¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

domingo, 8 de junio de 2014

Domingo de Pentecostés

¿Quién no sueña en un día futuro, en el que ya no tenga miedo de hacer las cosas proyectadas por tanto tiempo, simplemente porque le faltaba valor y coraje para emprenderlas? ¿Quién no espera tener más entusiasmo para realizar con alegría las tareas de cada día, para arriesgarse a amar más profundamente a Dios y a los hermanos, sin condiciones ni vacilaciones? ¿Quién no desea estar mucho más inspirado y ser mucho más dinámico y creativo en la vida? Hoy es el día en que esto puede comenzar a suceder, porque hoy es Pentecostés, el día del Espíritu, el día en que el viento celestial huracanado renueva nuestro amor, el día en que el fuego divino nos trae alegría y libertad, el día del Espíritu Santo.

¿Eres una persona "espiritual"? ¿Qué es ser "espiritual"?

Ser espiritual es tener un corazón donde quepa todo el mundo y es que el problema de muchos corazones es que padecen de atrofia espiritual. Cuanto menos se entregan al Señor más pequeños, ignorantes y egoístas se vuelven. Con el tiempo llegan incluso a confundir las cosas llamando a lo bueno malo y a lo malo bueno. Ese es el camino de quien no vive en la sintonía del Espíritu Santo. Por lo mismo en muchos templos los ritos religiosos son celebrados sin "alma" (sin vida) y por lo mismo nos vamos después de misa vacíos, desganados, de malas. Muchos sacerdotes y ministros solo dicen palabras personales, vacías, sin sentido que no producen ecos espirituales verdaderos, solo ecos mudos de sus propias frustraciones. Las personas que se dicen creyentes y viven así lo que les ocurre es que se mantienen en un permanente infantilismo que infantiliza negativamente todo lo que con ellos se roza. No han madurado en su fe y menos en su persona, por lo mismo no toman nada enserio,  y llevan una vida sin Dios.

Estamos llamados a crecer en el Espíritu. Estamos invitados a madurar humana y espiritualmente y para ello necesitamos la presencia constante de Dios en nuestra vida.

En este Domingo de Pentecostes la Palabra nos recuerda que los discípulos estaban reunidos (como muchas veces nos reunimos nosotros hoy), pero tenían las puertas cerradas (no se refiere sólo a las puertas físicas, sino a las de nuestro corazón), por miedo (tengo que descubrir los miedos que rondan mi vida y me impiden crecer como persona y creyente). Bien sabe el Señor que para la titánica misión de crecer y hacer presente a Dios en el mundo es necesario la ayuda del propio Dios…del Espíritu de Dios. El ser humano no tiene fuerzas suficientes para realizarla por sí mismo y a la vez mantenerse en la presencia constante de Dios. Es por ello que necesitamos de su Santo Espíritu para que nos ayude, nos fortalezca y nos aliente.

La gente que vive llena de miedos e inseguridades serán siempre discípulos vacíos, estériles, porque en ellos no se dan los frutos del Espíritu. Quien vive en cobardías sólo cobardías transmitirán a otros. Quienes piensan que la fe es algo tan íntimo que no necesita ser compartida se encontrarán encerrados en su egoísmo, solos y sin la presencia del Espíritu Santo.

En este día de Pentecostés tenemos que preguntarnos sobre el proceso de madurez de nuestra fe. ¿Ha ido mi corazón en todos estos años acercándose a la madurez espiritual a la que soy llamado? ¿Qué cerraduras son las más difíciles de abrir en mi vida y por qué? ¿Qué miedos son los que todavía tengo que superar? ¿Acepto al Espíritu Santo en mi vida?

Hermanos y hermanas el Espíritu Santo es el aliento de Dios!!, es el Espíritu que irrumpe y sopla y quiere invadir nuestro ser! entrar en nuestro corazón!. ¿De dónde viene este Espíritu alentador? ¿A dónde va; y a dónde nos dirige? No nos importe hermanos! Dejémonos llevar a ciegas, con fe y esperanza! Pues es el Espíritu poderoso de Dios, tormenta divina de amor y valentía; Espíritu creativo, renovador, “inspirador”, que quiere realizar con nosotros un nuevo Pentecostés. NO TENGAN MIEDO…CRISTO ESTA CON NOSOTROS --- Deseo de todo corazon que hoy, el Espíritu Santo de Dios traiga aire fresco a nuestros corazones, renueve nuestra fe y haga crecer visiblemente nuestro amor. Que Jesús, el Señor, envie su Espíritu sobre nosotros e inflame nuestros corazones con su luz y con su vida.

Hno Juan Pablo ICJDM Obispo Juan David Falcon.


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