Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (20,7-9):
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreir todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 62,2.3-4.5-6.8-9
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.R/.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (12,1-2):
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,21-27):
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»
Palabra del Señor
HOMILIA
Se dice que la autoestima es importantísima para el desarrollo de la persona. Cuando una persona no se reafirma como tal es como un ser humano a medio hacer que no ha llegado a su plenitud. Hoy la Palabra parece proponernos justo lo contrario.
Jesús empieza a hablar a sus discípulos abiertamente. Les habla del sufrimiento y de la muerte que le esperan y les indica también la presencia de su resurrección. Para algunos esto puede parecer como la fatalidad del destino donde, según dice, cada persona tiene su vida escrita… Los cristianos no creemos en el destino ni que nuestra vida esté escrita en sitio alguno. Creemos en la libertad de la persona desde donde tomamos opciones para nuestra existencia que nos conducen a la felicidad o la frustración.
Ahora el Señor les habla de lo que le esperaba porque ya ellos están preparados para escuchar. Pedro hacía un momento había declarado en nombre de todos el reconocimiento de Jesús como el Mesías. Cuando los discípulos fueron capaces de reconocerle es cuando comienza a hablarles claro.
Sus seguidores creían en aquel momento que el reino que predicaba Jesús era un reino terrenal donde todos iban a conseguir buenos puestos. El Señor trata de quitarles esta idea que ellos seguirán conservando. El reino de Dios no es solamente terrenal, tiene otra dimensión invisible para el momento presente.
Jerusalén era el lugar donde se hacían los sacrificios, Él sería allí sacrificado.
Los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley eran los que tenían que ratificar lo que venía de Dios; serán ellos los que le condenen…
Cristo advierte de antemano acerca de estas cosas para que sus seguidores no esperen de este mundo grandes cosas.
Pedro se revela contra esto. Con una prudencia natural y una comodidad propia del ser humano, nos invita a buscar el mayor bienestar posible. Pedro es como muchas, la mayoría, de las personas de nuestro tiempo. Piensa que el sufrimiento no tiene ningún significado, que es algo totalmente negativo para el ser humano, que es un estorbo para el desarrollo de la vida presente.
Hace poco tiempo Jesús había llamado feliz a Pedro, ahora su reacción es dramática, le dice: “¡Apártate de mí Satanás, pues me pones en peligro de caer! ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!”
¿Por qué Jesús trata con tanta dureza a Pedro?
Hay en el lenguaje del Señor unas entrelíneas que hay que entender. Cada cosa humana adquiere desde Dios un significado distinto. Cuando pensamos que tal o cual cosa de la vida es una desgracia humanamente hablando, tenemos que ver el significado espiritual más profundo donde se nos da a conocer la voluntad de Dios para nuestra existencia.
El verdadero seguidor de Jesús lo sigue en el dolor para seguirle en el honor. El cristiano sigue a Jesús ...no al revés.
¿Cuáles son las condiciones para ser seguidor de Jesús?
Negarse a sí mismo: olvidarse de sí mismo. Es decirle a ese yo que todos llevamos dentro y que nos inclina a ser egocéntricos, autónomos y autosuficientes, que no queremos seguir nuestros propios planes, ni nuestros propios intereses, sino depender en todo de Dios y de hacer y aceptar todo cuanto Él tenga para nosotros.
Ni tengo que decir que el mayor obstáculo para encontrar y seguir a Dios en nuestra vida no son los demás, ni las circunstancias de la vida… el mayor obstáculo somos nosotros mismos. Hay que redirigir nuestro yo a Cristo y dejar que sea Dios quien lo oriente.
Es nuestro yo quien nos ata y nos hace ver cosas que no hay y sentir cosas que no son reales. La fe nos ayuda a la reeducación del yo.
Tomar su cruz: no se refiere a los problemas de la vida que nos aparecen por doquier…A SUFRIR POR SUFRIR. Es asumir la carga del sacrificio. El seguidor de Jesús debe alistarse en la fila de los condenados a muerte en contra de los deseos comodos y materiales de sí mismos. La cruz es la carga que tomamos voluntariamente por servir al Evangelio del Señor.
La cruz la hemos de tomar y seguir con ella a Cristo. No debemos hacernos una cruz nueva nosotros mismos, sino arrimar el hombro a la que Dios ha preparado ya Jesus..., sin temer su peso, sin ir cargados de miedos.
Seguirle: es ir al ritmo de Dios en nuestra vida...hacer su voluntad
Entender estas tres partes son cruciales para vivir el Evangelio con una cierta elegancia y dignidad. Al final se nos promete una recompensa…
El que tenga oidos...que oiga.
Revdmo. Juan David Falcon+Hermano Juan Pablo CORC
CRISTO VIVE!!!!!
¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).
sábado, 27 de agosto de 2011
viernes, 26 de agosto de 2011
VISITA DE LAS RELIQUIAS DEL BEATO JUAN PABLO II A MEXICO
Me han preguntado mucho por el significado de las reliquias del Beato Juan Pablo II que proximamente seran expuestas y las podremos contemplar en Mexico.Bueno hermanos espero esta explicacion les sea util.
Necesario es y muy importante, antes de hablar e invtarlos a ir y contemplar las reliquias del nuestro Beato Juan Pablo II, patrono de nuestra orden y ejemplo de vida para cada uno de nosotros .Es explicar que es una reliquia y y como es la forma correcta que todos los cristianos debemos de ver, valorar y respetar este tipo de signos salvificos...
RELIQUIA
Etim. latín: reliquiae, significa: restos
Reliquia: Un objeto asociado a un santo (o con una persona considerada santa pero aún no es canonizada, que es el caso del beato Juan Pablo II).
Las reliquias pueden ser de tres grados:
1er grado: un fragmento del cuerpo.
2do grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida (rosario, Biblia, cruz, etc.). También objetos asociados con el sufrimiento de un mártir.
3er grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.
