¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 24 de noviembre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 34º del Tiempo Ordinario. Jesucristo, Rey del Universo - 25 de Noviembre del 2012



Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.


Palabra de Dios

Salmo
Sal 92,1ab.1c-2.5

R/.
El Señor reina, vestido de majestad

El Señor reina, vestido de majestad,

el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.

Así está firme el orbe y no vacila.

Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.

Tus mandatos son fieles y seguros;

la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.


Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8):

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»


Palabra de Dios

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Juan (18,33b-37):

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»

Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»

Palabra del Señor



HOMILIA

La palabra “Rey” nos remite a poder, riquezas, esplendor. En la fiesta de hoy de Cristo Rey del Universo, ¿qué clase de rey se nos presenta? Un hombre que lleva  una corona de espinas, vestido con un manto de púrpura para mofarse de él como de un rey farsante, y de pie como un criminal acusado ante Pilatos, quien representa a los poderes del mundo. Ante esto ¿Dónde se puede encontrar el verdadero poder de Cristo como Rey? En la verdad!!!,,,si en la verdad del poder del amor de Dios, para el que Cristo vino a testificar, amando hasta el fin con auténtica actitud de servicio y abandono. Dios Padre nos ama totalmente en su Hijo Jesús. Por eso Jesús es nuestro Señor y Rey. Profundicemos...

 La cuestión principal que le plantea Pilatos a jesus es si es rey, y en su respuesta es donde descubrimos la realeza de Cristo, pero por supuesto no al estilo del mundo.

Estamos muy acostumbrados por la prensa del corazón a las realezas humanas y sus actuaciones en el mundo, pero el reino que Jesús trae y tiene otros aspectos muy distintos. Desde lo primeros momentos de los evangelios se nos recuerda la necesidad de nacer de nuevo, de pertenecer al pueblo de Dios, de formar parte de los apóstoles y discípulos de Jesús,pero  ahora el recorrido humano del cristiano necesita identificarse con el reino de Dios. Cuando en el Padrenuestro decimos que "venga a nosotros tu reino", lo que estamos diciendo es que nosotros por nuestras propias fuerzas no podemos llegar hasta Dios. Necesitamos de la fuerza y guia de su Santo Espiritu ...de ser salvos para asi formar parte de ese reino.

La vida del cristiano se mueve siempre entre dos frases de gran profundidad: "el reino de Dios ha llegado a ustedes" y "venga a nosotros tu reino". Significa que este reino de los cielos ya ha empezado pero todavía no estamos inmersos totalmente en él.
Nuestra condición humana está muy enraizada en los reinos humanos y necesita que nuestra debilidad humana sea superada y completada. Hoy mas que nunca, en este nuestro mundo tan tocado por la injusticia, la maldad, la pobreza, la violencia y la división, urge contestarnos esta pregunta...¿está presente el reino de Dios en nuestro mundo?

La respuesta es...SI!!! Por encima de estas debilidades humanas y actuaciones equivocadas el reino se abre camino a través de la justicia, de la verdad, del amor y de la paz. El cristiano nunca puede caer en la desesperanza por las problemáticas de la historia humana. El reino está presente de una manera misteriosa, como una semilla sembrada por Dios en el corazón de los seres humanos. Esta en nosotros que esta semilla de frutos...

Entendemos bien entonces que la realeza de Jesús no es la de este mundo; es la de la verdad. Siempre me ha llamado la atención ese vacío que en forma de pregunta nos deja el evangelio: ¿Y qué es la verdad? La pregunta la deja Pilato en el aire para que cada uno de nosotros...cada persona sea capaz de darle respuesta.
El poderío de Dios es para la mayoria las personas creyentes o no creyentes uno de los reclamos que más frecuentes. Me acerco a Dios que tiene poder para que sane a mi hijo... me cure a mí... me devuelva la estabilidad de mi matrimonio... pueda recuperar mi empresa... Y en cambio Dios hace como si no oyera, como si no estuviera metido en los asuntos del mundo. Queremos y deseamos una respuesta magica, inmediata y milagrosa de Dios...y aparentemente sentimos que no la obtenemos.

La verdad es que hoy mismo pocos reconocemos y nos sentimos parte de este reino, que ya esta aqui... la mayoria ni siquiera a tomado enserio y menos se pregunta como poder ser parte del reino de Jesús.
Para poder tener conviccion de esta gran verdad primero debemos aceptar que Dios tiene autoridad sobre mi vida y mi existencia, que El es el unico que puede elevarnos y darnos fuerzas para sobrellevar los problemas cotidianos, este es uno de los retos del creyente.... Aceptar a Dios como el Señor de nuestra vida aunque las cosas de mi existencia diaria no salgan como yo quiero. Hay que saber leer entre líneas para entender este reino que está pero que todavía no está presente del todo. Entonces viene a nuestra mente otra pregunta...

¿Cómo es el reino de Dios?

