¡NO TENGAIS MIEDO!!! YO ESTOY Y ESTARE PARA SIEMPRE CON VOSOTROS! (cf Jn 14, 16-17).

sábado, 27 de octubre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 30º del Tiempo Ordinario- 28 de Octubre del 2012


Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (31,7-9):

Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (5,1-6):

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, se gún el rito de Melquisedec.»

Palabra de Dios

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,46-52):

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor

Homilia

No hay peor ciego que el que, aunque quiera, no puede ver...


El Evangelio de hoy nos narra la curación del ciego Bartimeo, incidente que nos ofrece bastante tela de donde cortar para extraer enseñanzas muy útiles a nuestra fe, nuestra vida de oración y nuestro seguimiento a Cristo.

Y vamos directo a la primera enseñanza...Ciertamente Bartimeo era ciego en sus ojos corporales:  no tenía luz exterior.  Pero sí tenía luz interior, sí veía en su interior, pues reconocer que Jesús era el Mesías,“el hijo de David”, y poner en El toda su esperanza, es ser vidente en el espíritu.  Su fe lo hacía gritar cada vez más y más fuertemente, pues estaba seguro que su salvación estaba sólo en Jesús.  Y tal era su emoción que solto el manto y de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús”, cuando éste, respondiendo a sus gritos, lo hizo llamar.


Ahora bien, los “gritos” de Bartimeo llamaron la atención de Jesús, no sólo por el volumen con que pronunciaba su oración de súplica, sino por el contenido.  “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”.  Un contenido de fe profunda, pues no sólo pedía la curación, sino que reconocía a Jesús como el Hijo de Dios, el Mesías que esperaba el pueblo de Israel.   De allí que Jesús le dijera al sanarlo:  “Tu fe te ha salvado”.

Analicemos un poco más los “gritos-oración ” de Bartimeo.  “Jesús, Hijo de Dios, ten compasión de mí”.  (Reconocer a Jesús, como hijo de David, era lo mismo que reconocerlo como el Mesías; es decir, el Hijo de Dios).  Podemos decir que esta súplica desesperada de Bartimeo contiene una profesión de fe tan completa que resume muchas verdades del Evangelio.  Es la llamada “oración de Jesús” que se utiliza para la oración constante, para orar “en todo momento ... sin desanimarse” (Ef. 6, 18), como nos recomienda San Pablo.


Si nos fijamos bien, es una oración centrada en Jesús, pero es también una oración Trinitaria, pues al decir que Jesús es Hijo de Dios, estamos reconociendo la presencia de Dios Padre, y nadie puede reconocer a Jesús como Hijo de Dios, si no es bajo la influencia del Espíritu Santo. 

Además, al reconocer a Jesús como el Mesías, nuestro Señor, reconocemos su soberanía sobre nosotros y su señorío sobre nuestra vida, es decir, reconocemos nuestro sometimiento a su Voluntad.  Y al decir “ten compasión de mí”,  reconocemos que, además, de dependientes de El, tenemos toda nuestra confianza puesta sólo en El, nuestra única esperanza, igual que Bartimeo.

“Jesús, Hijo de Dios, ten compasión de mí, pecador”...
Es una oración que contiene esta verdad del Evangelio:  que somos pecadores y que dependemos totalmente de Dios para nuestra salvación.  Es una oración de estabilidad y de paz...esta oracion amados hermanos yo les recomiendo que la repitamos al despertar y antes de dormir y de ser posible en todo momento a lo largo del día, pues puedo asegurarles que si asi lo hacemos ademas de dar paz y tranquilidad a nuestro ser, a nuestro espiritu puede ayudarnos a vivir de acuerdo a la Voluntad de Dios ... y a seguir a Cristo, como lo hizo Bartimeo, quien “al momento recobró la vista y se puso a seguirlo por el camino”. 


Pero existe también la otra ceguera espiritual de quien no ve, de quien no oye, de quien no se deja guiar. Es la ceguera de aquellos que tienen sensibilidad espiritual pero que no han percibido que Jesús es el que pasa por el camino de sus vidas. Todos conocemos personas buenas, sensibles, capaces de actos de amor y hacederos de buenas obras, pero que no han parado al Señor que pasa por delante de su propia existencia, que no lo han reconocido, escuchado...menos le han orado. La vida cristiana es hacer constantemente, dia a  día, lo que hizo nuestro ciego del Evangelio de hoy: llamar a Dios para que tenga compasión de nosotros. Dos veces le grita el ciego a Jesús que tenga compasión de él.

¿Qué es la compasión?

Tener compasión o compadecerse es compartir con alguien sus desgracias sean del tipo que sean. Pero la compasión no es algo estático sino que el compadecerse nos lleva a buscar junto con el que sufre la posible solución a sus problemas. Cuando el ciego le pide a Jesús que se compadezca de él, lo que está haciendo es urgir a Jesús para que haga algo para sacarlo de su ceguera.