PREGUNTA SOBRE LAS RELIQUIAS
¿Por qué los cristianos creen en reliquias de santos cuando la Biblia enseña que sólo debemos recurrir a Jesucristo?
RESPUESTA:
Estamos de acuerdo que todo poder viene de Jesús. Pero la Biblia enseña que Jesús confirió su poder a los suyos para que cooperen con El.
Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades. Lucas 9,1
Dice Jesús: "Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno." Lucas 10,20
Desde el principio los cristianos acudieron a los Apóstoles para con ellos acercarse a Jesús.
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Hechos 2,42-43
No solo los Apóstoles sino también todos los miembros de la Iglesia podemos y debemos ayudarnos mutuamente ya que somos un cuerpo en Jesucristo. Esta facultad de ayudarnos no termina con la muerte. Los santos en el cielo tienen aun mas poder por su unión mas íntima con Cristo.
En cuanto a las reliquias
Las reliquias representan a la persona con la que está asociada.
Recordemos la mujer enferma que acudió a Jesús y tocó su manto:
"habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.» Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal." Marcos 5,27-29.
Ella no tocó el manto por el valor intrínseco del manto sino por tocar a Jesús. De la misma forma, tocamos las reliquias y las veneramos no por ellas mismas sino por el santo al que representan.
Dios puede concedernos milagros por intercesión de los santos, pero más importante es acercarnos a los santos para inspirarnos en sus vidas e imitarlos con el deseo de también nosotros vivir en santidad y de esta forma poder trascender y lograr la Eternidad.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación. -Hebreos 12, 22-23
Las reliquias en la Biblia
· Eliseo recibe de Elías el manto con el cual hace milagros (Cf. II Reyes 2, 9-14).
· Un muerto resucita al tocar los huesos de Eliseo: "Estaban unos sepultando un hombre cuando vieron la banda y, arrojando al hombre en el sepulcro de Eliseo, se fueron. Tocó el hombre los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso en pie." II Reyes 13,21
· "Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos". Hechos 19,11-12
En estos tres casos las reliquias de hombres santos fueron instrumentos para obrar milagros. Jesús prometió a los Apóstoles que harían milagros. Dios puede utilizar las cosas naturales de forma sobrenatural. Cf. Tb. 11, 7-15.
No sólo reliquias sino que hasta la sombra de Pedro curaba a los enfermos: "hasta tal punto que incluso sacaban los enfermos a las plazas y los colocaban en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos." Hechos 5,15. Dos versículos después vemos que los fariseos llenos de envidia ante los milagros se opusieron a estas prácticas.
Las reliquias en los primeros siglos de la Iglesia
La Carta de los fieles de la Iglesia de Esmirna, año 156 A.D. es representativa de la veneración a los mártires: "Tomamos los huesos, que son más valiosos que piedras preciosas y más finos que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado, donde el Señor nos permitirá reunirnos"
San Jerónimo (siglo IV) esbozó en su Carta a Ripparium las razones por las que se veneran las reliquias: “No rendimos culto y no adoramos por temor a hacerlo a las creaturas en vez de al Creador, pero veneramos las reliquias de los mártires para adorarle más a El, dueño y Señor de los mártires”.
San Gregorio de Nyssa (siglo IV) describe en su Panegírico a San Teodoro Mártir el significado y la vivencia de tocar las reliquias: “Sólo los que han experimentado la felicidad de tocar las reliquias y han obtenido sus peticiones pueden saber cuán deseable es y qué gran recompensa”.
San Agustín de Hippo (siglo V) en su libro La Ciudad de Dios dice: “Está claro que quien tiene afecto por alguien venera lo que queda de ésa persona tras su muerte, no sólo su cuerpo sino partes de él e incluso cosas externas, como sus ropas. Entonces, en memoria de ellos [los santos] debemos de honrar sus reliquias, principalmente sus cuerpos, que eran templos del Espíritu Santo”.
Nuestra cultura tiende a ser práctica y perder de vista el valor de los símbolos. Sin embargo, aun guardamos recuerdos de seres queridos. Para el cristiano esos son los santos.
Errores que se deben evitar en relación a las reliquias:
1- Creer que las reliquias tienen poder por sí mismas. Esto sería esoterismo, magia y superstición. Eso es demasiada ignorancia Nuestra atención al venerarlas está en el santo.
2- Exagerar la importancia de las reliquias en la Iglesia. Las reliquias pueden ser una ayuda a la fe pero no son parte central de ella. Vamos tampoco son indispensables y necesarias para el crecimiento de nuestra fe.
3- Despreciarlas o dudar que Dios pueda utilizar sus instrumentos escogidos para hacer milagros según sus designios. Ejemplo: ¿Acaso necesitaba Dios darle una vara a Moisés para hacer milagros? No. Dios no necesita ni de la vara ni de Moisés, pero Dios sí ha querido valerse de ambos.
4- Comerciar con reliquias, falsificarlas, explotar a los ingenuos. Sin duda se han cometido excesos de este tipo. San Agustín ( 430) denunció a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. El Papa San Gregorio ( 604) prohibió la venta de reliquias y la perturbación de tumbas en las catacumbas. A pesar de ello se cometieron muchos abusos. Los protestantes, en vez de rechazar los abusos rechazaron las reliquias en general. El Concilio de Trento (1563) defendió la invocación a los santos, la veneración de las reliquias y las tumbas de los santos.
Dios continúa hoy haciendo milagros y se deleita de hacer muchos de ellos por la intercesión de sus santos. En mi experiencia personal, encontrarme ante una reliquia me ayuda a meditar sobre el santo como una persona real que vivió nuestras luchas en la tierra y está ahora disfrutando de una vida plena, eterna, junto a Dios nuestro Padre y Senor.
Las reliquias de Juan Pablo II estarán por primera vez en México a partir de la última semana de agosto. La primera sede de exhibición será la basilica de nuestra senora de guadalupe, en la ciudad de Mexico y asi en varias ciudades de la republica...la visita tiene como objetivo pedir por “la paz y la reconciliación del país”.
