.
Sí, la esperanza cambia la existencia concreta de cada hombre y cada mujer de manera real. La esperanza apunta a «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Ap 21,1), tratando de ir haciendo palpable ya ahora algunos de sus reflejos. Además, cuando arraiga en un pueblo, cuando se comparte, se difunde como la luz que despeja las tinieblas que ofuscan y atenazan. Este país, este Continente, está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor".










«continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia»
"Junto a la fe y la esperanza, el creyente en Cristo, y la Iglesia en su conjunto, vive y practica la caridad como elemento esencial de su misión. En su acepción primera, la caridad «es ante todo y simplemente la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación», como es socorrer a los que padecen hambre, carecen de cobijo, están enfermos o necesitados en algún aspecto de su existencia. Nadie queda excluido por su origen o creencias de esta misión de la Iglesia, que no entra en competencia con otras iniciativas privadas o públicas, es más, ella colabora gustosa con quienes persiguen estos mismos fines. Tampoco pretende otra cosa que hacer de manera desinteresada y respetuosa el bien al menesteroso, a quien tantas veces lo que más le falta es precisamente una muestra de amor auténtico.

Señor Presidente, amigos todos: en estos días pediré encarecidamente al Señor y a la Virgen de Guadalupe por este pueblo, para que haga honor a la fe recibida y a sus mejores tradiciones; y rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia. Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía ya, pero ahora lo veo y lo siento muy dentro del corazón. Espero con toda mi alma que lo sientan también tantos mexicanos que viven fuera de su patria natal, pero que nunca la olvidan y desean verla crecer en la concordia y en un auténtico desarrollo integral. Muchas gracias".


II.- Mensaje a los niños en la Plaza de la Paz, Guanajuato (Sábado 24-3-12)






- Este lugar en el que nos hallamos tiene un nombre que expresa el anhelo presente en el corazón de todos los pueblos: «la paz», un don que proviene de lo alto. «La paz esté con ustedes» (Jn 20,21). Son las palabras del Señor resucitado. Las oímos en cada Misa, y hoy resuenan de nuevo aquí, con la esperanza de que cada uno se transforme en sembrador y mensajero de esa paz por la que Cristo entregó su vida”.



- “Eso mismo vivieron los beatos Cristóbal, Antonio y Juan, los niños mártires de Tlaxcala, que conociendo a Jesús, en tiempos de la primera evangelización de México, descubrieron que no había tesoro más grande que él. Eran niños como ustedes, y de ellos podemos aprender que no hay edad para amar y servir”.



III.- Mensaje a los fieles en la Misa en el Parque Expo Bicentenario de León (Domingo 25-3-12), a la que asistieron unos 600.000




“Queridos hermanos, al venir aquí he podido acercarme al monumento a Cristo Rey [escultura de bronce de 22 mts. de altura a 2.7000 mts. de altitud, que en 1952 substituyó a la anterior erigida en 1923 y bombardeada en 1926 durante la Guerra Cristera. Ahora, Benedicto XVI encendió la nuevs iluminación], en lo alto del Cubilete. Mi venerado predecesor, el beato Papa Juan Pablo II, aunque lo deseó ardientemente, no pudo visitar este lugar emblemático de la fe del pueblo mexicano en sus viajes a esta querida tierra”. […]. Pero las coronas que le acompañan, una de soberano y otra de espinas, indican que su realeza no es como muchos la entendieron y la entienden. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la verdad de la que ha dado testimonio”.

“También hoy, desde este parque con el que se quiere dejar constancia del bicentenario del nacimiento de la nación mexicana, aunando en ella muchas diferencias, pero con un destino y un afán común, pidamos a Cristo un corazón puro, donde él pueda habitar como príncipe de la paz, gracias al poder de Dios, que es el poder del bien, el poder del amor”.

En el rezo de mediodía y el sermón de la misa central de su primera visita a México, el obispo de Roma llamó a la reconversión cristiana de los pecadores, pues ninguna estrategia humana por sí sola, frenará el mal, la violencia y el narcotráfico.

 "Esto nos puede recordar hoy a cada uno de nosotros y a nuestros pueblos que, cuando se trata de vida personal y comunitaria en su dimensión más profunda, no bastaran las estrategias humanas para salvarnos.
" Se ha de recurrir también al único que puede dar vida en plenitud, porque Él mismo es la esencia de la vida y su autor, y nos ha hecho partícipes de ella por su hijo Jesucristo", refirió.


 Luego de sobrevolar en helicóptero el cerro del Cubilete y bendecir la efigie de Cristo Rey, el jerarca religioso encomendó durante la misa que la fraternidad, regrese a México y América Latina por la intercesión de la Virgen y la decisión de Jesús.