Ser compasivo no es "tener pena...lastima" sino ponerse en camino con quien te encuentras en tu camino demandándote comprensión y ayuda.

La oscuridad de nuestro ciego no le impidió detectar la divinidad de Jesús. Fue un descubrimiento desde el vacío y el desposeimiento. Las cosas materiales muchas veces nos pueden alejar del Señor, pero una adecuada ceguera a lo material a lo que no es de Dios puede acercarnos a Él. 

Para muchas personas es justo al revés: ven lo que no les llena y se olvidan de lo que les puede llenar en plenitud. El invidente le dice a Jesús que quiere recobrar la vista, que necesita ver. Al igual que los creyentes mientras estamos en el camino de la vida, vamos a tientas y sólo al final del camino de nuestra existencia podemos ver a Dios "cara a cara".

Cuando Jesús le llama, dice la escritura que el ciego arrojó su manto y dando un salto se acercó al Maestro. El manto bien puede significar esas escasas seguridades a las cuales nos aferramos en la vida. El manto representa las cosas que nos dan tranquilidad, las rentabilidades que hemos ido eligiendo en la vida. Ayudar a quitarse el manto y dar un salto en la dirección indicada escuchando las palabras de ánimo de los discípulos es también la misión de la Iglesia. La comunidad eclesial tiene que realizar esa funcion de animadores para el encuentro con Jesús. 

La Iglesia no está para condenar sino para acercar al ser humano hacia sí mismo, hacia los demás y hacia Dios. Este es uno de los pasajes evangélicos donde encuentro estas tres dimensiones que son más que fundamentales en la fe:

* Encuentro con uno mismo. Reconocerse tal cual somos, sin máscaras, sin tapujos, sin doble lenguaje ni doble moral. Pedir al Señor compasión para que transforme nuestras debilidades y limitaciones presentes en nuestra realidad, ayudandonos asi a lograr un cambio real en nuestras vidas .

* Encuentro con los demás. La Iglesia está para animar el encuentro con el Señor en comunidad, está para dar aliento a los que desean de corazon ser pueblo de Dios...con palabra y testimonio     ¡Qué distinta sería muchas veces nuestra vida cristiana y nuestra acción pastoral si fuésemos más animadores que condenadores! Tenemos que decir al que busca a Dios: "- Ánimo, levántate. Cristo te está llamando." !no estas solo!.
Muy probablemente el ciego no sabía la distancia a la que estaba Jesús y fueron los demás los que haciendo el papel de lazarillos le condujeron hasta Él. ¡Santa Iglesia lazarilla y benditos lazarillos que a través de los siglos han mostrado y han acercado a millones de ciegos a Dios!

* Encuentro personal con Dios. Jesús le manda irse y le dice que por su fe ha sido curado. La Palabra de Jesús siempre cura y envía...pero para saber interpretarla, entenderla y vivirla necesitamos tener un encuentro espiritual real y verdadero con Dios, dejarnos guiar y envolver por su Santo Espiritu ...y eso solo lo podremos lograr abriendo nuestro corazon  a nuestro amado Padre y con fe y total dispocision orar, pero en una oracion de abandono, en silencio...cerrando los ojos y buscando en nuestro interior el encuentro con nuestro amado... Todo encuentro con Dios nos dara y estara siempre lleno de liberacion, cambio, sanacion y de fe, sobre todo de fe.

En otro lugar del Evangelio se nos dice "¿Puede un ciego guiar a otro ciego...?" y yo me pregunto si mi ceguera ha sido redimida y curada, si me estoy dejando guiar y si guío bien a los que quieren ser compañeros de camino. Recuerdo aquél Tomás ciego de incredulidad, que hasta que no vio y tocó no creyó y me propongo hoy firmemente creer sin ver a ejemplo de aquel pobre invidente del camino que lo único que pedía era compasión y vista. Esto es lo que debemos pedir cada día a nuestro buen Dios.


“Jesús, Hijo de Dios, ten compasión de mí, pecador”

EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.

HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON



domingo, 21 de octubre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 29º del Tiempo Ordinario 21de Octubre del 2012

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (53,10-11):

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.


Palabra de Dios

Salmo
Sal 32,4-5.18-19.20 y 22

R/.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16):

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.


Palabra de Dios

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,35-45):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»

Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

Palabra del Señor



Homilia
¿Por todos? ¿Ha venido a dar su vida por todos? ¿Y por los terroristas y los violadores, por los ladrones y asesinos, por los ateos y por los flojos, que no saben lo que quieren en la vida...?