Este sera su recorrido...espero todos tengamos la bendicion de verlas y orar por la Paz , union y seguridad de todos nuestros hermanos Mexicanos y Latinos ...de Nuestro mundo en general...asi sea.
RELIQUIA
Etim. latín: reliquiae, significa: restos
Reliquia: Un objeto asociado a un santo (o con una persona considerada santa pero aún no es canonizada, que es el caso del beato Juan Pablo II).
Las reliquias pueden ser de tres grados:
1er grado: un fragmento del cuerpo.
2do grado: un fragmento de su ropa o de algo que el santo usaba durante su vida (rosario, Biblia, cruz, etc.). También objetos asociados con el sufrimiento de un mártir.
3er grado: cualquier objeto que ha sido tocado a una reliquia de primer grado o a la tumba de un santo.
PREGUNTA SOBRE LAS RELIQUIAS
¿Por qué los cristianos creen en reliquias de santos cuando la Biblia enseña que sólo debemos recurrir a Jesucristo?
RESPUESTA:
Estamos de acuerdo que todo poder viene de Jesús. Pero la Biblia enseña que Jesús confirió su poder a los suyos para que cooperen con El.
Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades. Lucas 9,1
Dice Jesús: "Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno." Lucas 10,20
Desde el principio los cristianos acudieron a los Apóstoles para con ellos acercarse a Jesús.
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Hechos 2,42-43
No solo los Apóstoles sino también todos los miembros de la Iglesia podemos y debemos ayudarnos mutuamente ya que somos un cuerpo en Jesucristo. Esta facultad de ayudarnos no termina con la muerte. Los santos en el cielo tienen aun mas poder por su unión mas íntima con Cristo.
En cuanto a las reliquias
Las reliquias representan a la persona con la que está asociada.
Recordemos la mujer enferma que acudió a Jesús y tocó su manto:
"habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré.» Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal." Marcos 5,27-29.
Ella no tocó el manto por el valor intrínseco del manto sino por tocar a Jesús. De la misma forma, tocamos las reliquias y las veneramos no por ellas mismas sino por el santo al que representan.
Dios puede concedernos milagros por intercesión de los santos, pero más importante es acercarnos a los santos para inspirarnos en sus vidas e imitarlos con el deseo de también nosotros vivir en santidad y de esta forma poder trascender y lograr la Eternidad.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación. -Hebreos 12, 22-23
Las reliquias en la Biblia
· Eliseo recibe de Elías el manto con el cual hace milagros (Cf. II Reyes 2, 9-14).
· Un muerto resucita al tocar los huesos de Eliseo: "Estaban unos sepultando un hombre cuando vieron la banda y, arrojando al hombre en el sepulcro de Eliseo, se fueron. Tocó el hombre los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso en pie." II Reyes 13,21
· "Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos". Hechos 19,11-12
En estos tres casos las reliquias de hombres santos fueron instrumentos para obrar milagros. Jesús prometió a los Apóstoles que harían milagros. Dios puede utilizar las cosas naturales de forma sobrenatural. Cf. Tb. 11, 7-15.
No sólo reliquias sino que hasta la sombra de Pedro curaba a los enfermos: "hasta tal punto que incluso sacaban los enfermos a las plazas y los colocaban en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos." Hechos 5,15. Dos versículos después vemos que los fariseos llenos de envidia ante los milagros se opusieron a estas prácticas.
Las reliquias en los primeros siglos de la Iglesia
La Carta de los fieles de la Iglesia de Esmirna, año 156 A.D. es representativa de la veneración a los mártires: "Tomamos los huesos, que son más valiosos que piedras preciosas y más finos que oro refinado, y los pusimos en un lugar apropiado, donde el Señor nos permitirá reunirnos"
San Jerónimo (siglo IV) esbozó en su Carta a Ripparium las razones por las que se veneran las reliquias: “No rendimos culto y no adoramos por temor a hacerlo a las creaturas en vez de al Creador, pero veneramos las reliquias de los mártires para adorarle más a El, dueño y Señor de los mártires”.
San Gregorio de Nyssa (siglo IV) describe en su Panegírico a San Teodoro Mártir el significado y la vivencia de tocar las reliquias: “Sólo los que han experimentado la felicidad de tocar las reliquias y han obtenido sus peticiones pueden saber cuán deseable es y qué gran recompensa”.
San Agustín de Hippo (siglo V) en su libro La Ciudad de Dios dice: “Está claro que quien tiene afecto por alguien venera lo que queda de ésa persona tras su muerte, no sólo su cuerpo sino partes de él e incluso cosas externas, como sus ropas. Entonces, en memoria de ellos [los santos] debemos de honrar sus reliquias, principalmente sus cuerpos, que eran templos del Espíritu Santo”.
Nuestra cultura tiende a ser práctica y perder de vista el valor de los símbolos. Sin embargo, aun guardamos recuerdos de seres queridos. Para el cristiano esos son los santos.
Errores que se deben evitar en relación a las reliquias:
1- Creer que las reliquias tienen poder por sí mismas. Esto sería esoterismo, magia y superstición. Eso es demasiada ignorancia Nuestra atención al venerarlas está en el santo.
2- Exagerar la importancia de las reliquias en la Iglesia. Las reliquias pueden ser una ayuda a la fe pero no son parte central de ella. Vamos tampoco son indispensables y necesarias para el crecimiento de nuestra fe.
3- Despreciarlas o dudar que Dios pueda utilizar sus instrumentos escogidos para hacer milagros según sus designios. Ejemplo: ¿Acaso necesitaba Dios darle una vara a Moisés para hacer milagros? No. Dios no necesita ni de la vara ni de Moisés, pero Dios sí ha querido valerse de ambos.