 "En tiempos de prueba y dolor, ella ha sido invocada. Ella ha sido invocada por los mártires que a la voz de 'Viva Cristo Rey y María de Guadalupe', han dado testimonio inquebrantable de fidelidad al Evangelio y entrega a la Iglesia.
"Le suplico ahora que su presencia en esta nación, continúe llamando al respeto, defensa y promoción de la vida humana y al fomento de la fraternidad, evitando la inútil venganza y desterrando el odio que divide", señalo.


 En la homilía, el sucesor de Pedro habló de los grandes problemas que enfrenta México, como el narcotráfico, el crimen y la pobreza y considero que con fe y siguiendo los preceptos del Evangelio, se podrán superar estas adversidades.
"En estos momentos en que tantas familias se encuentran divididas y forzadas a la migración, cuando muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad, acudimos a María en busca de consuelo, fortaleza y esperanza (...) para superar así todo mal e instaurar una sociedad más justa y solidaria",



V.- Mensaje/Homilía a los obispos de México y de América en la celebración de las vísperas. Basílica-Catedral de Nuestra Señora de la Luz, León (25-3-12)





“Aquel ideal [de aquellos primeros misioneros] de no anteponer nada al Señor, y de hacer penetrante la Palabra de Dios en todos, sirviéndose de los propios signos y mejores tradiciones, sigue siendo una valiosa orientación para los Pastores de hoy”.[…]

“Las iniciativas que se realicen con motivo del Año de la fe deben estar encaminadas a conducir a los hombres hacia Cristo, cuya gracia les permitirá dejar las cadenas del pecado que los esclaviza y avanzar hacia la libertad auténtica y responsable. A esto está ayudando también la Misión continental promovida en Aparecida, que tantos frutos de renovación eclesial está ya cosechando en las Iglesias particulares de América Latina y el Caribe. Entre ellos, el estudio, la difusión y meditación de la Sagrada Escritura, que anuncia el amor de Dios y nuestra salvación”. .[…].






“Y una atención cada vez más especial se debe a los laicos más comprometidos en la catequesis, la animación litúrgica, la acción caritativa y el compromiso social. […].Estén del lado de quienes son marginados por la fuerza, el poder o una riqueza que ignora a quienes carecen de casi todo. La Iglesia no puede separar la alabanza de Dios del servicio a los hombres.






 Al final (lunes 26-3-12), tuvo lugar la Ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato



 Despedida de Benedicto XVI de México

Mi breve pero intensa visita a México llega ahora a su fin. Pero no es el fin de mi afecto y cercanía a un país que llevo muy dentro de mí. Me voy colmado de experiencias inolvidables, como inolvidables son tantas atenciones y muestras de afecto recibidas.

Y doy las gracias de todo corazón a cuantos han facilitado o colaborado para que, tanto en los aspectos destacados como en los más pequeños detalles, los actos de estas jornadas se hayan desarrollado felizmente. Pido al Señor que tantos esfuerzos no hayan sido vanos, y que con su ayuda produzcan frutos abundantes y duraderos en la vida de fe, esperanza y caridad de León y Guanajuato, de México y de los países hermanos de Latinoamérica y el Caribe.

Ante la fe en Jesucristo que he sentido vibrar en los corazones, y la devoción entrañable a su Madre, invocada aquí con títulos tan hermosos como el de Guadalupe y la Luz, que he visto reflejada en los rostros, deseo reiterar con energía y claridad un llamado al pueblo mexicano a ser fiel a sí mismo y a no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal, a ser valiente y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y su futuro.


También he sido testigo de gestos de preocupación por diversos aspectos de la vida en este amado país, unos de más reciente relieve y otros que provienen de más atrás, y que tantos desgarros siguen causando. Los llevo igualmente conmigo, compartiendo tanto las alegrías como el dolor de mis hermanos mexicanos, para ponerlos en oración al pie de la cruz, en el corazón de Cristo, del que mana el agua y la sangre redentora.

En estas circunstancias, aliento ardientemente a los católicos mexicanos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder a la mentalidad utilitarista, que termina siempre sacrificando a los más débiles e indefensos. Los invito a un esfuerzo solidario, que permita a la sociedad renovarse desde sus fundamentos para alcanzar una vida digna, justa y en paz para todos. Para los católicos, esta contribución al bien común es también una exigencia de esa dimensión esencial del evangelio que es la promoción humana, y una expresión altísima de la caridad. Por eso, la Iglesia exhorta a todos sus fieles a ser también buenos ciudadanos, conscientes de su responsabilidad de preocuparse por el bien de los demás, de todos, tanto en la esfera personal como en los diversos sectores de la sociedad.




Queridos amigos mexicanos, les digo ¡adiós!, en el sentido de la bella expresión tradicional hispánica: ¡Queden con Dios! Sí, adiós; hasta siempre en el amor de Cristo, en el que todos nos encontramos y nos encontraremos. Que el Señor les bendiga y María Santísima les proteja.