!!¿Por todos...?!!
Me temo que sí... Jesús vino para que todos tengamos vida y vida Eterna, disfrutando de felicidad plena. Quizás la gente que no ha descubierto a Dios todavía no ha saboreado la alegría de sentirse en familia con Cristo, la alegria de ser hermano de todos, ahí está su pena y su tristeza, muchos viven odiando o amargados que es lo mismo que vivir sin ser feliz.Ese debe de ser nuestro testimonio de creyentes en el mundo de hoy: Tenemos que ser testigos del amor de Dios que nos hace ser servidores de los demás.


Cuando alguien me decía que quería vivir como "los primeros cristianos...como los apostoles" , la verdad es que me daba risa, porque siempre venía a mi mente este evangelio de hoy. Aquellos discípulos que convivieron con Jesús, que escucharon en directo su voz y compartieron con Él el pan; que vieron sus milagros... no eran mejores que nosotros, casi les diría que no destacaban por su gran fe ni por su afán de servicio a los demás. Una cosa es estar con Cristo y otra bien distinta es seguir a Cristo. Creo que aquellos apóstoles en este día se quedaron en lo primero. Tenían la mentalidad de cualquier ser humano. Buscaban los mejores puestos no el amar más y servir mas. Pensaban solo en cual seria su recompensa, que fruto obtendrian. Así son las personas cuando el Señor no ha llegado a lo mas profundo de su ser...a su más íntimo yo.


No nos engañemos, a quien no le gusta que le reconozcan su trabajo?!!. La diferencia en la vida cristiana es que nuestro trabajo no tiene que ir unido sólo a las expectativas de reconocimiento humano. Puede ser que los demás no reconoscan tus luchas y trabajos, tus sacrificios y preocupaciones, pero ¡qué bueno es gastar la vida por los demás sin interés, sin buscar recompensa! Sólo Dios y tú saben el valor de cada cosa que has hecho por los otros. El amor de Dios, su proteccion y guia será tu salario y tu recompensa.


La gloria humana oscurece la gloria de Dios. Si te mueves en criterios humanos nunca entenderás las palabras y mensaje de Cristo. Hay que "nacer de nuevo". Muchas veces en nuestra oración diaria hacemos lo mismo que aquellos apóstoles, le decimos a Dios cuáles son nuestros deseos, qué es lo que debe de hacer El por nosotros, en lugar de ser nosotros quienes nos dejemos hacer por Dios.Quienes nos abandonemos de forma total a su voluntad...


Los otros discípulos se enfadaron con ellos porque buscaban preferencias. No crean ustedes que pensaban que era inoportuno pedirlas, sino porque cada uno la deseaba tambien para sí, con lo que los diez demostraron también su ambición. Jesús aprovechó la ocasión para amonestarles a todos.Muchas veces en nuestra querida Iglesia vemos ejemplos de personas que quieren sobresalir por encima de los demás.


La gente cuando mira a la Iglesia lo hacen con criterios sólo humanos y no debe de ser asi...Tenemos que marcar en nuestra vida eclesial diaria que los oficios en la Iglesia no son puestos de dominación sino responsabilidades de servicio. Los que son más serviciales y, por ello más útiles, son los más honorables y verdaderos dicipulos de Cristo. Para darnos ejemplo es el propio Jesús quien se pone de modelo. Él tomó la forma de esclavo y vino a servir no a ser servido.


Ojalá sepamos transmitir a los hermanos y hermanos que el servicio, en especial a los más débiles y necesitados de la sociedad, es el camino de hacer presente a Dios en nuestro mundo. Cuando nos encontremos ante nuestro Señor, no nos preguntará ni los dogmas, ni la Biblia, ni los mandamientos ni siquiera los sacramentos, sino cómo los hemos vivido en actitud de servicio y disponibilidad a los demas. Me pregunto cómo todavía hay cristianos solamente preocupados por la pureza doctrinal cuando en realidad el Evangelio nos invita a la pureza de vida y de corazón...


Recordemos amados hermanos, “Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos”,  nos dice hoy el Evangelio (Mc. 10, 35-45).

En el seguimiento a Cristo no hay puestos, ni competencias, ni comparaciones, ni pre-eminencias, ni ambiciones, ni afán de honores, de glorias, de triunfos.   El que quiera ser grande, que se humille.  El que quiera ser primero, que sirva.  El que quiera sobresalir, que desaparezca. 
Jesús nos da el ejemplo.  El, siendo Dios, el Ser Supremo, ha venido “a servir y a dar su vida por la salvación de todos”.  Es lo que se re-actualiza en cada Eucaristía.  Es lo que cada uno de nosotros debe re-actualizar en su vida:  servir, aún en el sufrimiento, en la cruz de cada día, en la muerte, para la salvación propia y de otros.

