¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

viernes, 27 de mayo de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 6º de Pascua + 29 de Mayo del 2011

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (8,5-8.14-17):

En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno, estaban sólo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 65,1-3a.4-5.6-7a.16.20

R/.
Aclamad al Señor, tierra entera

Aclamad al Señor, tierra entera;

tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!» R/.

Que se postre ante ti la tierra entera,

que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R/.

Transformó el mar en tierra firme,

a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente. R/.


Fieles de Dios, venid a escuchar,

os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R/.

 Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3,1.15-18):

Glorificad en vuestros corazones a Cristo Señor y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que sois calumniados queden confundidos los que denigran vuestra buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.»

Palabra del Señor

HOMILIA

 El Espíritu Santo está presente en la vida de aquella persona que sigue a Cristo Resucitado. Fue el propio Jesús el que nos presentó tan digno defensor. Sabe bien el Maestro que necesitamos de su ayuda y cercanía en nuestro caminar por los senderos del mundo.

"Si me aman, obedecerán mis mandamientos." Buen comienzo. Amar de verdad, a la forma de Dios, es obedecer su voluntad. Pero ¿Cómo puede una persona obedecer a quien desconoce?

Hay personas que "piensan" que creen en Dios. Otros dicen "que tienen fe". Algunos que "creen en Dios más que nadie..." Pero la experiencia vital de la fe va por otros caminos. No es suficiente creer que se tiene fe; la fe hay que vivirla en lo profundo del corazón y en la vida diaria. Vemos con frecuencia como personas que dicen tener fe viven en una realidad inmadura, infantilizada, congelada en las vivencias del pasado. Jesús nos promete un Defensor para que la vivencia de fe en nuestra vida se purifique y se acerque más y más a Dios.

El Defensor que Jesús pide para nosotros es "el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes." No exagero si digo que en muchos aspectos de nuestra vida personal y social la verdad ha pasado a un segundo plano…vivimos un mundo de mentiras!

¿De qué nos defiende el Espíritu de la verdad que Jesús nos promete?:

+ En primer lugar nos defiende de nosotros mismos, de nuestros temores, de nuestro ocultamiento de la verdad personal. Disfrazamos lo que somos ante los demás pero somos tan habilidosos que también nos montamos una farsa interior y terminamos por creernos que eso es la verdad en nuestra vida. Nos enganamos a nosotros mismos!!...Necesitamos un defensor de nosotros mismos. Los cristianos somos conscientes de la fragilidad humana, de la nuestra y de los otros. Sabemos que hacemos grandes proyectos en todos los aspectos de la vida, pero muchas veces todo se queda en grandes decepciones.El Espíritu de la verdad (Dios) nos sitúa en la realidad de nuestra naturaleza. No nos hace creer que somos mayores de lo que somos ni menores de lo que en realidad somos…nos pone en nuestra exacta realidad...y nos invita y ayuda a vivir en verdad!!.

+ Nos defiende también del mundo que no quiere conocer ni ver a Dios. La cuestión no es alejarse del mundo o no, el tema es saber estar en el mundo según Dios quiere. El reto de los cristianos continúa siendo "estar en el mundo sin ser del mundo." Quien no ama no conoce a Dios y esto trasciende la propia vivencia personal y la proyectamos hacia los demas: una persona que no conoce a Dios es un eslabón de un mundo donde lo que Dios nos viene a traer no existe. Un mundo sin Dios es el mayor fracaso de cualquier realidad humana.

 + Nos defiende de las ideologías que intentan ocultar la propia realidad y dignidad humana. Bajo el pretexto de la igualdad y la dignidad humanas se nos ofrecen una y otra vez alternativas caducas que aparentemente dan respuesta al corazón humano. Pero no!, son enganos, falsedades…”que si el fin del mundo…el materialismo, la superficialidad, etc…Muchos cristianos pueden caer en esas tentaciones. El pensar que las ideologías de las mentes humanas son más completas que la mente del Señor nos puede llevar a un auténtico fracaso existencial.  El ser humano no se explica sólo por la psicología, la sociología o cualquier otra ciencia humana. Todas estas disciplinas son base y explican una realidad, pero la verdadera respuesta para explicar nuestra humanidad, nuestra verdad, solo puede venir de Dios y solo podremos entenderla con el corazón…no con la razon. .