 

AMADISIMOS HERMANOS...LOS DEJO CON LAS IMAGENES Y MENSAJES DE ESTE VIAJE PAPAL PARA QUE CADA UNO DE NOSOTROS REFLEXIONEMOS Y RESCATEMOS EL MENSAJE QUE NUESTRO AMADO DIOS, QUIERE DARNOS A CADA UNO DE NOSOTROS Y A TODA LA IGLESIA CRISTIANA DE MEXICO Y LATINOAMERICA, POR MEDIO DE S.S. BENEDICTO XVI.

Y SIGAMOS EN ORACION PARA QUE ESTE MENSAJE VERDADERAMENTE TRAIGA PAZ, ALEGRIA Y AMOR A NUESTRAS VIDAS...Y QUE NOS AYUDE A VIVIR CON INTENSIDAD ESTA PROXIMA SEMANA SANTA...LOGRANDO ASI NUESTRA CONVERSION TOTAL Y DEFINITIVA, PARA ASI SER TESTIGOS DE VIDA DE NUESTRO CRISTO RESUCITADO Y PODAMOS A UNA SOLA VOZ DECIR...!! CRISTO VIVE!!!...Y VIVE EN CADA UNO DE NOSOTROS!! ASI SEA.


HERMANO JUAN PABLO CORC_OBISPO JUAN DAVID FALCON


domingo, 25 de marzo de 2012

NO JUZGUES A LAS PERSONAS POR SU APARIENCIA...POR COMO SON O COMO ACTÚAN O COMO SE VISTEN, MÁS BIEN BUSCA EN SU INTERIOR LA RIQUEZA DE SU CORAZÓN, DONDE HABITA DIOS, QUE ES EL VERDADERO AMOR.



Amadisimos hermanos, este es el primer mensaje y aprendizaje que me ha dejado hasta ahora la bendita y providencial visita de Nuestro Papa Benedicto XVI a tierras Mexicanas...y no porque esta frase la haya dicho el, si no porque tengo que reconocer que yo era de los tantos hermanos y hermanas que al ver la figura y personalidad de su Santidad Benedicto VXI, desde el inicio de su Pontificado,lo comparaba con la personalidad bondadosa, carismatica y espiritual del ahora Beato, su Santidad Juan Pablo II y pues al parecer no habia comparacion, todos veiamos un gran contraste y diferencia...y si bien es cierto que la personalidad de nuestro nuevo Papa es rigida, seria, dura, un tanto intelectual y poco carismatica, mas cierto es que Nuestro Amado Dios no se equivoca, pues al ver a Benedicto VXI mas de cerca, su comportamiento y deseo sincero de sentirse cerca de su pueblo...al escuchar sus primeros mensajes en esta visita a Mexico, de verdad que me ha transmitido...nos a transmitido y demostrado, en palabra y testimonio, que Nuestro Padre Dios, nos abrasa y ama por medio de su persona y en sus ojos descubrimos la mirada de Jesus...de Cristo que nos habla y nos dice, nos confirma...AQUI ESTOY YO...AQUI SIGO...no veas la aparierncia de mi mensajero pues, hasta la mirada mas dura, yo la puedo emblandecer, hasta la mirada mas vacia yo la puedo llenar de vida...es Dios nuestro Senor, quien se manifieta por medio de nuestro Papa y verdaderamente nos llena de esperanza, fe y amor...bien nos lo dice Dios por medio de benedicto VXI en su primer mensaje a su llegada a Mexico:


"Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad".



Solo Cristo podria inspirar tan acertadas palabras, urgentes de escuchar en estos tiempos de caos y desunion...continua diciendo:



"Como peregrino de la esperanza, les digo con san Pablo: «No se entristezcan como los que no tienen esperanza» (1 Ts 4,13). La confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza de quien cree. Y, sabiendo esto, se esfuerza en transformar también las estructuras y acontecimientos presentes poco gratos, que parecen inconmovibles e insuperables, ayudando a quien no encuentra en la vida sentido ni porvenir.



Sí, la esperanza cambia la existencia concreta de cada hombre y cada mujer de manera real. La esperanza apunta a «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Ap 21,1), tratando de ir haciendo palpable ya ahora algunos de sus reflejos. Además, cuando arraiga en un pueblo, cuando se comparte, se difunde como la luz que despeja las tinieblas que ofuscan y atenazan. Este país, este Continente, está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor".



Y yo añadiria...hacia un mundo mejor y con mas presencia viva, verdadera, real de Dios...


 


«continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia»


"Junto a la fe y la esperanza, el creyente en Cristo, y la Iglesia en su conjunto, vive y practica la caridad como elemento esencial de su misión. En su acepción primera, la caridad «es ante todo y simplemente la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación», como es socorrer a los que padecen hambre, carecen de cobijo, están enfermos o necesitados en algún aspecto de su existencia. Nadie queda excluido por su origen o creencias de esta misión de la Iglesia, que no entra en competencia con otras iniciativas privadas o públicas, es más, ella colabora gustosa con quienes persiguen estos mismos fines. Tampoco pretende otra cosa que hacer de manera desinteresada y respetuosa el bien al menesteroso, a quien tantas veces lo que más le falta es precisamente una muestra de amor auténtico.