Nuestra honra no está en las honras pasajeras de los reconocimientos humanos.  Nuestra honra está en la gloria eterna, la cual ha ganado para todos con su muerte y resurrección, Jesucristo, nuestro Salvador.
La mejor manera de gastar la vida es saber que todo lo que uno ha vivido ha valido la pena, que hicimos cada cosa en su momento y que nunca dejamos temas pendientes para un mañana que no llegará. El tiempo de Dios se llama "ahora".


“Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos”, (Mc. 10, 35-45).



OREMOS!!!


Señor y Dios nuestro Jesucristo, Tú nos invitas hoy
a seguirte en fidelidad y desde la humildad,
servir a Ti y a cada hermano.

Hoy Tú nos adviertes de la tentación de superioridad,
para que huyamos del deseo de mandar, dominar,
y de imponer nuestras ideas, ejerciendo poder sobre los demas.

Tu gran Lección de Amor es ésta:
Sólo se es grande cuando servimos
a todos aquellos hermanos que nos necesitan,
y cuando acercamos tu Amor y Misericordia a los demás,
entregando con generosidad la vida y nuestro tiempo.

Hoy nos adviertes para no caer en la tentación del prestigio,
y nos pides que ocupemos siempre los últimos puestos
para así poder atender mejor a todos nuestros hermanos.

Gracias porque hoy nos recuerdas que el Seguimiento a Ti
exige en nosotros un cambio de mentalidad y de modo de actuar,
que estemos siempre en sintonía con la conversión a Ti y a tu Amor.

Ayúdanos Tú, Dios nuestro, a ser generosos y desprendidos
para entregarnos a los demás y para que con nuestro servicio
logremos embellecer nuestro mundo y nuestra sociedad.

Danos Tú, Dios nuestro, un corazón alegre y dispuesto
para sembrar esperanza en el mundo y trabajar sin cansancio
en la construcción de tu Reino de Vida y de Salvación,
para que tu Amor y Misericordia alcancen el corazón
de cada persona necesitada de Ti en su vida diaria. 



Amén


HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON



sábado, 13 de octubre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 28º del Tiempo Ordinario*14 de Octubre del 2012


Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11):

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espiritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables. 

Palabra de Dios


Salmo
Sal 89,12-13.14-15.16-17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.

Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosostros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13):

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Palabra de Dios



Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»

Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

Palabra del Señor



Homilía

Desde hace años tengo el convencimiento que la verdadera conversión empieza siempre por el bolsillo.Por supuesto me refiero a que tan lleno o vacio este nuestro bolsillo... Digo esto haciendo una interpretación amplia del término "bolsillo". Nadie que viva muy apegado a sus seguridades, a sus dineros, a sus famas, a su poder, a sus solos recursos humanos puede ser un buen seguidor de Cristo. Nadie que esté muy atado a las cosas materiales podrá entregar su vida a los demás, a los que ve, y menos al Señor que no ve...

Hasta Jesús llegó un hombre corriendo, parece que iba con mucha prisa por hablar con el Maestro, y le pregunta sobre lo que tenía que hacer para alcanzar la vida eterna, o sea, la felicidad eterna. Es curioso como la mayoría de las personas se interesan por el bien que se puede tener en este mundo; pero él pregunta sobre el bien que se debe hacer en este mundo. Hoy no está de moda plantearnos la felicidad que se puede conseguir por el camino del deber. Muchas personas reniegan de todo lo que aparentemente les es obligado, cuando en realidad lo que tendrían que hacer es cumplir con alegría su misión para asi obtener frutos de felicidad.

La respuesta que Jesús le dirige es hacia la práctica... Nunca he entendido eso de "yo soy católico no practicante..."mmmm o sea como? Nunca me han dado una respuesta razonable...se es o no se es...o como?
 En la fe, como en la vida diaria, las acciones son reflejos de lo que somos y queremos de nuestra existencia. Vivir la fe no es tener claro teóricamente lo que significa seguir a Cristo sino caminar prácticamente con Él en la actividad ordinaria, diaria...en los senderos de la vida y de la verdad.

El hombre rico de este evangelio parece que estaba preparado para ganar la vida eterna al cumplir los mandamientos. Jesús le mira con afecto y le pone una exigencia: "Ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riquezas en el cielo. Luego ven y sígueme."
 Cumplía los mandamientos, pero 
¿estaba su corazón tan desprendido del poder y la afición del dinero? ¿De verdad quería la vida eterna a toda costa?

Por lo que se desprende de la Escritura, quería la vida eterna como algo adicional a sus riquezas. ¿Estaba dispuesto a confiar en Cristo sólo por la fe, creyendo sólo en su palabra, sin ver los resultados de tal opción? al parecer no...pues se fue...