4- Comerciar con reliquias, falsificarlas, explotar a los ingenuos. Sin duda se han cometido excesos de este tipo. San Agustín ( 430) denunció a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. El Papa San Gregorio ( 604) prohibió la venta de reliquias y la perturbación de tumbas en las catacumbas. A pesar de ello se cometieron muchos abusos. Los protestantes, en vez de rechazar los abusos rechazaron las reliquias en general. El Concilio de Trento (1563) defendió la invocación a los santos, la veneración de las reliquias y las tumbas de los santos.
Dios continúa hoy haciendo milagros y se deleita de hacer muchos de ellos por la intercesión de sus santos. En mi experiencia personal, encontrarme ante una reliquia me ayuda a meditar sobre el santo como una persona real que vivió nuestras luchas en la tierra y está ahora disfrutando de una vida plena, eterna, junto a Dios nuestro Padre y Senor.
Las reliquias de Juan Pablo II estarán por primera vez en México a partir de la última semana de agosto. La primera sede de exhibición será la basilica de nuestra senora de guadalupe, en la ciudad de Mexico y asi en varias ciudades de la republica...la visita tiene como objetivo pedir por “la paz y la reconciliación del país”.
Este sera su recorrido...espero todos tengamos la bendicion de verlas y orar por la Paz , union y seguridad de todos nuestros hermanos Mexicanos y Latinos ...de Nuestro mundo en general...asi sea.
25 - 28 de agosto – Basílica de Guadalupe, D. F.
29 de agosto – Toluca
30 de agosto – Tenancingo
31 de agosto – Atlacomulco
1 de sep. – Tula
2 de sep. – Cuautitlán
3 de sep. – Texcoco
4 de sep. – Tlalnepantla
5 - 8 de sep. – Catedral Metropolitana, D. F.
10 de sep. – Ecatepec
11 de sep. – Nezahualcóyotl
12 de sep. – Chalco
13 de sep. – Tulancingo
14 de sep. – Huejutla
15 de sep. – Teotihuacán
16 de sep. – Tlaxcala
17 de sep. – Tuxpan
18 de sep. – Papantla
19 de sep. – Xalapa
20 de sep. – Veracruz
21 de sep. – Córdoba
22 de sep. – Orizaba
23 y 24 de sep. – Puebla
25 de sep. – Tehuacán
26 de sep. – Tuxtepec
27 de sep. – San Andrés Tuxtla
28 de sep. – Coatzacoalcos
29 de sep. – Tabasco
30 de sep. – Campeche
1 de oct. – Mérida
2 de oct. – Cancún
3 de oct. – Chetumal
4 de oct. – San Cristóbal de las Casas
5 de oct. – Tuxtla
6 de oct. – Tapachula
7 de oct. – Tehuantepec
8 de oct. – Mixes
9 de oct. – Oaxaca
10 de oct. – Huautla
11 de oct. – Puerto Escondido
12 de oct. – Huajuapan de Léon
13 de oct. – Tlapa
14 de oct. – Chilpancingo
15 de oct. – Acapulco
16 de oct. – Ciudad Altamirano
17 de oct. – Lázaro Cárdenas
18 de oct. – Apatzingán
19 de oct. – Tacámbaro
20 y 21 de oct. – Morelia
22 de oct. – Zamora
23 de oct. – Ciudad Guzmán
24 de oct. – Colima
25 de oct. – Autlán
26 - 28 de oct. – Guadalajara
29 de oct. – Tepic
30 de oct. – El Nayar
31 de oct. – Durango
1 de nov. – Gómez Palacio
2 de nov. – El Salto
3 de nov. – Mazatlán
4 de nov. – Culiacán
6 de nov. – La Paz
8 de nov. – Ciudad Obregón
9 de nov. – Hermosillo
10 de nov. – Mexicali
11 de nov. – Ensenada
13 de nov. – Tijuana
16 de nov. – Nuevo Casas Grandes
17 de nov. – Ciudad Juárez
18 de nov. – Chihuahua
19 de nov. – Cuauhtémoc Madera
20 de nov. – Tarahumara
21 de nov. – Parral
22 de nov. – Torreón
23 de nov. – Saltillo
24 - 26 de nov. – Monterrey
27 de nov. – Piedras Negras
28 de nov. – Nuevo Laredo
29 de nov. – Matamoros
30 de nov. – Linares
1 de dic. – Ciudad Victoria
2 de dic. – Matehuala
3 de dic. – Tampico
4 de dic. – Ciudad Valles
5 de dic. – San Luis Potosí
6 de dic. – Zacatecas
7 de dic. – Aguascalientes
8 de dic. – San Juan de los Lagos
9 de dic. – León
10 de dic. – Irapuato
11 de dic. – Celaya
12 de dic. – Querétaro
13 de dic. – Cuautla
14 de dic. – Cuernavaca
15 de dic. – Regreso al Distrito Federal
sábado, 20 de agosto de 2011
Lecturas y Homilia del Domingo del Tiempo Ordinario+ 21 de Agosto del 2011
Primera lectura
Salmo
Segunda lectura
Evangelio
HOMILIA
A todos nos gusta saber qué opinan los demás sobre nosotros. En la época de Jesús esto también era así. La gente daba mucha importancia a la opinión ajena ya que en esa opinión se transmitían los logros y las obras de cada persona. La fama era tan importante como la propia vida.
Lectura del libro de Isaías (22,19-23):
Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»
Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R/.
Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.
El Señor es sublime,
se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.
R/. Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. R/.
Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.
El Señor es sublime,
se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,33-36):
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-20):
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Palabra del Señor
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Palabra del Señor
HOMILIA
A todos nos gusta saber qué opinan los demás sobre nosotros. En la época de Jesús esto también era así. La gente daba mucha importancia a la opinión ajena ya que en esa opinión se transmitían los logros y las obras de cada persona. La fama era tan importante como la propia vida.
El Evangelio está lleno de preguntas que le hacen al Señor; Él se encargaba de responder de la mejor manera posible para que le entendieran, pero en la lectura de hoy es Jesús quien pregunta: -“¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?”
