¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

martes, 11 de enero de 2011

MENSAJE DE NUESTRO OBISPO, REVDMO. MONSENOR, DOM. DAVID FALCON A TODOS LOS SACERDOTES


Amadisimos Presbíteros:

La oración ocupa necesariamente un sitio central en la vida del Sacerdote. No es difícil entenderlo, porque la oración cultiva la intimidad del discípulo con su Maestro, Jesucristo.
Todos sabemos que cuando ella falta la fe se debilita y el ministerio pierde contenido y sentido. La consecuencia existencial para el Sacerdote será aquella de tener menos alegría y menos felicidad en el ministerio de cada día. Es como si, en el camino del seguimiento a Cristo, el Presbítero, que camina junto a otros, comenzase a retardarse siempre más y de esta manera se alejase del Maestro, hasta perderlo de vista en el horizonte. Desde este momento, se encuentra perdido y vacilante.

San Juan Crisóstomo, comentando en una homilía la Primera Carta de San Pablo a Timoteo, advierte sabiamente: “El diablo interfiere contra el pastor […] Esto es, si matando las ovejas el rebaño disminuye, eliminando al pastor, él destruirá al rebaño entero”. El comentario hace pensar en muchas de las situaciones actuales, la disminución de los pastores hace y hará disminuir siempre más el número de los fieles de la comunidad. Sin pastores, nuestras comunidades quedarán destruidas.


Pero quisiera hablar aquí de la necesidad de la oración para que, como dice San Juan Crisóstomo, los Padres venzan al Mal y no sean cada vez menos.


 Verdaderamente sin el alimento esencial de la oración, el Sacerdote enferma, el discípulo no encuentra la fuerza para seguir al Maestro y, de esta manera, muere por desnutrición. Consecuentemente su rebaño se pierde y, a su vez, muere.


Cada Sacerdote, pues, tiene una referencia esencial a la comunidad eclesial. Él es un discípulo muy especial de Jesús, quien lo ha llamado y, por el sacramento del Orden, lo ha configurado a sí, como Cabeza y Pastor de la Iglesia. Cristo es el único Pastor, pero ha querido hacer partícipe de su ministerio a los Doce y a sus Sucesores, por medio de los cuales también los Presbíteros, aunque in grado inferior, pero no por eso, menos importante y de gran responsabilidad,  participan de este sacramento, de tal manera que también ellos llegan a participar en modo propio al ministerio de Cristo, Cabeza y Pastor. Esto comporta una unión esencial del Presbítero a la comunidad eclesial. El no puede hacer menos de esta responsabilidad, dado que la comunidad sin pastor muere. Como Moisés, el Sacerdote debe quedarse con los brazos alzados hacia el cielo en oración para que el pueblo no perezca.


Por esto, el Presbítero debe permanecer fiel a Cristo y fiel a la comunidad; tiene necesidad de ser hombre de oración, un hombre que vive en la intimidad con el Señor. Además, tiene la necesidad de encontrar apoyo en la oración de la Iglesia y de cada cristiano. Las ovejas deben rezar por su pastor. Pero cuando el mismo Pastor se da cuenta de que su vida de oración resulta débil es entonces el momento de dirigirse al Espíritu Santo y pedir con el ánimo de un pobre. El Espíritu volverá a encender la pasión y el encanto hacia el Señor, que se encuentra siempre allí y que quiere cenar con él.


Por todo esto queridísimos Sacerdotes, Jesús nos invita a renovar nuestro compromiso hacia El, y rescatar aquella intimidad de amigo y de discípulo, que debemos de sentir en nuestro corazon, para que asi, ya renovados enviarnos de nuevo como sus evangelizadores, a proclamar la Buena Nueva a todas las Naciones, trabajando con Alegria,  unidos y siempre en Nombre de Cristo Jesus.




(En este Año que comienza queremos orar con perseverancia y con tanto amor por los Sacerdotes y con los Sacerdotes.
Por tal efecto, Hermanos mios, la Diocesis Anglocatolica U.S.A “Cristo Resucitado”, los invitamos a que cada primer jueves de mes, a las seis de la tarde, se unan a nosotros en Oracion por nuestros sacerdotes, y asi lo hagamos durante todo este Año 2011, ya sea que puedan hacerlo de forma comunitaria en la Iglesia o personal en sus casas, pero ¡ necesitamos de su Oracion ¡.Pido mucho al Espiritu de Nuestro Amado Dios, que mueva sus corazones y que con gran dispocision y alegría, muchas personas se unan a Orar con nosotros y por nosotros, Asi sea.)



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