¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 14 de junio de 2014

Festividad de la Santísima Trinidad.


HOMILIA
 
El Evangelio de hoy es breve pero muy profundo. Es la síntesis de la relación de Dios con los seres humanos. Nos habla del amor que Dios nos tiene a las personas y lo que hace por nosotros.

Hoy estamos celebrando la solemnidad de la Santísima Trinidad. ¿Qué es lo que expresamos los cristianos en esta fiesta?

Nosotros creemos en un solo Dios. Dios sólo es uno, pero a la vez es Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿No es complicar más la realidad de Dios para algunas personas a las que ya les cuesta aceptar la existencia de Dios? ¿No es la Trinidad un motivo de embrollo más que de claridad para algunas personas que no entienden nuestra fe? ¿Por qué los cristianos hablamos de la Trinidad?

 Son muchas las preguntas las que entran en esta realidad espiritual, pero son precisamente esas cuestiones las que nos hacen ver que el ser humano no ha podido inventarse a Dios y formular tan complejas afirmaciones. ¿Es el cristianismo una fe difícil de entender y de vivir? Sí y no. Cuando nos acercamos a la fe con una mera curiosidad intelectual, no terminamos de entender ni comprender nunca ya que la fe va mucho más allá de estos analisis teóricos-logicos. Si nos adentramos en la fe y la hacemos vida entonces es cuando todo cuadra en nuestra mente y en nuestro corazón.

 Decimos los cristianos que nuestro Dios es un Dios único en tres personas distintas y esto que lo formulamos con cierta sencillez se llega a complicar grandemente cuando intentamos explicarlo. Quien cree comprende la hondura de estas palabras porque las está viviendo. Quien busca comprender sin fe, sin esperanza y sin amor, nunca entrará la realidad de esta afirmación trinitaria.

 ¿Cómo explicar que Dios es uno y a la vez es Padre, Hijo y Espíritu Santo? Quizás tengamos que decir que en cada amor hay siempre tres realidades o sujetos: uno que ama, uno que es amado y el amor que les une. En líneas generales esto nos demuestra la realidad amorosa de Dios en su relación con las personas.

 El texto que la sagrada escritura hoy nos propone es como una síntesis de la realidad de Dios y los seres humanos. Jesús vino a salvarnos perdonándonos los pecados por el amor que Dios nos tiene. Nos dice también que Dios entregó a su único Hijo por nuestra salvación.

 Nuestro mundo tan autosuficiente puede que no atienda a estas palabras. Es probable que alguno crea que no necesita la salvación, que él mismo es el único protagonista de su historia y de su esperanza. Pero bien sabemos que esto no es así. El ser humano necesita de la ayuda de Dios para ser realmente humano. Necesita de su Palabra, de su vida para ser plenamente feliz. Aunque el mundo de hoy me deslumbre con los fogonazos de sus propuestas sólo la luz de Dios me da explicación a la indigencia de mi realidad humana. La propuesta que Dios nos ofrece es la que está basada en el amor.!!El verdadero amor!!

 Muchos cristianos se han instalado en la condena permanente hacia sí mismos y hacia los otros. Son "profetas de calamidades". Su anuncio del Evangelio no es invitación a descubrir el amor que Dios nos tiene, sino una invitación a que nosotros amemos a Dios. Las personas amamos a quien nos ama. Si no me anuncian el amor que Dios me tiene, es muy difícil que espontáneamente yo pueda amar a Dios. Toda predicación y todo acto de evangelización tiene que empezar siempre con una pregunta: "¿Sabes quién te ama de verdad?" Toda la pedagogía de la conversión será simplemente ahondar en la realidad de Dios que te ama y tu personal respuesta a ese amor. Amor con amor se paga...entenderas el amor, cuando sientas el amor…cuando ames.

 Jesús abre las puertas del amor de Dios a toda la humanidad. Él no condena a nadie sino que intenta curar a las personas heridas por el pecado y por la vida... Cada vez tengo más la impresión de que la vida es como un gran barco donde toda la humanidad navega, y que absolutamente todos los seres humanos tenemos que ir tapando las grietas por donde entra el sufrimiento y la desesperanza. Todos navegamos por el mismo mar de la eternidad. Juntos vamos en la misma nave de la vida. Ser cristiano es tener la certeza de que Dios también navega con nosotros, no nos ha dejado ni solos ni desamparados.

 Dios ama al mundo. ¿Amamos nosotros al mundo? El mundo es la buena creación de Dios que los seres humanos nos hemos encargado de irlo maquillando a nuestro antojo. ¿Cómo es la presentación que hacemos de Dios a los demás y a nosotros? ¿Es un Dios que te ama a pesar de tus pecados y miserias personales o alguien que te condena sin remedio...? ¿Somos nosotros anunciadores del Dios que ama o hemos construido un diosito castigador de los demás, un diosito a la medida de mis necesidades y caprichos? ¿Qué inspira tu anuncio de Cristo…tu propio testimonio de vida como cristiano: amor o miedo...?
 