Señor Presidente, amigos todos: en estos días pediré encarecidamente al Señor y a la Virgen de Guadalupe por este pueblo, para que haga honor a la fe recibida y a sus mejores tradiciones; y rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia. Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía ya, pero ahora lo veo y lo siento muy dentro del corazón. Espero con toda mi alma que lo sientan también tantos mexicanos que viven fuera de su patria natal, pero que nunca la olvidan y desean verla crecer en la concordia y en un auténtico desarrollo integral. Muchas gracias".



Palabras muy actuales y llenas de verdad, llenas de Amor y esperanza, que no pueden venir, si no de nuestro Padre Dios, que repito nos confirma: AQUI ESTOY...NO TE FLAQUEES, ESTOY Y ESTARE CONTIGO HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS...y seguramente la Oracion, que es poderosa arma ante lo imposible...Si, la Oracion de su Santidad unida a la de todos nosotros, nos traera un cambio positivo y total a cada uno de nosotros, claro esta siempre y cuando tengamos nuestro corazon abierto y nuestro oidos atentos a su palabra...escuchando su mensaje sin predispocision alguna...Dios continua hablandonos...El que tenga oidos...que oiga.



Recordemos:



NO JUZGUES A LAS PERSONAS POR SU APARIENCIA...POR COMO SON O COMO ACTÚAN O COMO SE VISTEN, MÁS BIEN BUSCA EN SU INTERIOR LA RIQUEZA DE SU CORAZÓN, DONDE HABITA DIOS, QUE ES EL VERDADERO AMOR.



Nunca sera tarde para reconsiderar, reconocer y respetar...pongamos en practica este aprendizaje de hoy, hacia todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo Jesus!!
Amen!! ( ya seguire compartiendo con ustedes de esta visita.Bendiciones)



«continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia»



HERMANO JUAN PABLO CORC+OBISPO JUAN DAVID FALCON



CRISTO VIVE!!
 

sábado, 24 de marzo de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 5º de Cuaresma+ 25 de Marzo del 2012

Saludo

Cristo, el Hijo de Dios,
aprendió a obedecer a través del sufrimiento;
y así se hizo, para todos los que le obedecen,
fuente de salvación eterna.
Que este Señor, Jesús, esté siempre con ustedes.


Introducción por el Celebrante
 
Todos los que cultivan plantas, incluso gente de la ciudad que aman las flores, saben que las semillas tienen que morir en la tierra para que los retoños puedan brotar de ellas y darnos flores llenas de color, La semilla tiene que morir para dar vida. – De la misma manera, Jesús murió para darnos vida. Y nosotros, sus discípulos hoy, tenemos que seguir sus huellas. Tenemos que entregarnos a nosotros mismos para que los otros sean felices y vivan. San Pablo dice: "Nadie vive para sí mismo". ¿Podemos decir eso de nosotros mismos?

No es de ningún modo razonable buscar dolor y sufrimiento, sin embargo, sabemos que en la vida hay ciertos sufrimientos que tenemos que aceptar en línea con nuestras tareas -una mujer tiene que pasar por los dolores de parto para traer un niño al mundo, los padres tienen que sacrificarse por sus hijos, las enfermeras tienen que dedicarse a aliviar las penas de los enfermos. Sí, la semilla tiene que morir en el surco para dar vida a una nueva planta. --- Hoy Jesús nos invita a a seguir aceptando el dolor y los esfuerzos necesarios para llevar a cabo nuestra misión en la vida.


Acto Penitencial

Pedimos ahora perdón al Señor por haber vivido demasiado centrados en nosotros mismos.
(Pausa)
  • Señor Jesús, tú nos recuerdas: "Quien ama su vida la perderá, pero quien entrega su vida logrará vida eterna":
    R/. Señor, ten piedad de nosotros.
  • Cristo Jesús, tú nos invitas: "Los que quieran servirme tienen que seguir mis huellas":
    R/. Cristo, te n piedad de nosotros.
  • Señor Jesús, tú nos das a la vez el ejemplo y la fuerza para vivir no sólo para nosotros, sino para los demás:
    R/. Señor, ten piedad de nosotros.
Restaura nuestra vida con tu perdón, Señor, y que sea una vida al servicio de Dios y de los hermanos que nos rodean,
de modo que tú puedas otorgarnos la vida eterna.



Oración Colecta

Oremos!!
(Pausa)
Oh Dios, Padre nuestro;
Tú plantaste a tu propio Hijo, Jesús,
como un grano de trigo
en los surcos de nuestra tierra,
y de su muerte brotó y creció
la abundante cosecha de una nueva humanidad.
Danos valor para seguirle,
para que nuestro amor también
traiga vida y alegría a muchos.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo, nuestro Señor.

 
Primera lectura
Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):

Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.

Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 50

R/.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R/.
 