Es un reino que empieza en el corazón y acaba en nuestra realidad diaria. No está propiamente en ningún lugar, sino que es una relación particular entre Dios y las personas, y de modo especial con los pobres...pero pobres de espiritu.
Hoy no es fácil entender la pobreza en clave evangélica, pero es necesario recordar una y otra vez que el reino sólo se muestra a los pobres, y solo los pobres de espiritu pueden entenderlo y verlo,  pero no nos referimos a esa pobreza de falta de bienes y alimentos...sino aquella pobreza de ambiciones; pobreza de agresividad y de creerse más que los otros...La pobreza que me lleva a reconocer que y quien soy yo verdaderamente ante Dios...y  quien y que significa Dios para mi.

El reino de los cielos viene y es captado solo por aquellos que son capaces de aceptar con humildad su indigencia desde los ojos de Dios. Dios no quiere humillarnos sino completarnos.
Una de las grandes tragedias del ser humano de nuestra época es que vive en la mentira, alejado de la verdad. Pues vivir en la verdad supone mirarnos tal cual somos, sin tapujos, mirar nuestra miseria, nuestra ignorancia y falta de fe...y asi reconociendola y aceptandola... ponerla en las manos de Dios, para que El con su Amor y Misericordia, la transforme y nos haga dignos herederos de su Reino. Ahi debe de estar puesta nuestra seguridad y esperanza...
Cuando un cristiano teme a Dios y vive bajo el miedo del dios castigador. para él no ha llegado el reino. Cuando piensa que por hacer o no hacer esto o lo otro se va a condenar, todavía no ha irrumpido en él la fuerza de la nueva nobleza. Todavia no a llegado a su vida y a su corazon el verdadero Dios.

Concluyendo...Jesús colgó de la cruz, y así murió. Junto a él había uno de los dos criminales que morían también con él. Y allí tuvo lugar uno de los más extraños diálogos nunca realizados: El bandido, impresionado por la mesura y serenidad de Jesús, le dijo, “Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. Y Jesús respondió: “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” ¡Un hombre condenado a muerte, agonizando en la cruz aparentemente por una causa criminal, promete un reino y un paraíso de felicidad! Esto proclama por sí solo, fuertemente, qué clase de rey celebramos hoy: Cristo, el rey no de poder y riqueza, sino de verdad, entrega, amor y paz. !!VIVA CRISTO REY DEL UNIVERSO!!


Desde nuestra pobreza es como descubrimos la presencia amorosa de Dios que quiere compartir con nosotros su reino.


OREMOS!!


Oremos a Cristo, nuestro Rey, para que reine en medio de todos los hombres por el poder de su amor. Digamos: R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.

-Bendito seas, Señor, rey del universo, que viniste a hacer de nosotros un pueblo libre.
Por los líderes de las naciones que aman la libertad y la instauran en sus  países, y también, por el contrario, por los que la estrangulan y matan, oprimiendo así a sus pueblos, con confianza te pedimos:

R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.

-Bendito seas, Señor, rey del universo, que viniste a hacer de nosotros un pueblo de hermanos.
 Por los que respetan y defienden la dignidad y los derechos de los demás, y también, por el contrario, por los que oprimen a sus hermanos y sólo defienden  sus propios intereses egoístas, con confianza te pedimos
R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.

-Bendito seas, Señor, rey del universo, que viniste a hacer de nosotros un pueblo de testigos.
 Por los cristianos que viven intensamente su fe, y también, por el contrario, por los que desgraciadamente han dejado enfriar o incluso morir su fe, con confianza te pedimos:
R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.


-Bendito seas, Señor, rey del universo, que  viniste a hacer de nosotros un pueblo que viva en la verdad.
 Por aquellos en cuyas palabras y obras podemos confiar, y también, por el contrario, por los que engañan, viven de la mentira y te traicionan a ti y a los hermanos, con confianza te pedimos:
R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.


-Bendito seas, Señor, rey del universo, que viniste a hacer de nosotros un pueblo orientado hacia servicio.
 Por todos los que ayudan y se cuidan de los demás, y también, por el contrario, por los que solamente piensan en sí mismos sin importarles nada los demás, con confianza te pedimos: 
R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.


-Bendito seas, Señor, rey del universo, que viniste a hacer de nosotros un pueblo de esperanza.
Por todos los que con optimismo siguen esforzándose y trabajando por todo lo bueno, y también, por contraste, por los que se rinden y se dejan llevar por el pesimismo y desaliento, con confianza te pedimos: 
R/ Señor, que venga a nosotros tu reino.


 Señor y Rey nuestro, contigo queremos llevar las cargas de nuestros hermanos. Que su peso sea ligero, ya es una carga de entrega y amor. Danos fortaleza ahora y por siempre.
 Amén.



Bendición Solemne
Hermanos: Inclinen  la cabeza con reverencia
y rueguen por la bendición del Señor.

Que la Buena Noticia del reino se extienda y enriquezca
a todos los pueblos y culturas
por todas partes del ancho mundo.

R/ Amén.
Que el reinado de Cristo crezca entre nosotros
como un reino de justicia, amor y paz.

R/ Amén.
Que la luz de la verdad de Cristo ilumine a todos
y que su amor servicial esté vivo en todos nosotros.

R/ Amén.

Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

R/ Amén

Podemos ir en la paz y en el nombre de Cristo, Rey y Señor.


HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON.

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