CRISTO VIVE!!
Hno Juan Pablo ICJDM Obispo Juan David Falcon

 

 

domingo, 8 de junio de 2014

Domingo de Pentecostés

¿Quién no sueña en un día futuro, en el que ya no tenga miedo de hacer las cosas proyectadas por tanto tiempo, simplemente porque le faltaba valor y coraje para emprenderlas? ¿Quién no espera tener más entusiasmo para realizar con alegría las tareas de cada día, para arriesgarse a amar más profundamente a Dios y a los hermanos, sin condiciones ni vacilaciones? ¿Quién no desea estar mucho más inspirado y ser mucho más dinámico y creativo en la vida? Hoy es el día en que esto puede comenzar a suceder, porque hoy es Pentecostés, el día del Espíritu, el día en que el viento celestial huracanado renueva nuestro amor, el día en que el fuego divino nos trae alegría y libertad, el día del Espíritu Santo.

¿Eres una persona "espiritual"? ¿Qué es ser "espiritual"?

Ser espiritual es tener un corazón donde quepa todo el mundo y es que el problema de muchos corazones es que padecen de atrofia espiritual. Cuanto menos se entregan al Señor más pequeños, ignorantes y egoístas se vuelven. Con el tiempo llegan incluso a confundir las cosas llamando a lo bueno malo y a lo malo bueno. Ese es el camino de quien no vive en la sintonía del Espíritu Santo. Por lo mismo en muchos templos los ritos religiosos son celebrados sin "alma" (sin vida) y por lo mismo nos vamos después de misa vacíos, desganados, de malas. Muchos sacerdotes y ministros solo dicen palabras personales, vacías, sin sentido que no producen ecos espirituales verdaderos, solo ecos mudos de sus propias frustraciones. Las personas que se dicen creyentes y viven así lo que les ocurre es que se mantienen en un permanente infantilismo que infantiliza negativamente todo lo que con ellos se roza. No han madurado en su fe y menos en su persona, por lo mismo no toman nada enserio,  y llevan una vida sin Dios.

Estamos llamados a crecer en el Espíritu. Estamos invitados a madurar humana y espiritualmente y para ello necesitamos la presencia constante de Dios en nuestra vida.

En este Domingo de Pentecostes la Palabra nos recuerda que los discípulos estaban reunidos (como muchas veces nos reunimos nosotros hoy), pero tenían las puertas cerradas (no se refiere sólo a las puertas físicas, sino a las de nuestro corazón), por miedo (tengo que descubrir los miedos que rondan mi vida y me impiden crecer como persona y creyente). Bien sabe el Señor que para la titánica misión de crecer y hacer presente a Dios en el mundo es necesario la ayuda del propio Dios…del Espíritu de Dios. El ser humano no tiene fuerzas suficientes para realizarla por sí mismo y a la vez mantenerse en la presencia constante de Dios. Es por ello que necesitamos de su Santo Espíritu para que nos ayude, nos fortalezca y nos aliente.

La gente que vive llena de miedos e inseguridades serán siempre discípulos vacíos, estériles, porque en ellos no se dan los frutos del Espíritu. Quien vive en cobardías sólo cobardías transmitirán a otros. Quienes piensan que la fe es algo tan íntimo que no necesita ser compartida se encontrarán encerrados en su egoísmo, solos y sin la presencia del Espíritu Santo.

En este día de Pentecostés tenemos que preguntarnos sobre el proceso de madurez de nuestra fe. ¿Ha ido mi corazón en todos estos años acercándose a la madurez espiritual a la que soy llamado? ¿Qué cerraduras son las más difíciles de abrir en mi vida y por qué? ¿Qué miedos son los que todavía tengo que superar? ¿Acepto al Espíritu Santo en mi vida?

Hermanos y hermanas el Espíritu Santo es el aliento de Dios!!, es el Espíritu que irrumpe y sopla y quiere invadir nuestro ser! entrar en nuestro corazón!. ¿De dónde viene este Espíritu alentador? ¿A dónde va; y a dónde nos dirige? No nos importe hermanos! Dejémonos llevar a ciegas, con fe y esperanza! Pues es el Espíritu poderoso de Dios, tormenta divina de amor y valentía; Espíritu creativo, renovador, “inspirador”, que quiere realizar con nosotros un nuevo Pentecostés. NO TENGAN MIEDO…CRISTO ESTA CON NOSOTROS --- Deseo de todo corazon que hoy, el Espíritu Santo de Dios traiga aire fresco a nuestros corazones, renueve nuestra fe y haga crecer visiblemente nuestro amor. Que Jesús, el Señor, envie su Espíritu sobre nosotros e inflame nuestros corazones con su luz y con su vida.

Hno Juan Pablo ICJDM Obispo Juan David Falcon.