No pregunta “¿Qué dicen los escribas y fariseos sobre quién soy yo?”; ellos eran los entendidos, los que de verdad sabían a qué atenerse en los siempre difíciles y complicados temas de la fe. Pregunta “¿Quién dice la gente…?” La gente era precisamente quien le rodeaba, quien le había visto actuar, predicar y obrar milagros.
Los fariseos despreciaban a la gente y es el propio Jesús quien quiere oír la voz de los despreciados. Muchas veces nosotros olvidamos las voces cercanas que nos interpelan y nos pueden ayudar y dar luz en nuestro camino de la vida de fe. Puede ser incluso que creamos que los santos están siempre lejos de nosotros, lejos de nuestra vida y de nuestra realidad. Pero nunca debemos olvidar que es posible que en aquel al que menos tenemos en cuenta, al que parece que no posee ninguna cualidad relevante pueda estar Dios actuando en lo profundo de su ser y de su corazón. Hay que ir al corazón de las personas.
¿Cómo tratas a los que tienes alrededor?
¿Qué personas son las que te han dado ejemplo de fe en tu vida?
¿Has conocido algún santo de esta época?
La respuesta que dieron los discípulos fue variada. Había distintas opiniones. Todos coincidían que Jesús era de uno los profetas antiguos que había resucitado. A pesar de las obras que había hecho el Señor no le reconocían como autor de las mismas, sino que realmente eran los grandes profetas que le habían precedido los que estaban actuando en Él.
Tal como hoy, la figura de Jesús siempre produce una opinión. Para unos es el primer comunista, para otros un buen psicólogo y pedagogo, otros lo ven como un líder revolucionario, pero es más, mucho más que todo eso…
El Señor va mucho más allá y ahora les toca a ellos, a sus íntimos, el definirse ante su maestro: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Una nueva pregunta que tiene otro contenido totalmente distinto. Es más íntima. Es a un círculo más cerrado con el que ha intimado y al que les ha explicado las parábolas.
Pedro responde en nombre de los demás. Cuando les preguntó sobre la gente fueron todos los discípulos los que contestaron, ahora es Pedro quien se hace portavoz del grupo y hace una confesión de fe: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios viviente”. Inmediatamente Jesús le llama bienaventurado (feliz) porque había sabido captar perfectamente quién es el Señor.
¿Quién es Jesús para ti?
¿Cómo te imaginabas a Dios cuando eras pequeño/a?
Pedro es bienaventurado porque tenía fe. La fe sólo la da Dios. Interviene la educación y la formación que hemos recibido, pero la fe la da sólo Dios. Y es muy importante vivir desde la fe en Cristo ya que el estado espiritual de una persona depende de sus convicciones con respecto a Jesús.
A continuación comienza la constitución de la Iglesia, que es puesta en manos de Pedro. El Señor es el que edifica, es el arquitecto, sus discípulos edificarán sobre las bases que Él ha construido. Él edifica sobre la confesión de fe de que ha hecho Pedro, es como decir “sobre lo que has dicho se sostendrá la Iglesia”.
No pregunta “¿Qué dicen los escribas y fariseos sobre quién soy yo?”; ellos eran los entendidos, los que de verdad sabían a qué atenerse en los siempre difíciles y complicados temas de la fe. Pregunta “¿Quién dice la gente…?” La gente era precisamente quien le rodeaba, quien le había visto actuar, predicar y obrar milagros.
Los fariseos despreciaban a la gente y es el propio Jesús quien quiere oír la voz de los despreciados. Muchas veces nosotros olvidamos las voces cercanas que nos interpelan y nos pueden ayudar y dar luz en nuestro camino de la vida de fe. Puede ser incluso que creamos que los santos están siempre lejos de nosotros, lejos de nuestra vida y de nuestra realidad. Pero nunca debemos olvidar que es posible que en aquel al que menos tenemos en cuenta, al que parece que no posee ninguna cualidad relevante pueda estar Dios actuando en lo profundo de su ser y de su corazón. Hay que ir al corazón de las personas.
¿Cómo tratas a los que tienes alrededor?
¿Qué personas son las que te han dado ejemplo de fe en tu vida?
¿Has conocido algún santo de esta época?
La respuesta que dieron los discípulos fue variada. Había distintas opiniones. Todos coincidían que Jesús era de uno los profetas antiguos que había resucitado. A pesar de las obras que había hecho el Señor no le reconocían como autor de las mismas, sino que realmente eran los grandes profetas que le habían precedido los que estaban actuando en Él.
Tal como hoy, la figura de Jesús siempre produce una opinión. Para unos es el primer comunista, para otros un buen psicólogo y pedagogo, otros lo ven como un líder revolucionario, pero es más, mucho más que todo eso…
El Señor va mucho más allá y ahora les toca a ellos, a sus íntimos, el definirse ante su maestro: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Una nueva pregunta que tiene otro contenido totalmente distinto. Es más íntima. Es a un círculo más cerrado con el que ha intimado y al que les ha explicado las parábolas.
Pedro responde en nombre de los demás. Cuando les preguntó sobre la gente fueron todos los discípulos los que contestaron, ahora es Pedro quien se hace portavoz del grupo y hace una confesión de fe: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios viviente”. Inmediatamente Jesús le llama bienaventurado (feliz) porque había sabido captar perfectamente quién es el Señor.
¿Quién es Jesús para ti?
¿Cómo te imaginabas a Dios cuando eras pequeño/a?
Pedro es bienaventurado porque tenía fe. La fe sólo la da Dios. Interviene la educación y la formación que hemos recibido, pero la fe la da sólo Dios. Y es muy importante vivir desde la fe en Cristo ya que el estado espiritual de una persona depende de sus convicciones con respecto a Jesús.
A continuación comienza la constitución de la Iglesia, que es puesta en manos de Pedro. El Señor es el que edifica, es el arquitecto, sus discípulos edificarán sobre las bases que Él ha construido. Él edifica sobre la confesión de fe de que ha hecho Pedro, es como decir “sobre lo que has dicho se sostendrá la Iglesia”.
