HOMILIA
El
Evangelio de hoy es breve pero muy profundo. Es la síntesis de la relación de
Dios con los seres humanos. Nos habla del amor que Dios nos tiene a las
personas y lo que hace por nosotros.
Hoy estamos
celebrando la solemnidad de la Santísima Trinidad. ¿Qué es lo que expresamos
los cristianos en esta fiesta?
Nosotros
creemos en un solo Dios. Dios sólo es uno, pero a la vez es Padre, Hijo y
Espíritu Santo. ¿No es complicar más la realidad de Dios para algunas personas
a las que ya les cuesta aceptar la existencia de Dios? ¿No es la Trinidad un
motivo de embrollo más que de claridad para algunas personas que no entienden
nuestra fe? ¿Por qué los cristianos hablamos de la Trinidad?
Son muchas
las preguntas las que entran en esta realidad espiritual, pero son precisamente
esas cuestiones las que nos hacen ver que el ser humano no ha podido inventarse
a Dios y formular tan complejas afirmaciones. ¿Es el cristianismo una fe
difícil de entender y de vivir? Sí y no. Cuando nos acercamos a la fe con una
mera curiosidad intelectual, no terminamos de entender ni comprender nunca ya
que la fe va mucho más allá de estos analisis teóricos-logicos. Si nos
adentramos en la fe y la hacemos vida entonces es cuando todo cuadra en nuestra
mente y en nuestro corazón.
Decimos los
cristianos que nuestro Dios es un Dios único en tres personas distintas y esto
que lo formulamos con cierta sencillez se llega a complicar grandemente cuando
intentamos explicarlo. Quien cree comprende la hondura de estas palabras porque
las está viviendo. Quien busca comprender sin fe, sin esperanza y sin amor,
nunca entrará la realidad de esta afirmación trinitaria.
¿Cómo
explicar que Dios es uno y a la vez es Padre, Hijo y Espíritu Santo? Quizás
tengamos que decir que en cada amor hay siempre tres realidades o sujetos: uno
que ama, uno que es amado y el amor que les une. En líneas generales esto nos
demuestra la realidad amorosa de Dios en su relación con las personas.
El texto
que la sagrada escritura hoy nos propone es como una síntesis de la realidad de
Dios y los seres humanos. Jesús vino a salvarnos perdonándonos los pecados por
el amor que Dios nos tiene. Nos dice también que Dios entregó a su único Hijo
por nuestra salvación.
Nuestro
mundo tan autosuficiente puede que no atienda a estas palabras. Es probable que
alguno crea que no necesita la salvación, que él mismo es el único protagonista
de su historia y de su esperanza. Pero bien sabemos que esto no es así. El ser
humano necesita de la ayuda de Dios para ser realmente humano. Necesita de su
Palabra, de su vida para ser plenamente feliz. Aunque el mundo de hoy me
deslumbre con los fogonazos de sus propuestas sólo la luz de Dios me da
explicación a la indigencia de mi realidad humana. La propuesta que Dios nos
ofrece es la que está basada en el amor.!!El verdadero amor!!
Muchos
cristianos se han instalado en la condena permanente hacia sí mismos y hacia
los otros. Son "profetas de calamidades". Su anuncio del Evangelio no
es invitación a descubrir el amor que Dios nos tiene, sino una invitación a que
nosotros amemos a Dios. Las personas amamos a quien nos ama. Si no me anuncian
el amor que Dios me tiene, es muy difícil que espontáneamente yo pueda amar a
Dios. Toda predicación y todo acto de evangelización tiene que empezar siempre
con una pregunta: "¿Sabes quién te ama de verdad?" Toda la pedagogía
de la conversión será simplemente ahondar en la realidad de Dios que te ama y
tu personal respuesta a ese amor. Amor con amor se paga...entenderas el amor,
cuando sientas el amor…cuando ames.
Jesús abre
las puertas del amor de Dios a toda la humanidad. Él no condena a nadie sino
que intenta curar a las personas heridas por el pecado y por la vida... Cada
vez tengo más la impresión de que la vida es como un gran barco donde toda la
humanidad navega, y que absolutamente todos los seres humanos tenemos que ir
tapando las grietas por donde entra el sufrimiento y la desesperanza. Todos
navegamos por el mismo mar de la eternidad. Juntos vamos en la misma nave de la
vida. Ser cristiano es tener la certeza de que Dios también navega con
nosotros, no nos ha dejado ni solos ni desamparados.
Dios ama al
mundo. ¿Amamos nosotros al mundo? El mundo es la buena creación de Dios que los
seres humanos nos hemos encargado de irlo maquillando a nuestro antojo. ¿Cómo es
la presentación que hacemos de Dios a los demás y a nosotros? ¿Es un Dios que
te ama a pesar de tus pecados y miserias personales o alguien que te condena
sin remedio...? ¿Somos nosotros anunciadores del Dios que ama o hemos
construido un diosito castigador de los demás, un diosito a la medida de mis
necesidades y caprichos? ¿Qué inspira tu anuncio de Cristo…tu propio testimonio
de vida como cristiano: amor o miedo...?
CRISTO
VIVE!!
Hno Juan
Pablo ICJDM Obispo Juan David Falcon
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