¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

domingo, 21 de abril de 2013

Lecturas y Homilia del Domingo 4º de Pascua - Domingo 21 de Abril del 2013


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,14.43-52):

 En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.

 Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."»

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Palabra de Dios 
              
Salmo

Sal 99,2.3.5
R/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño


 Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.

 Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo, y somos suyos,
 su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

 
«El Señor es bueno,
 su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.               

 Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (7,9.14b-17):

 Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.

 Y uno de los ancianos me dijo: «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugara las lágrimas de sus ojos.

 Palabra de Dios               

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,27-30):
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

Palabra del Señor

Homilía

La semana pasada los seguidores de Jesús éramos comparados a pescadores. Hoy el Señor nos compara a las ovejas. Este domingo se ha llamado "El Domingo del Buen Pastor".

Las verdaderas ovejas de Cristo oyen su voz, la disciernen, se deleitan y alegran en ella, y obran de acuerdo a sus instrucciones.Tu eres o te sientes una oveja de nuestro Señor??

  La Biblia no es un manual de autoayuda ni nada parecido. En la Biblia quien nos ayuda es siempre Dios; al ser humano lo que le corresponde es acoger esa ayuda que Dios nos brinda con entusiasmo y gozo. Nuestra vida diaria tiene que estar marcada por la Palabra no en un sentido mágico como quieren hacer algunos, sino con la Palabra dicha con amor por un Dios que nos ama.

 La Palabra de Jesús va incluso más allá. Además de curar nuestro espíritu nos da vida eterna. Fíjate que en el evangelio nos dice "Yo les doy vida eterna". Cristo la da porque el ser humano no puede merecerla ni alcanzarla por sus propias fuerzas, sino que ha de obtenerla por pura gracia. No les dice: "les daré" sino "les doy", en presente porque la vida eterna es un regalo en presente y actual.

La vida eterna tiene escasa repercusión en nuestro tiempo. La Palabra de hoy nos recuerda la necesidad que tanto en la catequesis como en la pastoral hagamos una y otra vez referencia a la vida eterna, no entendiendo la eternidad como algo alejado del mundo en el que aún estamos. La eternidad, el estar con Dios es posible hoy, ya, ahora, aunque todavía no...

Uno de los peligros de los agentes de pastoral es ofrecer el mensaje de Jesús solamente desde claves meramente sociológicas o humanas, olvidando esa eternidad que ya ha comenzado aquí.

Saber presentar a las personas de hoy la vida eterna como herencia que el Señor nos ofrece es un reto delicado y comprometido. En tu trabajo o acción pastoral ¿Cómo presentas la realidad de la vida eterna?

De la misma manera que hay una vida eterna  hay una muerte eterna, de las que las ovejas de Cristo estamos  totalmente libres: "jamás perecerán ni nadie me las quitará." No debemos confundir los distintos momentos de sufrimiento humano con el abandono de Dios. Dios está también diciéndonos algo en los episodios de dolor. No nos abandona; va al paso que nosotros podemos andar.

Si permanecemos en el amor de Dios nadie nos puede arrebatar su amor.

Hace falta ser oveja de Cristo para oír y comprender su voz. Hay muchas voces en nuestro mundo que nos pueden confundir, incluso alejarnos de la Palabra dicha para cada uno de nosotros. La Palabra se ha dicho para que habite en nuestros corazones y desde ahí darnos vida eterna.

Uno de mis salmos preferidos es el mismo que el de muchos de ustedes hermanos. El salmo 23 nos dice: "El Señor es mi pastor, nada me falta..." Si cada cristiano a la hora de acudir a esta oración-proclamación interiorizáramos con gozo lo que en él decimos, viviríamos ya la gozosa experiencia de la vida eterna.

Hermano Juan Pablo CORC-Obispo Juan David Falcon.

 

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