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (12,20-33):

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este. mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Palabra del Señor
 
HOMILIA
El lenguaje del Evangelio de hoy es casi incomprensible para la gente de nuestro tiempo. Jesús hace una referencia clara y explícita al proceso de muerte que va a seguir… En un mundo donde lo que se exalta es el triunfo sin sufrimiento, la ganancia sin riesgo, la excelencia por encima del esfuerzo, bien puede aparecer esta Palabra como un sinsentido, como una insensata propuesta, como una antipropaganda del mensaje de Jesús.

El Señor hoy hace unas afirmaciones que son una invitación serena a preguntarnos sobre nuestra propia vida diaria de cristianos.
Dice el Señor que sólo por medio de la muerte viene la vida y para ello compara la muerte del grano de trigo, que muriendo hace germinar una nueva existencia. Todos los grandes ideales han perdurado porque ha habido personas dispuestas a dar la vida por ellos. Como cristianos tenemos que aprender esta lógica de Jesús que nos anima a dar nuestro tiempo, nuestros anhelos y deseos a los demás, de esta manera nuestra entrega será creadora de vida.

Dar la vida a los demás no se puede hacer de cualquier manera, necesita desde Jesús unos criterios que se imponen:
+ Entregamos nuestra vida después de un encuentro profundo con el Señor. Quien se ha encontrado con el Señor sabe que su donación no es estéril. La persona que ha profundizado en Dios hace de su vida una entrega apasionada a la causa del Evangelio.
+El cristiano es un seguidor, no un activista. La diferencia es clara: el seguidor actúa con los mismos criterios y seguimientos de quien va delante. El activista puede hacer muchas cosas pero en nombre de su activismo, muchas veces tras el cual se esconden infinidad de intereses mezquinos y complejos no declarados.

+Tenemos que morir a nuestras propias ambiciones y deseos para llegar a estar disponibles enteramente para Dios. Esta tarea no es nada fácil.
Otra afirmación de Jesús es que la única manera de no perder la vida es darla.

En muchas ocasiones hemos visto que a lo largo de la historia humana, el mundo ha sido profundamente transformado por personas que pusieron en segundo lugar su prestigio, sus intereses y seguridades personales. Quien desea ser el primero normalmente nunca pondrá en primer lugar a Dios.


En un tercer momento el Señor afirma que la grandeza sólo se obtiene por el servicio. Servir es darse. El Evangelio es darse en el amor que Dios nos tiene.
El cristiano tiene que ser un anunciador y un apasionado viviente del amor de Dios que se da a todos sin excepción. El corazón de Dios es un espacio de infinita misericordia.


La voz de Dios le llegó a Jesús en todos los grandes momentos de su vida. Le llegó en su bautismo, en la transfiguración y en estos momentos, ¿Sabemos escuchar la voz de Dios?
Buena lección nos deja Jesús con su sufrimiento aceptado. La pasión del Señor no es consecuencia de una mala suerte ni efecto de la casualidad, sino que es un acontecimiento querido por el Padre y aceptado por el Hijo. La cruz se convierte en el trono de Cristo. Obedecer al Padre incluso en el sufrimiento.
Buena enseñanza para aprender el desprendimiento de nosotros mismos y de nuestras míseras y estrechas concepciones de la vida.

 
Morir cuesta mucho. Y más cuesta la idea misma de “morir”. Pero la Palabra de Dios es clara, muy clara: debemos entregar nuestra vida, morir a nosotros mismos, si realmente queremos vivir. ¿Qué significa entregar nuestra vida y morir a nuestro yo?


Significa entregar nuestros modos de ver las cosas, para que sean los modos de Dios y no los nuestros los que rijan nuestra vida. Significa entregar nuestros planes, para pedirle a Dios que nos muestre Sus planes para nuestra vida, y realizar esos planes y no los nuestros. Significa entregar nuestra voluntad a Dios, para que sea Su Voluntad y no la nuestra la que dirija nuestra existencia en la tierra. Es, entonces, un continuo morir a lo que este mundo nos propone como deseable y hasta conveniente.


Por todo esto amados hermanos, próximos ya a la Semana Santa, cuando conmemoraremos la entrega total que Cristo hizo de Sí mismo, perdiendo su vida para darnos una nueva Vida a todos nosotros, es tiempo propicio para una profunda conversión. 
Reflexionando sobre las palabras del Evangelio y aplicándolas a nuestra vida espiritual, podríamos pedir al Señor esta gracia de conversión profunda que significa el poder comprender y realizar este ideal que nos propone y nos muestra Cristo: morir para vivir, perder para ganar, entregar para obtener.

EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.