En conclusion para razonar correctamente y llegar a dar una respuesta natural y correcta, como lo hizo Pedro hay que estar en una búsqueda sincera de la Verdad, pues los razonamientos estériles no llevan a ningún lado. Hace falta la sencillez, la humildad, la niñez espiritual, para conocer los secretos de Dios y para darnos cuenta de dónde está Dios.Una fe viva, fervorosa, perseverante, inconmovible sólo viene de Dios y sólo la reciben los que se abren a este don. Y la llave que abre nuestro corazón y nuestra mente a las cosas de Dios es LA HUMILDAD.
CRISTO VIVE!!
Revdmo. Juan David Falcon+Hermano Juan Pablo CORC
jueves, 18 de agosto de 2011
“Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15,13)
Así nos definió Jesús el valor de la amistad y lo más importante: nos lo enseñó con el ejemplo. Él es la definición perfecta del sentido y valor de la palabra amistad: dio la vida por nosotros, por lo que podemos considerarnos sus más íntimos y queridos amigos. El diccionario de la Real Academia de la lengua Española, en su primera definición de la palabra amistad dice: “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.
Poco tiene que ver con lo que vende y se da actualmente en nuestra sociedad materialista, donde se suele confundir el sentido de la verdadera amistad y no es difícil confundirse, porque el acoso al que nos someten los medios de comunicación propicia un caldo de cultivo idóneo para el egoísmo y el individualismo.
Pero es hermoso saber que “Quien ha encontrado un amigo ha encontrado un tesoro”. Y verdaderamente, quien tiene un amigo posee uno de los tesoros más valiosos que tiene la humanidad. Siguiendo el ejemplo de Jesús, podríamos decir que no es mejor ni más amigo el que muchas cosas da, sino el que siempre se nos da, sin interés alguno, más que el de sentirse útil. Hemos de ser amigos verdaderos de aquellos a los que sabemos que le debemos nuestra amistad, porque nos han soportado cuando nadie lo haría, porque nos han ayudado cuando los necesitábamos, incluso sin saberlo; de manera pura y desinteresada. No es fácil, al igual que el amor entre dos personas. El sacrificio y la entrega están siempre en aras de una buena amistad, que hay que cuidar con delicadeza, porque puede caducar y desgastarse.
Hoy nadie quiere quedar mal delante de nadie, e incluso no decimos las cosas que pueden hacer bien al otro por no hacerle daño. Jesús tuvo palabras amables para con sus discípulos, sus amigos, a los que tanto quería, pero sin olvidarse de ser siempre sincero, aunque a veces, podía herir la sensibilidad de los que tenía más cerca, pero por ello no dejaba de amarlos. No se quiere menos por ayudar al otro a superar sus debilidades o corregir sus errores, siempre y cuando nosotros también nos dejemos enseñar.
A ello nos ayuda la delicadeza y la ternura. El ser humano parece tener abandonada esa faceta tan hermosa que el Señor puso en nuestros corazones; “Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas” (Mt 10,16). Hay muchas formas de decir las cosas y el amor todo lo suaviza y todo lo puede.
Jesús es el Amigo que nunca falla y el que no carece de todo lo que hemos hablado anteriormente. Siendo realistas nosotros sí fallamos, también a los que queremos y sabemos que nos quieren; le fallamos a Él, pero como Buen Amigo, no le importa seguir esperando paciente.
Su entrega diaria en la Cruz, es muestra más que suficiente, de su sincera y bondadosa amistad. Sólo nos queda corresponderle, con una amistad sincera y de corazón, sabiendo que Él es el espejo en el que fijarnos para tratar a los verdaderos amigos y el Mejor de todos.
Por esto mismo hermanos no esta por demas revisar y hacer un analisis y recuento de cuantos verdaderos amigos tenemos y el como estamos fortaleciendo estas amistades...pues recuerden que la amistad exige de un real y natural interes por el amigo...y exige lealtad y sinceridad en la relacion y comunicacion con ellos...pues a ejemplo de nuestro Amigo Jesus...dariamos la vida por nuestros amigos?.
Animo!! y Dios siga bendiciendo nuestra semana...!! CRISTO VIVE!!.
REVDMO. DAVID FALCON+HERMANO JUAN PABLO CORC
sábado, 13 de agosto de 2011
Lecturas y Homilia del Domingo del Tiempo Ordinario -14 de Agosto del 2011
Primera lectura Salmo Segunda lectura Evangelio
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor
HOMILIA
A veces Dios no nos responde. A veces pareciera que se nos escondiera o que no prestara atención a nuestras peticiones. Es lo que le sucedió a una mujer en tiempos de Jesús, famosa por su fe (Mt. 15, 21-28). El Evangelio especifica que la mujer era “cananea” para significar que no era judía, sino pagana
Lectura del libro de Isaías (56,1.6-7):
Así dice el Señor: «Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»
Palabra de Dios
Así dice el Señor: «Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»
Palabra de Dios
Sal 66,2-3.5.6.8
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,13-15.29-32):
Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.
Palabra de Dios
Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,21-28):
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor
HOMILIA
A veces Dios no nos responde. A veces pareciera que se nos escondiera o que no prestara atención a nuestras peticiones. Es lo que le sucedió a una mujer en tiempos de Jesús, famosa por su fe (Mt. 15, 21-28). El Evangelio especifica que la mujer era “cananea” para significar que no era judía, sino pagana
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Impresiona, por tanto, que esta no-judía llame a Jesús “hijo de David”, con lo que está reconociéndolo como el Mesías que los judíos esperaban. Impresiona, también que, siendo pagana, le pida a Jesús que le sane a su hija que está “terriblemente atormentada por un demonio”.
A veces LA VIDA nos coloca en una posición de impotencia tal que no nos queda más remedio que clamar a Dios, seamos cristianos o paganos, creyentes o no creyentes, religiosos o arreligiosos, cristianos practicantes o cristianos fríos. Es lo que posiblemente le sucedió a esta madre que, siendo pagana, pero abrumada por la situación de su hija, no le queda más remedio que acudir al Mesías de los judíos.