+ Nos defiende de nuestra división interior. Ocurre que muchas veces no sabemos en qué lugar de nuestra vida colocamos a Dios: ¿en los sentimientos? ¿en los pensamientos? ¿en los razonamientos?... Dios tiene que ocupar pacíficamente nuestra realidad interior. Es lo que llamamos la conversión. Pero la conversión es un proceso donde muchas veces mi principal enemigo soy yo. El Defensor viene para orientarnos en nuestro caminar diario y guiarnos hacia el encuentro con nuestro “Amado”…o sea DIOS…y ese encuentro solo puede darse, en la intimidad de nuestro ser.
Jesús no nos abandona!. Cuando oímos a una persona que dice "Dios se ha olvidado de mí..." recordemos siempre estas palabras. Él sabe de nuestras miserias y proyectos; el conoce el barro del que estamos hechos.El conoce y sabe cada uno de nuestros nombres…y siempre esta y estara con nosotros.

No te desesperes cuando todo en tu vida vaya mal o regular. No dejes que los problemas hundan tu vida; deja que tu vida hunda los problemas. Siempre procuro tener presente en mi vida que Dios va conmigo al ritmo que yo puedo andar. Si camino, Él está a mi lado. Si me detengo, Él se para conmigo. Si me siento a descansar, Él está reposando a mi lado. Si corro, Él corre a mi lado... Hay personas que se pasan toda la vida frustrados porque quieren ir al ritmo de Dios. Esto para las personas es poco menos que imposible. Su paso es mucho más largo y profundo que el nuestro.

La cosa está en caminar junto a Dios en nuestra vida. Tratar de que siempre estemos a su lado y saber que Él se adapta a nuestro caminar. Nuestro proceso es su camino. Dios se adapta a la realidad de cada persona sin dejar de ser Dios. No es un Señor a nuestra medida, sino que somos nosotros quien dejándole acercar a nuestra vida lo hacemos caminante de nuestro propio camino. Ni Él pierde su identidad ni yo la mía. Somos distintos pero vamos juntos por los mares del mundo.

"El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que me ama." (v.21) A los niños en el catesismo les enseñamos que los mandamientos son diez. No son once. Los mandamientos son diez, pero les recordamos que hay uno mas, el mayor y mas importante y es este…"Un mandamiento nuevo les doy; que se amen unos a otros como yo les amo." Cumplir con este mandamiento es hacer presente a Dios en nuestra vida y en la de los demás. El Señor nos asegura que viviendo esta realidad es como el ser humano se realiza como persona y como creyente…para hacernos "ver" esta realidad necesitamos de un Defensor porque muchas veces nuestra mirada es insuficiente... y nuestro corazón también...

…"Un mandamiento nuevo les doy; que se amen unos a otros como yo les amo."

El que tenga oidos…que oiga.

Revmo.J. David Falcon+ hermano juan Pablo+CORC

CRISTO VIVE!!

sábado, 21 de mayo de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 5º de Pascua + 22 de Mayo del 2011

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas.

Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.»
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios

Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19

R/.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti


Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.


Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,4-9):

Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: «Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.» Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la «piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular,» en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-12):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»

Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.»
Palabra del Señor


HOMILIA

Hay personas que tienen una idea de Dios, no una vivencia, donde se imaginan que Dios es ese anciano regordete y bonachón que nos mira sentado desde las alturas. Otros, quizás más cercanos a una cierta fe o creencia, piensan que Dios es ese arreglatodo de la vida; un refugio en los momentos de apuro. Hay otros últimos que no se imaginan a Dios porque lo confunden con las distintas concepciones personales que les han ido transmitiendo. De esta manera Dios puede ser un revolucionario, un justificaconciencias, un remedios para tranquilizar mi vida, una idea... Pero, ¿Cuál es realmente el rostro de Dios?