Muchos creen que sólo con hacerse cristiano una persona se hace feliz. Este es una falsa idea y me parece que un mal planteamiento pastoral. El seguimiento de Jesús es duro, progresivo, exigente, lleno de mares en calma, pero también de tormentas tanto internas como externas. 
Con este comentario Intento transmitir, además de que valoremos la salvación que nos trae Jesús, nos demos cuenta de la presencia constante a nuestro lado de un Dios bueno que nos ama por encima de todo y con un amor a prueba de cualquier prueba. Un amor así sólo puede producir felicidad en quien lo acoge...o no?

Hay que reconocer que Jesús es el peor propagandista de su causa. Publicitariamente es simplemente un desastre... Sí, promete la vida eterna, y la felicidad, y el ciento por uno... pero el precio que exige es muy caro: entregar la vida entera a la causa del Reino de Dios. La Iglesia no queda mejor parada. A la Iglesia no se le promete en este mundo prosperidad, éxito y aceptación social... Jesús no prometió para sus discípulos un maravilloso plan para sus vidas, sino un plan divino, que incluiría sufrimientos, aflicción, hambre, pérdida de amigos y cargos y hasta la posibilidad de una muerte cruenta... un plan que nos asegura que aunque el mundo nos odie, Dios continuará amándonos y protegiéndonos. ¡Cuántas veces tratamos de rebajar con el agua de nuestra cobardía las exigencias de Jesús! Somos o tenemos que ser la sal de la Tierra y no azúcar del mundo. 
Satanás es el que ofrece el poder sobre los reinos de este mundo, sera que estamos escuchando mas la voz de este miserable personaje...que la voz de Cristo?¡¡...El Reino de Dios es otra cosa...

Este hombre rico se marchó triste porque con tales exigencias no podía seguir a Cristo por un camino más fácil, echando manos de la vida eterna, y conservando, al mismo tiempo, sus posesiones temporales. Como no podía alcanzar ambas cosas a la vez, se marchó. Al elegir el dinero se apartó de Cristo.

Jesús a los discípulos no les endulzará el mensaje ni les rebajará el precio que había puesto al mandamiento de seguirle; quizás una cruz menos pesada les resultara a ellos más aceptable. Pero las cosas de Dios no están sometidas a un vulgar regateo. Lo tomas o lo dejas. Si quiere marcharse, que se marche. El que quiera marcharse...que se vaya¡¡ Cristo no quiere consigo a nadie contra su voluntad.


Aclaro, porque por lo regular asi se entiende y se malinterpreta este Evangelio. Cristo con estas palabras no excluye a los ricos de la salvación. Un rico bien puede estar disponible a las cosas del Señor, tener fe y ser un buen cristiano, compartiendo lo que tiene con su projimo...mientras que un pobre puede ser egoísta en su indigencia, orgulloso, abusador e infiel a las cosas de Cristo.
 Lo que nos intenta transmitir hoy Jesus, nuestro Maestro, es que quien acumula riquezas del tipo que sea: dinero, placer, poder, fama... tienen muchas más tentaciones y distracciones que no tienen los pobres que han puesto su vida en las manos de Dios.

Los discípulos ante tales exigencias se quedaron aún más asombrados y se preguntaban ¿y quién entonces podrá salvarse...? y la respuesta es...pues quien está en comunión con Dios, confía en Él y depende de su gracia. Hay que tener claro que todo es posible en compañía con Dios. Esa debe de ser nuestra seguridad y fortaleza...

Pedro le dice que ellos han dejado "todo lo que teníamos, y te hemos seguido". Bonita escena. En un mismo episodio un hombre se aleja y otros se dan cuenta que han dejado todo para encontrar la felicidad en sus vidas. ¿A qué se refiere con ese "todo"? No sólo se refiere a cosas materiales, no debemos entenderlo literal, porque entonces muchas personas no tendrian que dejar pues son sumamente pobres. Jesús habla de dejar "casa", "hermanos", "hermanas", "madre", "padre", "hijos" o "tierras", o sea, abandonar las seguridades interiores y las exteriores.Nada material y de este mundo puede ser mas importante que Dios, que nosotros mismos, que nuestras familias...que nuestros hermanos en Cristo, ¡NADA¡
 ¡Sólo Dios puede ser nuestra seguridad¡. Quien viva así tendrá suficiente compensación mientras viva y por supuesto tendra ganada la vida eterna después de esta humanidad.

Quien se entrega totalmente a Dios en su vida, en su mente y en su corazón, ése es quien lo ha dejado todo por seguir a Jesús. Es pobre quien espera todo de Dios.