HERMANO JUAN PABLO CORC+OBISPO JUAN DAVID
FALCON

CRISTO VIVE!!
 

viernes, 16 de marzo de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 4º de Cuaresma_18 de Marzo del 2012

Introducción por el Celebrante


Si fuéramos realmente conscientes de cuánto nos ama Dios ¿cómo podríamos permanecer indiferentes o rehusar nada a Dios? Si creemos firmemente que él nos encuentra dignos de amor, ¿cómo pudiéramos no poner nuestra confianza en él? Él no nos obliga: simplemente nos invita: "Éste es mi amor hacia ti; ¿te gustaría aceptarme a mí y mi amor? ¿Te gustaría compartir mi amor con otros amándoles a ellos también?" ¿Qué respuesta le damos a Dios, por medio de Jesucristo?
 
 

En nuestras Iglesias y en la mayoría de nuestros hogares damos al crucifijo un lugar de honor. ¿Quiere ello decir que debemos amar las cruces? No, pero indica que creemos en nuestro Señor crucificado y que le amamos de corazón. Él nos salvó por su cruz y resurrección. Él es la señal de que Dios nos ama tanto que nos entregó a su único Hijo para traernos perdón, vida y amor. Es a Cristo Jesús a quien alzamos nuestra mirada buscando fuerza para llevar las cruces que vienen a nosotros en las dificultades de la vida. También le miramos buscando alegría y felicidad en nuestro peregrinar y buscando vida eterna más allá de la muerte. Con Jesús celebramos ahora, en la eucaristía, el memorial de su sacrificio en la cruz y de su resurrección.


Acto Penitencial
Pidamos perdón al Señor por las veces que hemos rechazado su amor o hemos permanecido indiferentes a él.
(Pausa)
_Señor Jesús, tu Padre nos ama con tanto amor que te entregó a nosotros:
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
_Cristo Jesús, tu Padre te envió al mundo no para condenarnos sino para salvarnos a nosotros y a todos los hombres:
R/. Cristo, ten piedad de nosotros.
_Señor Jesús, tú quieres que brindemos a otros el gran amor con que tú nos amas:
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
Oh Dios misericordioso, confiamos en tu amor que perdona todos nuestros pecados.Renuévanos en tu amor y llévanos a la vida eterna.

 

Oración Colecta

Oremos a nuestro Padre
que con Cristo nos llevó a la vida.
(Pausa)
Oh Padre, lleno de gracia y de amor:
Tú todavía amas tanto al mundo
que sigues entregándole a Jesús, tu Hijo.
Que su cruz sea para nosotros la señal
de que estás con nosotros
en días de miseria y aflicción.
Que podamos mirarle como modelo y aprender de él
a abrir nuestras manos y corazones, unos a otros
y a darnos a nosotros mismos con nuestros dones.
Y que esto ayude al mundo a percibir tu luz
y a aceptar al Hijo que nos has dado,
Jesucristo, nuestro Señor,
por los siglos de los siglos.
 
Primera lectura
Lectura del segundo libro de las Crónicas (36,14-16.19-23):

En aquellos días, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles, y mancharon la casa del Señor, que él se había construido en Jerusalén. El Señor, Dios de sus padres, les envió desde el principio avisos por medio de sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas, hasta que subió la ira del Señor contra su pueblo a tal punto que ya no hubo remedio. Los caldeos incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Y a los que escaparon de la espada los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos hasta la llegada del reino de los persas; para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías: «Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.»
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor, por boca de Jeremías, movió el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia:
"El Señor, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!"»

Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 136,1-2.3.4.5.6

R/.
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti


Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras. R/.

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.» R/.

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R/.

Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías. R/.
 
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,4-10):

Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados–, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.

Palabra de Dios
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Palabra del Señor
 

Homilía


Nuestro evangelio de hoy comienza con una extraña historia del Antiguo Testamento. Juan cita un suceso que podemos leer en Núm 21,4-9. En esa escena Dios le dice a Moisés que haga una imagen de una serpiente y la pusiera en alto en medio del campamento, y los que la miraran se curarían.Con el paso del tiempo aquella imagen de la serpiente se convirtió en un ídolo y tuvieron que destruirla en tiempos del rey Ezequías, porque la gente había empezado a darle culto (2Re 18,4).

Ellos pensaban que el poder sanador no estaba en la serpiente; ésta no era más que un objeto que les hacía volver el pensamiento a Dios, y cuando lo hacían se curaban.
Juan tomó aquella vieja historia y la usó como una parábola profética de lo que había de suceder con Jesús. Era necesario que Jesús fuese levantado a lo alto para salvar al mundo. Para Jesús el camino de ser levantado era la cruz. En los evangelios se nos cuenta que Jesús es levantado en la cruz y en la ascensión... y esas veces hay una trayectoria que va desde el sufrimiento al gozo.

Muchos cristianos no se resignan a entender esto. El camino hacia la felicidad plena pasa sin lugar a dudas por el sufrimiento en sus múltiples formas y maneras. Nos resistimos a que en nuestra vida esté presente el sufrimiento y por eso somos incapaces de encontrar la felicidad verdadera.
Los cristianos no somos un club de masoquistas, ni mucho menos, somos quienes hemos descubierto que toda vida tiene una dimensión que no podemos evitar ni ignorar. El sufrimiento hoy tiene multitud de caras. Sólo Jesús es quien es capaz de descubrirnos la hondura de lo que nos duele y sanarla.