El desarrollo del relato evangélico nos muestra que la cananea como que intuía que Jesús era Mesías no sólo de los judíos, sino de todos, porque a pesar de no ser judía, se atreve a pedir a Jesús que cure a su hija.
Y Jesús se hace el que no escucha. Así es Dios a veces: simula no escucharnos. Y ¿por qué? O, más bien ¿para qué? ... Para reforzar nuestra fe. Se habla de “poner a prueba” nuestra fe. Pero no se trata de una prueba como un examen o un test, sino más bien como un ejercicio que fortalece la fe.
Ese aparente silencio divino es más bien como la calistenia del atleta para fortalecerse en su especialidad. Cuando el Señor parece esconderse o parece no hacernos caso puede ser que esté tratando de reforzar nuestra fe débil.
Sin embargo Jesús insiste en ejercitar aún más la fe de su interlocutora. No le parece suficiente el silencio inicial, sino que al recibir la petición de la mujer, le responde que no le toca atender a los que no sean judíos, pues “ha sido enviado sólo para las ovejas descarriadas de la casa de Israel”.
La mujer no acepta esta respuesta de Jesús, sino que se postra ante Él y le suplica: “¡Señor, ayúdame!”.
Igual que el entrenador exige al atleta templar más sus músculos y aumentar su resistencia para estar mejor preparado, sigue el Señor forzando la fe de la cananea. Le responde: “No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos”, queriendo significar que para ese momento no debía ocuparse de los paganos sino de los judíos.
La mujer no ceja. Definitivamente, no acepta un “no” como respuesta de Jesús. Iluminada por el Espíritu Santo, le responde a Jesús con un argumento irrebatible: “hasta los perritos se comen las migajas de la mesa de sus amos”.
La fe de la mujer había sido reforzada con los aparentes desplantes del Señor. Y ahora la fe de la mujer queda recompensada, pues obtiene de Jesús lo que pide. Nos dice el Evangelio que “en aquel mismo instante quedó curada su hija”.
“¡Qué grande es tu fe!”, le dice el Señor a la mujer. Y ... ¡qué gentil es el Señor! Nos da crédito por lo que no viene de nosotros sino de El. ¡Si la fe es un regalo que El mismo nos da! Ahora bien, como todo regalo, es necesario que lo recibamos. Es necesario aceptar ese regalo maravilloso que Dios nos da constantemente. Y, además, aceptar todos los entrenamientos que Dios hace a nuestra fe, para que ésta vaya fortaleciéndose y un día sea recompensada con el regalo definitivo que Dios quiere darnos: la Vida Eterna.
!!BENDITO SEAS POR SIEMPRE SENOR!!
EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.
REVDMO. JUAN DAVID FALCON+HERMANO JUAN PABLO CORC
!! CRISTO VIVE!!
jueves, 4 de agosto de 2011
Lecturas y Homilia del Domingo del Tiempo Ordinario - 07 de Agosto del 2011
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-13a):
En aquellos días, cuando Ellas llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!» Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (9,1-5):
Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-33):
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
HOMILIA:
En una oportunidad San Pedro pudo hacer una cosa imposible para nuestra naturaleza humana: caminar sobre el agua. ¿Cómo sucedió este milagro y por qué Pedro comenzó a hundirse? (Mt. 14, 22-33)
Sucedió que, enseguida de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús ordenó a los discípulos que subieran a la barca y se trasladaran a la otra orilla del Lago de Genesaret.
El Señor despidió a la gente y subió al monte para orar a solas. Mientras tanto, los apóstoles tenían dificultades en la travesía nocturna, pues las olas eran fuertes y había viento contrario.Y el Señor se les aparece ya en la madrugada, pero de una forma peculiar: viene Jesús caminando sobre el agua. Ellos se asustan de tal manera, que daban gritos de terror. Nos dice el Evangelista Mateo, testigo presencial del hecho, que el susto venía porque creían que Cristo era un fantasma. Y El los calma diciéndoles: “Tranquilícense y no teman. Soy Yo”.
San Pedro, como siempre intrépido e impulsivo, le dice: “Señor, si eres Tú, mándame ir a Ti caminando sobre el agua”. Y el Señor le concede tan atrevida petición. Pero ¿qué sucede? Efectivamente, Pedro comienza a caminar sobre el agua, igual que Jesús, pero en un momento dado “al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y comenzó a hundirse”. Dudó y se hundió.
¡Cómo nos parecemos nosotros a los Apóstoles! Nuestra vida espiritual está llena de pasajes como éste de Pedro.
Comencemos por el principio. ¡Cuántas veces Jesús pasa por nuestra vida, Jesús toca nuestra puerta... y no lo reconocemos o no le respondemos... y hasta podemos creer que no es Dios quien nos llama, sino “quién sabe quién”, porque lo que nos propone, no nos gusta o creemos que no nos conviene! Nos cegamos y no vemos a Dios donde Dios está.
San Pedro duda y comienza a hundirse, para luego el Señor rescatarlo dándole la mano. Hay que confiar plenamente, para no hundirse. La seguridad nos viene, no porque no haya tormentas ni turbulencias en nuestra vida, sino porque confiamos ciegamente en que Dios no nos dejará hundir. No es la ausencia de tempestades lo que me da paz, sino la confianza plena de que -en tierra firme o sobre las aguas, en tormenta o en calma- el Señor está conmigo. Y todas las tormentas son ¡nada! ante su Poder infinito.
La confianza no consiste en no tener tormentas alrededor, sino en saber que Dios está allí, tanto en la tormenta, como en la calma, tanto en la luz, como en la oscuridad.