Para conocer a Dios es necesario pasar por Jesús, Dios y hombre verdadero.
En este Evangelio Jesús nos recuerda que la fe en el Padre incluye y comprende la fe en Él. El encuentro con el verdadero Dios es posible únicamente por medio de Jesucristo: "Nadie puede venir a mi Padre sino por mí" (Jn 14,6). Todos los caminos de búsqueda sincera de nuestro creador desembocan en Cristo.

Ser creyente y evangelizador significa profundizar en el encuentro de la conversión con Jesús y conocerle más profundamente y compartir esa experiencia con los demás. Evangelizar no es adoctrinar ni comprometer en tareas meramente sociales; tampoco es hacer un discurso intelectual sobre la fe. Evangelizar es mucho más: es ser portadores de una seria y profunda amistad con el Señor y tratar que los demás le conozcan con esa misma o mayor intensidad.

En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a que las respuestas en nuestra vida y a nuestras necesidades (comida, vestidos, etc.) sean cubiertas por las cosas materiales: dinero, máquinas, etc. en lugar de las personas. Bien es cierto que todo ello nos llega de la mano de otros seres humanos, pero ningún ser humano se vuelve para nosotros la respuesta definitiva a todas las necesidades interiores.

En el contexto de las necesidades más profundas del ser humano es donde se dan las afirmaciones de Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida. Esto significa que es la explicación última de la vida humana. Encontrarse y profundizar en el Señor es ir construyendo poco a poco el rompecabezas de nuestra vida e ir recomponiendo las piezas en su sitio para que sea visible en su totalidad.

¿Cómo es posible que aquellas palabras pronunciadas hace años por Jesús tengan todavía hoy actualidad y sentido?
¿Cómo Jesús sigue siendo hoy, después de tanto desarrollo técnico e industrial, la respuesta para el ser humano?

Las respuestas son claras: las palabras de Jesús van dirigidas al corazón de cada ser humano y es ese corazón quien debe de responder a la llamada.

A pesar de los siglos los seres humanos no somos tan distintos ni tan desiguales. La historia de la humanidad se hace presente en nuestra historia personal y concreta donde hacemos el mismo recorrido. También en cada uno de nosotros hay una prehistoria y una Edad Media, y un tiempo contemporáneo que tenemos que saber ir conjugando para entender el papel de Dios en nuestra vida.

Termina nuestro texto de hoy recordándonos que los que seguimos a Jesús haremos obras mayores que Él. Nos describe el Señor el proceso de la evolución de la fe. Muchas personas se olvidan que la fe tiene su proceso y su evolución. No llegamos a una fe completa y total en el momento de la conversión. La fe se va labrando poco a poco, es como una obra de arte donde los autores son siempre dos: Dios y tú.

El que tenga oidos…que oiga.

Revdmo David Falcon

CRISTO VIVE!!  ALELUYA!!



sábado, 14 de mayo de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 4º de Pascua 15 de Mayo del 2011

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14a.36-41):


El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.»
Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
Pedro les contestó: «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.»
Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: «Escapad de esta generación perversa.»
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.
Palabra de Dios


Salmo
Sal 22,1-3a.3b-4.5


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.


Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):


Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muerto al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.
Palabra de Dios


Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10):


En aquel tiempo, dijo Jesús: «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»


Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba.


Por eso añadió Jesús: «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»


Palabra del Señor


HOMILIA


Son muchas las veces que en la Sagrada Escritura se nos compara a nosotros los seres humanos con las ovejas. ¿Por qué la insistente comparación con la oveja?


El comportamiento de la oveja nos resulta prácticamente desconocido, salvo por lo que hayamos podido ver en alguna película o en la televisión. Pero es interesante adentrarse en ciertos detalles sobre este dulce animal, para ver cuánto nos quiere decir el Señor al compararnos una y otra vez con las ovejas y al definirse El como el “Buen Pastor”.