Sé que en la Escritura se pregunta aquello de "...qué frutos llevaré en las manos cuando esté en la presencia de Dios..." La verdad es que esto nunca me ha preocupado. Desde joven no he intentado ir haciendo acopio de méritos para llevarlos a la presencia de Dios. Todo lo contrario. Cuando esté ante nuestro Señor procuraré ir muy ligero de equipaje. Le diré: mira Señor, me diste alegría y la regalé toda; me diste inteligencia y la gasté en servicio de los más débiles; me diste esperanza y la derramé a manos llenas; me diste fe y la contagié a otros; me diste amor y lo esparcí en todas las personas que me encontré por los caminos de la vida... Aquí me tienes sin nada. Dejé todo atrás. Vengo sin exceso de equipaje; vengo con lo justo: Tú, yo, la eternidad... Creo que la respuesta de Dios la sé...y tu?.

Hoy debes de preguntarte si eres el hombre que llegó corriendo y se marchó triste o uno de aquellos discípulos asombrados... o ¿quizás eres los dos a la vez...?

EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.



OREMOS¡¡

Señor Jesús y Dios Padre Misericordioso,
Tú nos miras con Cariño y nos invitas a seguirte.

¡Gracias por Llamarnos una y otra vez a seguirte a Ti!

Nos pides con Ternura seguirte a Ti sin condiciones,
poniendo nuestras seguridades y confianza sólo en Ti,
porque únicamente así conoceremos la Gratuidad de tu Amor,
de tu Reino de Vida y de Salvación que llena de Amor al mundo.

Gracias por enseñarnos que el Reino de Dios es tu Gran Regalo
y que no puede lograrse jamás con los medios materiales.
Hoy Tú nos pides ser generosos y compartir nuestros bienes
para que no depositemos nuestra confianza en las riquezas,
ya que sólo Tú, Dios nuestro, eres el Dueño de nuestras vidas.

Ayúdanos Tú, Dios Bueno, a no ser nunca injustos con los demás,
ni a desentendernos de los pobres y excluidos de nuestra sociedad.
Ayúdanos a cumplir siempre tus Mandamientos y tu Voluntad,
respondiendo a tu Llamada a la Conversión como tus fieles seguidores.

Danos Tú, Dios nuestro, una actitud de disponibilidad
para responder con gozo a las exigencias del Evangelio,
sabiendo que tu Amor nos guía y tu Mirada nos llena de tu Bondad.

Dios Padre Bueno, ten Misericordia de nosotros
y danos Tú, un corazón generoso y desprendido
que no se apegue a los bienes efímeros ni materiales,
sino sólo a Ti y a tu Bondad, para asi tener un corazón abierto a los demás.

Tú que eres Amor, Misericordia y el Tesoro de nuestra vida,
haz que en estos momentos de crisis económica que vivimos,
nunca pongamos nuestra confianza en el dinero ni que él nos domine.
Haz Tú que nuestros bienes sirvan para ayudar a los más desfavorecidos.
No permitas que las riquezas de nuestro mundo nos alejen de Ti
ni nos impidan crecer en intimidad y cercanía contigo, Dios Bueno.
Transfórmanos en fieles servidores de tu Evangelio y de tu Reino,
para predicar tu Buena Noticia a todos y por todas partes. 

 Amén.

HERMANO JUAN PABLO CORC-OBISPO JUAN DAVID FALCON


viernes, 5 de octubre de 2012

Lecturas y Homilia del Domingo 27º del Tiempo Ordinario+ 07 de Octubre del 2012

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (2,18-24):

El Señor Dios se dijo: «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.»

Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

Palabra de Dios

Salmo
Sal 127,1-2.3.4-5.6

R/.
Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida

Dichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,

en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Que veas a los hijos de tus hijos.

¡Paz a
Israel! R/.

Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,9-11):

Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al gula de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avengüenza de llamarlos hermanos.


Palabra de Dios

Evangelio Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,2-16):

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?»

Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor


Homilía 

 Cuando las personas escuchan esta lectura o conocen la postura de la Iglesia sobre el divorcio, la reacción más común es el escándalo: "dicen... entonces, qué quiere la Iglesia, que si no son felices continúen sufriendo juntos...que si hay pleitos que se maten!" ; "La Iglesia es muy injusta con los divorciados..."; "Seguro que Jesús hubiese tenido más misericordia...etc etc".
Desconocen seguramente nuestros hermanos(a) que Jesús fue infinitamente más radical en el tema de la pareja y no era "machista", ni estaba a favor solo del hombre. El Señor llegó a decir que si alguien casado miraba a otra deseándola en su corazón —fíjate que ni siquiera hace alusión a los físico—, ya había cometido adulterio...El siempre estubo y esta a favor del verdadero amor, de la verdad del santo matrimonio...no la caricatura y farsa matrimonial que en lo general hoy se vive...



