¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 8 de enero de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 09 de Enero del 2011

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (42,1-4.6-7):

Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios

Salmo
Sal 28,1a.2.3ac-4.3b.9b-10

R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.

La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R/.

El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.

Segunda lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (10,34-38):

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Palabra de Dios.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (3,13-17):

En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?»

Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.» Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. y vino una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.»
Palabra del Señor



HOMILIA

"Apenas se bautizó Jesús, salió del agua y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre Él."


La Iglesia nos propone después de recordar el nacimiento de Jesús y la importancia de su familia, el bautismo de Jesús. Es como si intentáramos seguir el argumento vital de cualquier familia cristiana de nuestro tiempo. Pero en este texto del bautismo del Señor hay diferencias con respecto al nuestro.


- A nosotros nos "llevan" a bautizar. Jesús va por sí mismo a recibir su propio bautismo.
Claro que somos cristianos una vez bautizados. Nuestros padres y padrinos cumplen el deber de enseñarnos el camino para ir por nosotros mismos hasta el Señor. Pero no seamos ingenuos. Muchas veces el bautismo se convierte en un mero trámite social, llevados por la superstición más que por la fe. Algunos bautizan para que el niño no reciba ningún mal...


El bautismo es ese maravilloso acto de amor de un Dios que nos ama. No me bautizo para no recibir mal. Me bautizo para recibir todo el amor de Dios que está a disposición de quienes son capaces de aceptarlo en su vida.Me bautizo para poder recibir la Gracia santificante, que me permite ser revestido como hijo de Dios y me da la bienvenida a la familia de Cristo...


Los cristianos tenemos que insistir más en el amor que Dios nos tiene que en el amor que yo le tengo a Dios. El Señor me ama mucho más allá de mis limitadas formas de amarle. Me ama tanto que deberia desear estar siempre con Él.
- Jesús se humilla ante Juan humillado. La humildad no es en muchas ocasiones una de las cualidades más presentes en los creyentes.


La humildad no son gestos ni posturas, formas o acciones. La humildad es reconocerse en verdad ante Dios. Yo sé que no soy Dios. Sé que tengo limitaciones y aciertos. Tengo gracias que Dios me ha dado para ponerlas al servicio de los demás. La gran lección que Dios nos deja es la entrega del amor en la humildad.
- En el bautismo de Jesús vemos por primera vez en el Nuevo Testamento la manifestación de la Santísima Trinidad.
Muchas veces me da la impresión que hay cristianos que repiten sistemáticamente lo que les han dicho que tienen que creer: cree en Dios, cree en la Santísima Trinidad, cree en el Espíritu Santo, cree en Jesús... Sin embargo, nunca han experimentado vivencialmente la presencia de estos misterios en sus vidas. ¿Quién puede sentir la hondura de Dios que es Padre , Hijo y Espíritu Santo y quedarse igual en su vida...?


Los retos para la evangelización son muchos. Acercar a los demás a Cristo sólo lo puede hacer quien está cerca de Cristo. Es inútil tener muchos seglares "comprometidos" si no son testigos del amor que Dios nos tiene. La cosa no está en bautizar solamente para añadir uno más a la lista de los cristianos. El tema está en que los caminos que ofrece la Iglesia sean los que de verdad conducen al encuentro con el Señor.


Es bueno recordar hoy nuestra propia historia de fe. Remóntate al comienzo. Recuerda lo que te comentaron tus padres sobre tu bautismo. Mira las fotos y el video de la celebración. Eras pequeño, el agua te hizo llorar (es curioso como para muchas personas el primer encuentro que tienen con el templo cristiano les provoque llanto... será el frío del agua...o...).


Mira después tu proceso en la infancia. Recuerda tus inicios y tus primeras oraciones. Recuerda aquellos modelos cristianos que aparecieron en tu vida.
Experimenta aquellos profundos momentos de paz interior que sentía tu alma adolescente. Siente como tu fe fue aclimatándose a tus años y hoy está presente y viva o escondida en los entresijos de la vida.


Y ahora que has tomado el pulso de tu fe puedes preguntarte qué ha aportado el bautismo en tu vida. ¿Realmente fue un encuentro o una invitación a encontrarte con el Señor?..o solo un tramite social...


El único título que deberiamos tener enmarcado en casa es nuestra  partida o acta de de bautismo. No hay título ni dignidad mayor que ser y sentirse hijo de Dios.
Recibir el bautismo es la invitación a tener a Dios siempre presente en nuestra vida. No se refiere a que en determinados momentos esté el Señor presente. La invitación sacramental del bautismo es a descubrir y caminar siempre con el Señor en los senderos de la vida.


Muchas personas se acercaron por los caminos a Jesús. Después de obtener lo que necesitaban se apartaron y siguieron en lo suyo. Cosa parecida sucede hoy con las personas que se acercan a la Iglesia a pedir un sacramento sin mayores responsabilidades. La vida cristiana es otra cosa. Ser cristiano es hacer el camino de nuestra vida con Jesús. Él es el Camino.
Tu como sacerdote, diacono o lider, miembro de algun grupo dela Iglesia.Si te sienta mal el que hayan personas alejadas que se acercan al templo solo para  pedir el bautismo para sus hijos, piensa en cómo Jesús acogía a las personas en los caminos por  los que transito.Tienes tu las mismas actitudes que el Senor para con los hermanos alejados?

Mira que tú eres un creyente y un bautizado. ¿Quién te ha nombrado juez y verdugo de nadie?
No estoy haciendo una defensa de la insinceridad o de la relajación en el seguimiento de Cristo. Lo que intento es transmitirte cuales son las formas en las que Jesus nos da ejemplo de aceptacion y misericordia.Para que nosotros actuemos de igual forma...pero solo se podra lograr , si te dejas guiar por el Espiritu de Dios, y tu accion pastoral la realizas con Amor.

Esto solo lo podra entender el que ama de verdad.

El Bautismo marcó un antes y un despues en la vida de Jesus. Ese debería ser el principal distintivo por el que se nos debería conocer a sus discípulos. Como Jesús nos hemos bautizado, el Espíritu se ha posado sobre nosotros. Ahora nos queda vivir como Jesús: haciendo el bien, amando y curando de todo dolor a los que nos encontramos en nuestro camino. Así verán que Dios está con nosotros.

El que tenga oidos...que oiga.
 Revdmo David Falcon


CRISTO VIVE!!

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