La oveja es un animal frágil. Se ve ¡tan gordita!, pero al esquilarla, es decir, al quitarle la lana, queda delgadita y se le nota entonces toda su fragilidad. Es, además, un animal dependiente, no se vale por sí sola: depende totalmente de su pastor. Por cierto, no de cualquier pastor, sino de “su” pastor. Es tan incapaz, que con sus débiles y poco flexibles patitas, no puede siquiera treparse al pastor y necesita que éste la suba. No así un perro... o un gato. Si se queda ensartada en una cerca o en una zarza, no puede salirse por sí sola: necesita que el pastor la rescate. La oveja anda en rebaño, no puede andar sola. Si llegara a quedarse sola, no es capaz de defenderse: es fácil presa del lobo o de otros animales feroces. Su dependencia del pastor la hace ser obediente y atenta a la voz y a la dirección de “su” pastor. No obedece la voz de cualquier pastor, sino que atiende sólo a la del suyo. El pastor las lleva a veces a pastar guiándolas con una vara alta, llamada cayado, y a veces las reune en un espacio cercado, llamado redil o aprisco.


¿Qué nos quiere decir el Señor al compararnos con las ovejas? Y ¿qué nos quiere decir al definirse El como el “Buen Pastor”? El Señor nos dice que El es el mejor de los pastores, pues El da la vida -como de hecho la dio- por sus ovejas. Y sus ovejas lo conocen y escuchan su voz. Nos dice también que El conoce a cada una de sus ovejas por su nombre, y las ovejas reconocen su voz (cfr. Jn. 10, 1-10).


Nosotros, ovejas del Señor, somos también frágiles, aunque nos creemos muy fuertes y muy capaces. Somos, también, dependientes del Señor y, cual ovejas, tampoco nos valemos por nosotros mismos, aunque, engañados, podamos pasarnos toda nuestra vida, tratando de ser independientes de Dios, tratando de valernos por nosotros mismos.


Si nos enredamos en nuestra vida espiritual, necesitamos de nuestro Pastor y El nos rescata y nos coloca sobre su hombro, igual que a la oveja perdida, para llevarnos al redil (Lc. 15, 4). No podemos andar solos, “como ovejas descarriadas” (1 Pe. 2, 25), pues corremos el riesgo de ser devorados por los lobos que están siempre al acecho. Reconociéndonos dependientes, podemos ser totalmente obedientes a la Voz y a la Voluntad de nuestro Pastor. Debemos tener cuidado de no obedecer la voz de ladrones de ovejas, que no entran por la puerta y que saltan por un lado del redil y simulan ser pastores para llevarse a las ovejas. ¡Cuidado con las voces extrañas! ¡Cuidado con confundirlas con la Voz del Buen Pastor! Se parecen... pero no son.


Y confiamos tanto en nuestro Pastor que, aunque pasemos por cañadas oscuras, nada tememos, porque El va con nosotros; su vara y su cayado nos dan seguridad. En tiempo de “cañadas oscuras” es muy conveniente intensificar la oración. Y -en la línea de las ovejas y el Pastor- muy útil es la primera frase de ese Salmo favorito de muchos cristianos: “El Señor es mi Pastor, nada me falta” (Sal. #22).


El que tenga oídos…que oiga.


Revdmo David Falcon


CRISTO VIVE!!!






lunes, 9 de mayo de 2011

!!! FELICIDADES A TODAS NUESTRAS BELLAS Y AMADAS MADRECITAS, EN ESTE SU DIA...Y EN ESPECIAL A NUESTRA SANTA E INMACULADA MARIA !!! !! MADRE DE DIOS !!


Y esta frase “Madre de Dios” se dice muy fácilmente, pero por lo acostumbrados que estamos a oírla y a repetirla tal vez no nos detenemos a pensar en toda su dimensión el significado de que un ser humano, como nosotros, María -una de nuestra raza- pueda ser “Madre de Dios”.


Después de Jesucristo, aunque salvando la distancia entre lo humano y lo divino, entre lo finito y lo infinito, la Santísima Virgen María Madre de Dios hecho Hombre, es la criatura más grande, más bella, más excelsa que haya existido.


Pero ... ¿qué significa, entonces, para una criatura humana ser Madre de Dios? ¿Cómo puede una criatura humana engendrar a Dios? ¿Hemos pensado en esto alguna vez?


Fijémonos en lo siguiente: todas las madres son madre de la “persona” de su hijo. Y ese hijo es una “persona”, compuesta de alma y cuerpo. ¿Qué aporta la madre al hijo? Aporta, por supuesto, la parte material de esa persona, que es el cuerpo. Ni la madre -ni tampoco el padre- aportan el alma. Dios es Quien infunde el alma, y esto convierte a cada creatura en “persona humana”. Así sucede en la concepción de cada uno de los seres humanos.


