Para conocer a Dios es necesario conocer primero a Jesús, Dios y hombre verdadero.
En este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre incluye y comprende la fe en Él. El encuentro con el verdadero Dios es posible únicamente por medio de Jesucristo: "Nadie puede venir a mi Padre sino por mí" (Jn 14,6). Todos los caminos de búsqueda sincera de nuestro creador desembocan en Cristo.
Ser creyente y evangelizador significa profundizar en el encuentro de la conversión con Jesús y conocerle más profundamente y compartir esa experiencia con los demás. Evangelizar no es adoctrinar ni comprometer en tareas meramente sociales;ni preocuparse por acumular dinero y poder, tampoco es hacer un discurso intelectual sobre la fe. Evangelizar es mucho más: es ser portadores de una seria y profunda amistad y amor con el Señor y tratar que los demás le conozcan con esa misma o mayor intensidad.
En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a que las respuestas en nuestra vida y a nuestras necesidades (comida, vestidos, entretenimiento etc.) sean cubiertas por las cosas materiales: dinero, tecnologia, etc. en lugar de las personas. Bien es cierto que todo ello nos llega de la mano de otros seres humanos, pero ningún ser humano se vuelve para nosotros la respuesta definitiva a todas las necesidades interiores.
En el contexto de las necesidades más profundas del ser humano es donde se dan las afirmaciones de Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida. Esto significa que es la explicación última de la vida humana. Encontrarse y profundizar en el Señor es ir construyendo poco a poco un rompecabezas de nuestra vida e ir recomponiendo las piezas en su sitio para que sea visible en su totalidad.
¿Cómo es posible que aquellas palabras pronunciadas hace años por Jesús tengan todavía hoy actualidad y sentido?
¿Cómo Jesús sigue siendo hoy, después de tanto desarrollo técnico e industrial, la respuesta para el ser humano?
Las respuestas son claras: las palabras de Jesús van dirigidas al corazón de cada ser humano y es ese corazón quien debe de responder a la llamada.
A pesar de los siglos los seres humanos no somos tan distintos ni tan desiguales. La historia de la humanidad se hace presente en nuestra historia personal y concreta donde hacemos el mismo recorrido. También en cada uno de nosotros hay una prehistoria y una Edad Media, y un tiempo contemporáneo…una historia salvifica que tenemos que saber ir conjugando para entender el papel de Dios en nuestra vida.
Termina nuestro texto de hoy recordándonos que los que seguimos a Jesús haremos obras mayores que Él. Nos describe el Señor el proceso de la evolución de la fe. Muchas personas se olvidan que la fe tiene su proceso y su evolución. No llegamos a una fe completa y total en el momento de la conversión. La fe se va labrando poco a poco, es como una obra de arte donde los autores son siempre dos: Dios y tú.
Vas por el camino correcto?...
Rev Hno Juan Pablo ICJDM Obispo Juan David Falcon
CRISTO VIVE!!
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