Preguntemonos...¿Es tan inhumana nuestra fe con los seres humanos? ¿Vivimos en una fe que no entiende los problemas y dificultades de las personas de hoy?


Es el tema de siempre. Hacer que Dios se haga presente en nuestra vida significa adquirir un estilo de vida según el Evangelio.
Cuando una pareja ilusionada va a casarse por la Iglesia, descubrimos que en la mayoría de los casos no viven una vida previa de fe, mucho menos la prioridad es el compromiso espiritual de amor que ante Dios se jura. De esta manera el contenido real de lo que significa el matrimonio queda poco menos que ignorado.


Si esto es verdad...y lo es ¿Por qué se casa la gente por la Iglesia?
Hablemos claro y no seamos ingenuos, todos lo sabemos. En la mayoría de los casos el planteamiento menos importante es el de la fe, lo menos importante es lo espiritual. Se va a las charlas prematrimoniales a regañadientes o si tienen "palancas" se compran los pases sacramentales, se preocupan primero en convertir la Iglesia en un bosque floreado,la musica tiene que ser de violines o mariachis, aunque ni toquen musica sacra, el vestido, el traje, padrinos...fiesta, banquete, etc etc, debe de ser lo primero...y cuando se reparten las invitaciones de boda, se les olvida invitar a Dios a la propia celebración.La fiesta Eucaristica queda en el ultimo plano o simplemente no importa. No soy catastrofista. Soy realista. Siempre me ha llamado la atención la facilidad que tenemos en la Iglesia para hacernos de la vista gorda ante los intereses del Evangelio. Miramos para otro lado, ponemos disculpas, pero la acción del Evangelio queda muchas veces oscurecidas bajo el nombre de "la prudencia", que, en el fondo, es el reflejo de una cobardía mal disimulada.Un matrimonio que comienza sin Dios...es un matrimonio que seguro fracasara pues no esta fundamentado en el Amor..pues Dios es el Amor mismo.


¿Por qué muchos sacerdotes no hacen valer la fuerza regeneradora y humanizante del Evangelio?

Puede ser que ellos mismos no la hayan descubierto. Estamos tan presentes en el mundo que el Evangelio para muchos se ha vuelto una molestia residual de tiempos pasados.

¿Por qué los seglares no exigen a la Iglesia una acción más cristiana frente a las personas que se acercan a pedir un sacramento?
Probablemente porque ellos se acercarán también en esas mismas condiciones a recibirlo...Por ignorancia.

Jesús, provocado por sus interlocutores, toca el tema del divorcio, un tema más que difícil por la carga de sufrimiento que proporciona tal institución. En pocos temas como el divorcio necesitamos los agentes de pastoral más amor, más acogida y... sentido comun, muuuucho sentido común. Vayamos por partes.

Con la intención de prepararle una trampa le preguntaron si al esposo le está permitido separarse de su esposa. Jesús les responde con una pregunta: "¿Qué les ordenó Moisés ?" Le respondieron con el texto de Dt 24,1.
Jesús responde que debido a la terquedad de corazón les mandó Moisés tal orden. Pero el Maestro se remonta a los inicios diciendo que al principio no fue así...
En la Iglesia este ejercicio de actualizar el mensaje del evangelio a los tiempos de hoy es primordial y tenemos que seguir un método parecido. No podemos vivir en el pasado, pero tampoco podemos sin más ignorarlo. Siempre me ha gustado la gente con sentido común porque saben equilibrar ambos planos y, si son creyentes, sabrán actualizar el mensaje de una manera tan natural que no creará sufrimiento, ni malos entendidos.
¡Cuánto necesitamos en la Iglesia y en los matrimonios el sentido común!

Ni los tradicionalistas ni los progresistas mantendrán fresco el mensaje de Cristo, sólo el amor y el sentido común de los santos y santas hacen posible este intercambio de tiempo y moral, de tiempo y justicia.

A los esposos se les llama "cónyuge", el significado de esta palabra es "el que está unido al mismo yugo". Jesús también habló un día de un yugo: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les haré descansar. Acepten el yugo que yo les impongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo y carga que yo les impongo son ligeros." (Mt 11, 28)


En el fondo, lo que nos está diciendo el texto es que siendo "cónyuges cristianos" en  Jesús y por Jesús podremos establecer matrimonios donde ser felices sera posible y el divorcio no sera necesario pues la union se hizo concientes, por amor y con un real compromiso de ambas partes de luchar igualitariamente, codo a codo por que sea posible mantener esta union hasta "que la muerte los separe".
El divorcio no es el remedio deseado para el matrimonio que ya no funciona, eso todos los sabemos, incluso los partidarios del mismo. Pero tenemos que ser valientes y sinceros en  reconocer que hay muchos matrimonios no debieron de haberse celebrado por la Iglesia,es mas ser valientes en denunciar que hay muchos que no deben de celebrarse, pero desgraciadamente siempre buscamos formas mentales para justificarlos. Ser valientes para decirle a la gente que sólo ve en el matrimonio por la Iglesia una gala más de vanidad, que esperen, que reflexionen y que se acerquen a Cristo, que nosotros les ayudaremos en ese caminar... Muy probablemente la gente nos mandara muy lejos...y dirá que nos dejemos de rollos, que lo único que quieren es casarse...