Pero ... ¿qué sucedió con Jesús? Dicen los teólogos que Cristo no es persona humana, sino “divina”, aunque tenga una naturaleza humana desprovista de personalidad humana, que fue sustituida por la personalidad divina del Verbo en el mismo instante de la concepción de la carne de Jesús.


Se deduce de esto que la Santísima Virgen María realmente concibió y dio a luz según la carne a la “persona divina” de Jesús, pues es la única “persona” que hay en El. Por esto es que María es llamada con toda propiedad “Madre de Dios”.


Podría argumentarse: María no concibió la naturaleza divina de Jesús. Es cierto. Pero tampoco conciben las demás madres el alma de sus hijos, pues ésta viene directamente de Dios.
La Santísima Virgen María concibió, entonces, una persona. Como esa persona que es Jesús no era “persona humana”, sino “divina”, sabemos que María es verdaderamente “Madre de Dios”.


De todos los privilegios, títulos y dogmas de María, éste es sin duda el mayor y de más trascendencia, pues todos los demás (Inmaculada Concepción, llena de Gracia, Virginidad perpetua, Asunción, etc.) fueron dados en atención a este hecho tan inmenso y tan elevado: el de ser la Madre de Dios.


Sin embargo lo más importante para nosotros y lo que más desea la Santísima Virgen María -Madre de Dios, pero también Madre nuestra- es que la imitemos a Ella, pues imitándola a Ella estamos imitando a su Hijo.


¿Qué imitar de la Madre de Dios? Su espíritu de oración: María oraba y en oración la encontró el Angel cuando le anunció el misterio de su Maternidad Divina. Su humildad y su entrega a la Voluntad de Dios: se reconoce “esclava del Señor” y se entrega a que se realice en ella todo lo que Dios quiera. Su fe a toda prueba: María creyó por encima de las apariencias y de las posibilidades humanas; creyó que lo imposible se realizaría en Ella: ser la Madre del mismo Dios.Su Amor incondicional y total a Jesus y a todo ser humano...


Por eso en este Dia que celebramos a nuestras tambien fieles, hermosas y amadisimas madres, debemos primero poner nuestra atencion y mirada en el bellisimo rostro de nuestra Santa Madre Maria , y ver en el , el rostro de cada una de nuestras madrecitas... y alegremente festejarlas, reconociendo el trabajo, tiempo , dedicacion y entrega que cada una de ellas nos han regalado, con sincero amor, entrega y sacrificio ,muy a ejemplo de nuestra Madre Maria...y muy a pesar de sus fallas y errores, que seguramente tuvieron a lo largo de nuestra educacion, ver y reconocer...vamos! que sobresalga la grandeza de su Amor y de cada una de las acciones, pues con seguridad siempre fueron para bien de cada uno de nosotros...


Bendito sea Dios por este gran regalo, que es el amor de nuestras Madres!!!
Y benditas sean todas ellas, que son generadoras de vida, Amor y de verdadera union con Nuestro Amado Dios.

!!! Dios nos las cuide y les de salud y felicidad!!!

un gran abrazote para todas ellas !!


!! FELIZ DIA DE LAS MADRES !!


Revdmo. David Falcon

viernes, 6 de mayo de 2011

Lecturas y Homilia del Domingo 3º de Pascua 08 de Mayo del 2011

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14.22-33):

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: «Judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice, refiriéndose a él: "Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia." Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que "no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción," hablaba previendo la resurrección del Mesías. Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 15,1-2.5.7-8.9-10.11

R/. Señor, me enseñarás el sendero de la vida

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (1,17-21):

Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,13-35):

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?»
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?»
Él les preguntó: «¿Qué?»
Ellos le contestaron: «Lo de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.»
Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.»
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.
Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.»
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor

HOMILIA

Dos discípulos de Jesús van por el camino. Esta vez el caminar no conduce a la curación o a al encuentro de Jesús. Es un caminar desorientado. Sabían que iban a su lugar de origen pero ya sin esperanzas. Se les había muerto la persona en la que tanto habían creído. Vieron cómo enterraban su cuerpo; vivieron el desánimo de sus compañeros; sintieron el latido del fracaso ante la opción un día tomada. No me extrañaria que fueran discutiendo por el camino.