Lo que sucede a los hombres y mujeres de hoy es que confían más en sus propias fuerzas y en sus propios recursos, que en Dios y en lo que Dios hace en nosotros. Creemos que las metas cumplidas son logros nuestros, olvidándonos que ¡nada! podemos si Dios no lo hace en nosotros. “Nuestra” inteligencia, “nuestras” capacidades, “nuestras” habilidades... ¿son realmente “nuestras” o nos vienen de Dios? Entonces... los logros ¿de Quién son?
Ciertamente, hay un esfuerzo por parte nuestra. Pero hasta el poder hacer ese esfuerzo es gracia de Dios. Si hasta cada latido de nuestro corazón depende de Dios, ¿cómo podemos creer que los logros son nuestros?
Si confiamos en nosotros mismos y no en Dios, si confiamos más en nosotros que en Dios, estamos en peligro de hundirnos... si es que ya no nos hemos hundido. Sea en tierra o en mar, en calma o en tempestad, podremos ir en paz y con seguridad si tenemos toda nuestra confianza puesta en Dios. PONERNOS EN MANOS DE DIOS Y CONFIAR CIEGAMENTE EN SUS DESIGNIOS, SINTIENDONOS CAPACES HASTA DE CAMINAR SOBRE EL AGUA, GRACIAS AL PODER Y ESPIRITU DE DIOS, ES LA ACTITUD QUE ! MINIMO! DIOS ESPERA DE NOSOTROS...Y QUE MAS CONVIENE A NUESTRAS VIDAS...DECIDETE A CONFIAR !! YAA!!..
REVDMO JUAN DAVID FALCON*HERMANO JUAN PABLO CORC
CRISTO VIVE!!
Lectura del primer libro de los Reyes (19,9a.11-13a):
En aquellos días, cuando Ellas llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: «Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va pasar!» Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hizo trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (9,1-5):
Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-33):
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
HOMILIA:
En una oportunidad San Pedro pudo hacer una cosa imposible para nuestra naturaleza humana: caminar sobre el agua. ¿Cómo sucedió este milagro y por qué Pedro comenzó a hundirse? (Mt. 14, 22-33)
Sucedió que, enseguida de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús ordenó a los discípulos que subieran a la barca y se trasladaran a la otra orilla del Lago de Genesaret.
El Señor despidió a la gente y subió al monte para orar a solas. Mientras tanto, los apóstoles tenían dificultades en la travesía nocturna, pues las olas eran fuertes y había viento contrario.Y el Señor se les aparece ya en la madrugada, pero de una forma peculiar: viene Jesús caminando sobre el agua. Ellos se asustan de tal manera, que daban gritos de terror. Nos dice el Evangelista Mateo, testigo presencial del hecho, que el susto venía porque creían que Cristo era un fantasma. Y El los calma diciéndoles: “Tranquilícense y no teman. Soy Yo”.
San Pedro, como siempre intrépido e impulsivo, le dice: “Señor, si eres Tú, mándame ir a Ti caminando sobre el agua”. Y el Señor le concede tan atrevida petición. Pero ¿qué sucede? Efectivamente, Pedro comienza a caminar sobre el agua, igual que Jesús, pero en un momento dado “al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y comenzó a hundirse”. Dudó y se hundió.
¡Cómo nos parecemos nosotros a los Apóstoles! Nuestra vida espiritual está llena de pasajes como éste de Pedro.
Comencemos por el principio. ¡Cuántas veces Jesús pasa por nuestra vida, Jesús toca nuestra puerta... y no lo reconocemos o no le respondemos... y hasta podemos creer que no es Dios quien nos llama, sino “quién sabe quién”, porque lo que nos propone, no nos gusta o creemos que no nos conviene! Nos cegamos y no vemos a Dios donde Dios está.
San Pedro duda y comienza a hundirse, para luego el Señor rescatarlo dándole la mano. Hay que confiar plenamente, para no hundirse. La seguridad nos viene, no porque no haya tormentas ni turbulencias en nuestra vida, sino porque confiamos ciegamente en que Dios no nos dejará hundir. No es la ausencia de tempestades lo que me da paz, sino la confianza plena de que -en tierra firme o sobre las aguas, en tormenta o en calma- el Señor está conmigo. Y todas las tormentas son ¡nada! ante su Poder infinito.
La confianza no consiste en no tener tormentas alrededor, sino en saber que Dios está allí, tanto en la tormenta, como en la calma, tanto en la luz, como en la oscuridad.
Lo que sucede a los hombres y mujeres de hoy es que confían más en sus propias fuerzas y en sus propios recursos, que en Dios y en lo que Dios hace en nosotros. Creemos que las metas cumplidas son logros nuestros, olvidándonos que ¡nada! podemos si Dios no lo hace en nosotros. “Nuestra” inteligencia, “nuestras” capacidades, “nuestras” habilidades... ¿son realmente “nuestras” o nos vienen de Dios? Entonces... los logros ¿de Quién son?
Ciertamente, hay un esfuerzo por parte nuestra. Pero hasta el poder hacer ese esfuerzo es gracia de Dios. Si hasta cada latido de nuestro corazón depende de Dios, ¿cómo podemos creer que los logros son nuestros?
Si confiamos en nosotros mismos y no en Dios, si confiamos más en nosotros que en Dios, estamos en peligro de hundirnos... si es que ya no nos hemos hundido. Sea en tierra o en mar, en calma o en tempestad, podremos ir en paz y con seguridad si tenemos toda nuestra confianza puesta en Dios. PONERNOS EN MANOS DE DIOS Y CONFIAR CIEGAMENTE EN SUS DESIGNIOS, SINTIENDONOS CAPACES HASTA DE CAMINAR SOBRE EL AGUA, GRACIAS AL PODER Y ESPIRITU DE DIOS, ES LA ACTITUD QUE ! MINIMO! DIOS ESPERA DE NOSOTROS...Y QUE MAS CONVIENE A NUESTRAS VIDAS...DECIDETE A CONFIAR !! YAA!!..
REVDMO JUAN DAVID FALCON*HERMANO JUAN PABLO CORC
CRISTO VIVE!!
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