¿Qué significa creer en Jesús?
_Creer no es saber cosas sobre la fe.
_Creer no es condenar a los otros.
_Creer no es pensar que por cumplir unos ritos ya nuestro corazón está lleno de Dios...

Creer en Jesús tiene tres aspectos fundamentales que nos descubre la lectura de hoy:

1_Creer en el Dios que nos revela Jesús. Él nos precisa cómo es Dios. Un Dios que nos ama no que nos condena. Siempre me han llamado la atención aquellos cristianos anunciadores de "malas nuevas", que siempre están condenando y viendo pecado por doquier. El Dios que nos revela Jesús es un Padre bueno que ama al mundo.

2_ Creer que Jesús es el Hijo de Dios. La cercanía de Dios con los hombres se refleja en su punto máximo en Jesús. No sólo se interesa y ama al mundo sino que envía a su propio y único Hijo.

3_Creer que debemos seguirle. Tener los propias criterios y actitudes de Jesús. Hacer todo lo que Él nos dice para llegar a la salvación.
Pero muchas personas se resisten y no aceptan en su vida estas tres realidades.


¿Qué es la vida eterna?
Tener la vida eterna es tener la vida de Dios mismo. Tener vida eterna significa estar en paz con Dios, con nuestros semejantes, con la propia vida, con nosotros mismos y esperar en la paz definitiva en la vida futura.
Todas estas dimensiones pacificadas están presentes en el cristiano que ha hecho de su vida un seguimiento verdadero del Señor.


 
De allí que también San Pablo nos diga en la segunda lectura: “La misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y El nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya hemos sido salvados ... En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios” (Ef. 2, 4-10).



Ahora bien, llegará un momento, el momento del fin, que nos llegará con toda seguridad, bien con nuestra propia muerte o bien porque se termine el tiempo y pasemos a la eternidad. En cualquiera de las dos instancias, en ese momento final ya no hay sino salvación o condenación. El Evangelio nos dice cuál es la causa de la condenación: “La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas” (Jn. 3, 19).



Cristo es la Luz que vino a este mundo, no para condenarlo, sino para salvarlo. ¿En qué consiste preferir la luz a las tinieblas? ¿En qué consiste aprovechar la salvación que Jesucristo nos trajo? Consiste en creer en El, seguirlo a El, tratar de ser como El y de actuar como El. De esa forma estamos prefiriendo la Luz a las tinieblas. De esa forma, estamos aprovechando las gracias de salvación, que “sin ningún mérito nuestro”, nos han sido “regaladas” por Dios, a través de su Hijo, Jesucristo.

“El que cree en El, no será condenado. Pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios” (Jn. 3, 14-21).

HERMANO JUAN PABLO CORC_OBISPO JUAN DAVID FALCON

!! CRISTO VIVE!!

viernes, 9 de marzo de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 3º de Cuaresma -11 de Marzo del 2012

Introducción por el Celebrante
 
Si un cristiano viene a misa los domingos, pero el resto de la semana no se preocupa para nada de Cristo, engaña en sus negocios, miente, no muestra amor, entonces la religión de este cristiano no es genuina. Nuestro Señor nos dice hoy que la religión auténtica, el adorar en espíritu y en verdad, unifica nuestras vidas de tal manera que no debe haber una parte reservada para Dios y otra parte sólo para nosotros: Dios debe estar presente en todo lo que hacemos, Cristo es nuestro compañero en toda nuestra vida. Pidámosle a Cristo, presente con nosotros en esta eucaristía, que inspire todo lo que hacemos y que camine siempre con nosotros a través de nuestra vida.
 
Hoy seguimos caminando por el camino de Cuaresma hacia la Pascua, Se nos recuerda cómo Jesús arrojó a los mercaderes fuera del templo. –sería bueno preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué desearía el Señor que alejáramos de nosotros, de forma que lleguemos a ser mejores cristianos? ¿Qué obstaculiza nuestro camino para ser más íntimos y cercanos a Jesús en nuestra vida diaria? Lo realmente importante para nosotros, cristianos, es que nos adhiramos al Señor y nos acerquemos con amor a los hermanos que él nos ha confiado. Entonces podemos adorarle en toda nuestra vida.
 
Oración Colecta
Oremos para que seamos templo santo de Dios.
(Pausa)
Señor, Dios nuestro:
Con frecuencia hacemos de nuestros corazones
casas de soberbia y avaricia
en vez de hogares de amor y bondad
donde tú te sientas a gusto, como en casa.
Destruye el templo del pecado en nosotros,
Aleja todo pecado de nuestros corazones,
y haznos piedras vivas de una comunidad
en la que tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor,
pueda vivir y reinar por los siglos de los siglos.