Aquellos dos discípulos representan a muchos millones de personas que han tenido un contacto con Jesús, pero no con el Resucitado, sino con el Cristo de los milagros, el del líder, el del entusiasmo del Domingo de Ramos. Pero no aciertan estos amigos a comprender que el Jesús de la cruz, el que recibe las preguntas desafiantes durante el sufrimiento "¿no eres tú Dios? Pues baja de la cruz..." ; el que sangra y padece, sea ese Dios que ellos se imaginan.
 En esos momentos Jesús se vuelve ante los ojos del mundo su peor pregonero.

El dolor y el sufrimiento son puertos a los que nadie quiere arribar. Los cristianos no somos masoquistas que disfrutamos ante nuestras dolencias. El dolor es malo, pero ya que existe,en Cristo puede ser motivo de salvación. Aquellos amigos nuestros iban por el camino llenos de dolor sin resurrección.

Dice la Palabra que estaban tristes. Jesús se puso a su lado pero no le reconocían. El dolor por el fracaso les había vendado no sólo los ojos sino también el corazón. Eran ciegos de sí mismos ya que no sabían digerir el fracaso de su maestro. Se sentían rotos por dentro porque todo había quedado en palabras.

Le cuentan a Jesús la versión de lo que había ocurrido, pero lo hacen con desesperanza. Ellos esperaban pero su espera había sido inútil. Ahora vuelven más desilusionados que nunca. Las palabras de Jesús le animaban pero su muerte, el silencio de la palabra del maestro les dejó vacíos.

Jesús comienza a explicarles nuevamente todo lo que de Él se decía en las Escrituras. Escuchan pero ya sin convencimiento. Siguen en el camino.

Llegan al pueblo y Jesús hizo como si fuera a seguir su camino, pero ellos le invitan a quedarse. Se sientan a la mesa y de nuevo Jesús toma el pan y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio. Dice la Escritura que en ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús; pero Él desapareció.

El último gesto que tuvo Jesús con sus Apóstoles fue la cena. Ahora, después de su resurrección hace de nuevo el gesto de la fracción del pan, que alimenta, que salva, que abre los ojos al ciego.

La Eucaristía es el lugar del encuentro con Jesús. Él se les muestra entregándose nuevamente, esta vez de una manera incruenta. Parte para ellos y con ellos el pan y bendice a Dios. Y ellos le descubren...

La vida cristiana estará siempre enlazada entre Eucaristía, Cruz y Resurrección. Una y otra vez en la vida del seguidor de Cristo estarán presentes estos tres momentos.

Hay una pregunta que nuestros amigos no creyentes o no muy creyentes nos suelen hacer: Si Jesús resucitó, ¿Dónde está ahora?

Jesús no está en el sepulcro. El sepulcro se quedó vacío. Tampoco la resurrección es un retorno al pasado. El verdadero encuentro con Cristo está hoy en la Palabra, en la Eucaristía y en la profesión de fe.O sea esta entre nosotros...en nosotros.

El Señor está en la vida nueva que ha llegado en la transformación del sufrimiento de este mundo. Encontrarlo es encontrar el camino de la salvación.

Jesús resucitado está en la Eucaristía. La Eucaristía es el lugar preferente de la presencia de Cristo. Participar en la Eucaristía significa tener un encuentro personal con Cristo resucitado.

También el resucitado está presente donde las personas se sienten hermanadas, donde se late con el mismo ritmo. El resucitado está entre los más débiles y pobres de la sociedad, aquellos que siempre llevan las de perder. Jesús con la superación de la muerte les hace ganar fuerzas para el camino de la vida, ilusión y alegría para su corazón, y ver, sobre todo sentir que Él va siempre a nuestro lado en todos los momentos de caminar por nuestra existencia...Cristo vive!! hoy mas que nunca!!.

Revdmo David Falcon

El que tenga oidos...que oiga.