Los divorciados de nuestras sociedades son mayoritariamente cristianos y esto nos tiene que hacer reflexionar profundamente. Cuando hablamos de un matrimonio uno e indisoluble en un mundo plural y soluble, no debemos de perder nunca de vista que el matrimonio no es una institución inventada por los hombres, sino querida por Dios.un sacramento!! Si no tenemos esto claro los cristianos, estaremos pensando y viviendo de la misma forma que los no creyentes. Pero estas claridades no tienen que ser, u obtenerse a nivel dogmático o teórico sino bajo una reflexion profunda y una experiencia de vida espiritual real.


Preparar a los jóvenes en el Amor...para una experiencia real de Cristo resucitado en sus vidas y futuros matrimonios es el mejor remedio contra el divorcio. Sé que esto es difícil y suena utopico, pero no imposible.  La elección del cónyuge puede ser desacertada si no se ha hecho bajo el influjo del amor, con oración, con madurez, en conocimiento pleno de quien es tu pareja.buscando una comunicacion abierta plena...una relacion de respeto mutuo y confianza total...bajo la guia del Espiritu de Dios. Los novios van juntos a comprar el banquete, la musica, a comprar los muebles de la nueva vivienda, a invitar a los amigos. Yo me pregunto cuántos novios van juntos hacia Dios... cuántos han orado juntos por su relacion y futuro matrimonio... cuántos han discernido a la luz del Evangelio el amor que Dios ha puesto en sus corazones... y...

¿Cuántos han invitado a Dios a su boda por la Iglesia...?


¿Qué es en el fondo lo que nos está diciendo el Evangelio de hoy? Que debemos de encontrar un sentido moral a nuestra vida diaria, una moral que viene desde Dios; los fallos de las situaciones en la vida es porque, probablemente, no somos todavía las personas que el Espíritu puede transformar.
La vida cristiana es un constante aprender desde el amor y el sentido común. Los fallos en la vida diaria se producen para mí por tres motivos fundamentales:

  1. La ausencia de Dios porque le hemos desterrado de nuestra vida diaria.(para muchos Dios a muerto)
  2. Entender y vivir el amor de verdad...en toda su amplitud y significado.(no las caricaturas de "amor irreal"que se vive en nuestros tiempos)
  3. La falta de madurez tanto humana como espiritual, para tener esa buena mirada que sabe ver e interpretar lo que Dios quiere de nosotros.


Se dan ustedes cuenta que muchos novios cuando se van a casar por la Iglesia, dicen a sus amigos: "si no puedes ir a la Iglesia no importa...hay te veo en la pachanga..."; es bastante comun y gráfica la expresión: en la Iglesia es la celebracion,se ritualiza, mmm algo aburrido y algo alejado de la vida; es como un añadido sin importancia en la vida diaria. Pero donde vamos a celebrar es en el salon...en la fiesta, es donde desbordamos la alegría, donde bailamos y cantamos, donde nos deseamos lo bueno y nos felicitamos, donde reímos y soñamos juntos... y no esta mal! es familiar, bueno y sano...pero no seria mejor y mas pleno si empesaramos la alegria y gozo en la Fiesta Eucaristica, con la bendicion y presencia de nuestro Padre celestial...pues es parte de nuestra familia..o no??!!

Creo que el tema del divorcio entre los cristianos empezará a desaparecer, cuando todos, ministros, sacerdotes, laicos seamos capaces de transmitir a nuestros hermanos, que donde realmente está la fiesta, no solo del matrimonio, sino de la vida misma, es en poner a Dios por testigo del amor que se tienen las parejas y todo cristiano en general y de un día a dia lleno de verdaderos frutos de Espíritu y vida en Cristo Jesus...
Perdonen; termino porque ahora voy a celebrar una boda y despues a la pachanga!...jajajajaja  un leve chistesito, pues si no de verdad, al ver esta realidad...me pondria a llorar.
Dios nos siga fortaleciendo y abra de una vez por todas nuestros duros corazones...en sus manos esta nuestra vida y esperanza, Amen!!!


EL QUE TENGA OIDOS...QUE OIGA.


HERMANO JUAN PABLO CORC+OBISPO JUAN DAVID FALCON