 
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (20,1-17):


En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos, cuando me aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»

Palabra de Dios
 
Salmo
Sal 18,8.9.10.11

R/.
Señor, tú tienes palabras de vida eterna

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor
es fiel e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor
es pura y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.R/.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila.R/.
 
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,22-25):

Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para lo judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Palabra de Dios
 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-25):

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Palabra del Señor
 
HOMILIA
 
Al leer el pasaje de los mercaderes del Templo de Jerusalén (Jn. 2, 13-25), los cuales fueron expulsados por Jesús a punta de látigo, las mesas de los cambistas volteadas y las monedas desparramadas por el suelo, tenemos que pensar qué nos quiere decir hoy a nosotros el Señor con este incidente. ¿Qué nos querrá decir el Señor cuando nos dice: *no conviertan en un mercado la casa de mi Padre*?

Jesús nos desconcierta ahora no sólo con su palabra sino también con su comportamiento. Estamos acostumbrados a un Jesús orante no a un Señor beligerante.
La violencia que el Maestro manifiesta, emplea, nos hace caer en la cuenta de varios aspectos que interesan a nuestra vida de cristianos de hoy:

En la vida de fe, Nuestro Maestro quiere sacarnos de nuestros intereses personales y comunitarios y centrarnos en lo que es de verdad importante: dar culto verdadero al Padre
En numerosas ocasiones vemos que nuestros templos se llenan de intereses totalmente ajenos a los del Evangelio: colocar unas flores bonitas para la boda… tener un decorado bien realizado para las primeras comuniones…... Crear un ambiente social aceptable, que nuestro culto tenga algo de misterio, etc etc… Y con todo esto y a pesar de creer que estamos dando culto a Dios, lo único que hacemos es dar culto a nuestra vanidad y superficialidad. Nos preocupamos más de lo externo que de lo interno.


Jesús utiliza un método un tanto extraño: echa del templo a aquellos ignorantes que no comprenden cómo hay que estar en él....como hay que respetar la casa de Dios.
Mientras nosotros tratamos afanosamente de que las personas se acerquen a nuestras Iglesias para procurar un encuentro con Jesús, el Señor hace un camino inverso.

Conocerle a Él para luego adorarlo en espíritu y verdad.

Dice la Palabra que el Maestro:

_ echó a todos del templo a golpe de látigo.
_arrojó al suelo las monedas y les volcó las mesas.
Denunció la mercadería religiosa ya que para muchos suponía una justificación para asi no llegar desde el corazón a Dios.


En un segundo momento el texto después de echar, de tirar fuera del templo lo que no nos ayuda a acercarnos a Dios , hace un giro para dar una respuesta del acto realizado, vuelven de nuevo sus palabras a tener un clima de interioridad:


"Destruid este templo y en tres días lo levantaré".
Si Jesús les destruyó los mecanismos de justificación para evitar la auténtica conversión, ellos aunque destruyan físicamente a Jesús no tendrán poder sobre Él ya que resucitará.
El templo nuevo es Jesús presente en cada ser humano, en cada persona débil y necesitada.


Todos los credos y religiones tienen sus espacios sagrados; nosotros también, pero nuestros lugares tienen unas características bien precisas: Jesús es nuestro espacio vital y de fe.

No significa que tengamos que desvalorizar el lugar físico, lo que intenta el Señor es que el Templo... ese espacio religioso donde celebramos la Eucaristia, no sea un obstáculo para nuestro encuentro personal con Él.Que no sea una distraccion, ni lo mas importante...simplemente que lo respetemos y le demos el uso correcto.


Cuando un cristiano se queda en lo externo no percibe la hondura de la salvación que el Señor nos trae. El corazon de Jesús resucitado es el espacio donde el cristiano hace su encuentro con Dios, de ahí que incluso en momentos de persecución donde ni siquiera se cuenta con un lugar físico de reunión, un cristiano pueda sentirse plenamente en comunión en el templo que es Jesús mismo.


Los mercaderes del templo buscaban sus propios intereses y sus afanes eran rentabilizar al máximo sus economías. El Señor se enfrenta a ellos con dureza, les rompe sus seguridades y les deja a la intemperie de su corazón. El pobre es el que se desprende de todo para que sólo Dios sea su todo.
Termina el Evangelio diciéndonos que Jesús conocía el corazón de cada uno. Es en nuestro corazón convertido a Jesús donde está realmente el templo verdadero.


EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.


Bendición
Hermanos: Con sus palabras y acciones, Jesús nos ha dicho hoy que debemos servir a Dios como él mismo lo hizo:
En espíritu y en verdad.
Nuestra vida diaria tiene que se coherente con lo que creemos, en servicio fiel a Dios y a los hermanos.
Con respeto y amor, tenemos que ser libres para él y para los hermanos, Que el Señor nos bendiga y nos guíe.
Y así, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo Descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.


HERMANO JUAN PABLO CORC_OBISPO JUAN DAVID FALCON


CRISTO VIVE!!